La actividad de la construcción sufre una de las mayores crisis de su historia debido a la recesión económica y a la decisión del gobierno nacional de prácticamente paralizar la obra pública. El último Estudio de Opinión Construya reflejó que el 79 por ciento de los encuestados vio disminuir su nivel de actividad durante los últimos 12 meses, un 17 por ciento lo mantuvo igual y apenas un 3 por ciento mejoró, mientras que el restante uno por ciento no respondió. La encuesta se llevó a cabo entre el 19 de abril y el 3 de mayo y participaron 718 profesionales de la cadena de valor de todo el país.
Los que se mostraron más afectados fueron los distribuidores de materiales. El 90 por ciento declaró que su actividad empeoró. Entre inmobiliarias y arquitectos, el 80 por ciento sufrió una caída, mientras que entre los ingenieros el 78 por ciento declaró estar peor que hace un año. Por último, el 76 por ciento de los desarrolladores dijo que su situación desmejoró, mientras que entre los maestros mayores de obra y las constructoras esos porcentajes fueron del 75 y 80 por ciento, respectivamente.
El análisis por región muestra que en el NOA el 86 por ciento de los encuestados declaró que está peor que hace un año. En las zonas Centro y Cuyo el 82 por ciento opinó lo mismo. En el NEA esa cifra fue del 81 por ciento, en Buenos Aires del 79 y en la Patagonia del 62 por ciento.
A los encuestados se les preguntó cuál considera que es actualmente la principal dificultad para llevar adelante su negocio. El 27 por ciento declaró que es el “mayor costo de la construcción”, el 18 por ciento “la menos disponibilidad de financiamiento”, el 16 por ciento “la incertidumbre por el tipo de cambio”, otro 16 por ciento “menor inversión en obras privadas”, el 10 por ciento “escasez de mano de obra calificada”, el 8 por ciento “mayor presión impositiva” y el 5 por ciento “el costo de los terrenos”.
También se les preguntó qué condiciones son las que le facilitan actualmente llevar adelante su negocio. El 32 por ciento declaró “la construcción como refugio de valor”, el 19 por ciento “el crecimiento de la actividad económica”, el 15 por ciento “crecimiento de obras privadas”, el 12 por ciento “disminución del precio del metro cuadrado (en dólares)”, el 11 por ciento “mayor disponibilidad de financiamiento”, el 6 por ciento “mayor inversión en obra pública” y solo el 5 por ciento “mayor rentabilidad”.
Los principales desafíos que enfrentaron los encuestados de la Región Buenos Aires al llevar adelante su negocio fueron el mayor costo de construcción (30 por ciento), incertidumbre cambiaria (21), menor inversión privada (18) y menor disponibilidad de financiamiento (11 por ciento). La construcción como refugio de valor fue el principal facilitador del negocio en la región Buenos Aires (33 por ciento). En tanto, el crecimiento de la actividad económica se ubicó segundo con 24 por ciento y la disminución del precio del metro cuadrado quedó en tercer lugar con 15 por ciento.
Las obras privadas nuevas medianas y pequeñas continúan siendo las que ejercen más tracción (47 por ciento) y en segundo lugar las refacciones y ampliaciones con un (34 por ciento). En la Región Buenos Aires 52 por ciento de los encuestados consideró que las obras nuevas medianas y pequeñas son quienes mantienen activo al sector, mientras que las refacciones y ampliaciones concentraron otro 30 por ciento de las respuestas.
Entre los que respondieron la encuesta, 62 por ciento señaló a la sostenibilidad como una de las tendencias que están creciendo en la industria de la construcción. Otro 18 por ciento indicó a la digitalización y 14 por ciento a la integración de la automatización y robótica. Por su parte, el enfoque en salud y seguridad concentró sólo 6 por ciento de las respuestas.
Expectativas
También se les preguntó cómo creen que evolucionará su actividad en los próximos 12 meses. El 35 por ciento opinó que disminuirá, el 31 por ciento que aumentará, el 28 por ciento que se mantendrá igual y el 5 por ciento no respondió la consulta. En la Región Buenos Aires. 38 por ciento del total consideró que su actividad caerá, 29 por ciento opinó que se sostendrá y 27 por ciento que mejorará.