La restricción de uso de gas natural a las industrias golpeó a este sector santafesino. Es que el recorte del suministro paralizó varias plantas fabriles, las cuales anunciaron que, en un contexto de crisis industrial preexistente, profundizará la caída en la producción, en los ingresos a las empresas y el atraso en las cadenas de entrega. En esa línea la Federación Industrial de Santa Fe lanzó un comunicado donde expresó la situación de sus afiliados y adelantó las consecuencias de la falta de energía. "Enorme preocupación por las restricciones de gas a nuestras industrias. Clima frío, problemas en la gestión del sistema energético y falta de pago del gas importado. La tormenta perfecta para que nuestras fábricas se queden sin gas" escribió sus redes sociales el presidente de Fisfe, Javier Martín. A última hora de ayer el Gobierno nacional informó que se estaba normalizando el abastecimiento de gas "en todo el país luego de que se resolviera la reducción del transporte de dos plantas compresoras en San Luis y Córdoba y un contratiempo administrativo con un barco que debía descargar GNL". Los taxistas rosarinos también se vieron afectados por la falta de suministro del GNC.

Por su parte la titular de la Comisión de Energía de FISFE Eugenia Martínez en Radio Nacional Rosario, en el programa La siesta jugada , donde advirtió que el quiebre del suministro afectó a 29.000 empresas comerciales e industriales, 80 grandes usuarios industriales y 6 comerciales, más 190 estaciones de servicio que despachan gnc. Son unas 34 mil firmas en territorio santafesino" aseguró.

 Martínez explicó además que "durante fin de semana se adquirió un barco con gas a Brasil por compra directa pero que finalmente hubo un problema en el giro del pago y no se descargó a tiempo.

Para la titular de la comisión de energía de Fisfe el parate abrupto " conlleva riesgo de roturas de máquinas". "Hay muchas producciones que no pueden detenerse e forma imprevista".

En tanto desde la misma organización se hizo saber a través de un comunicado que "distintas empresas industriales de la Provincia de Santa Fe han recibido notificaciones de su distribuidor, Litoral Gas, indicando que Transportadora Gas del Norte S.A. ha declarado una situación de Fuerza Mayor que ha comprometido el abastecimiento de la demanda prioritaria de la región. A partir de ello, la empresa distribuidora solicita el cese del consumo de gas natural en las instalaciones industriales", señaló.

Desde la organización industrial se advirtió que "esta situación afecta tanto a los usuarios que tenían contratos interrumpibles como a aquellos que tienen vigentes contratos en firme, quienes afrontan un costo mayor para asegurarse el gas todo el año".

En esa línea, desde FISFE comunicaron a "todas las industrias de la provincia estas instrucciones a fin de que prevean los mecanismos para su cumplimiento tanto para contribuir con el aseguramiento del consumo domiciliario como para evitar la consecuente penalidad correspondiente".

Tanto Martínez como Martin advirtieron públicamente el "impacto significativo que tendrán estas restricciones en el sector productivo y en toda la cadena de suministro de las distintas empresas afectadas". En ese sentido, advirtieron que "a partir de estos acontecimientos, se espera una reducción inmediata en la producción industrial debido a la falta de gas, lo que afectará la cadena de suministro y causará posibles retrasos en la entrega de productos, así como consecuencias económicas para las empresas debido a la paralización de actividades".

"Instamos a las autoridades pertinentes a tomar las medidas necesarias para mitigar los efectos de esta restricción e invitamos a las industrias a mantener la comunicación abierta con sus proveedores y clientes para gestionar esta emergencia de la mejor manera posible, cierra el comunicado de la Fisfe.

Cabe señalar que para el Gobierno nacional, el abastecimiento de gas estuvo afectado por "dos eventos independientes y de ocurrencia simultánea": por un lado, las excepcionales condiciones meteorológicas de mayo que generaron un alto consumo de la demanda prioritaria y, por otra parte, las demoras en las obras de infraestructura programadas por la administración anterior.

Por su parte el ex presidente de Energía Argentina (Enarsa), Agustín Gerez, se refirió a los cortes de GNC y aseguró que “se podrían haber evitado” si el Gobierno “hubiera tomado las medidas necesarias cuando asumió en diciembre”.

“El costo de la gestión ineficiente en materia energética cuesta y lo pagan todos los argentinos”, afirmó. Y agregó: “Con el motivo de mostrar el superávit, uno ficticio, decidieron importar menos cargamentos de gas y acá está una de las consecuencias. Nos llevaron a esta situación de estrés extremo que no se vivía desde el año ’84. Hoy los 100 industriales más grandes de Córdoba y Rosario no pudieron abrir sus fábricas ni darles trabajo a sus empleados. Tampoco los taxistas pudieron salir a trabajar para darles de comer a sus familias. Todo es producto de la necesidad de anunciar superávit”.