Cada uno a su modo y sin pudores, volvieron a hacerlo. Victoria Villarruel en su rol de vicepresidenta a cargo del Poder Ejecutivo por el viaje de Javier Milei a Estados Unidos volvió a escena en su versión recargada con un mensaje en sus redes en el que celebró el Día del Ejército con una reivindicación a su padre y al genocidio. "Orgullosa hija de un militar que vistió el uniforme de la Patria y la defendió contra los terroristas del ERP", lanzó la vicepresidenta. El ministro de Defensa, Luis Petri, se esforzó un poco más porque por lo menos viajó hasta la provincia de Mendoza y encabezó el acto por el Día del Ejército a los pies del Cerro de la Gloria. Allí dijo: "Nos sentimos orgullosos de la historia de las Fuerzas Armadas", sin matizar historia, ni crímenes, ni el bien ni el mal. Y provocador, criticó por elevación a quienes impulsaron la lucha contra la impunidad al reprochar a "algunos desmemoriados" que "la historia de nuestro Ejército está bañada de bronce por más que quieran circunscribirla al 24 de marzo de 1976". Todo pocos días después de su defensa a quienes fueron a reivindicar la dictadura a la exESMA.
Victoria Villarruel arrancó el día con un mensaje en la red social X y el homenaje a su padre Eduardo Marcelo Villarruel, a quien reivindicó en su rol como militar y su accionar “contra los terroristas del ERP en el monte tucumano”, dijo sobre el Operativo Independencia, donde en realidad comenzó la ejecución del terrorismo de Estado y los crímenes de lesa humanidad durante la antesala del golpe del 24 de marzo del 1976. Además, en el posteo, Villarruel rescató su papel en la guerra de Malvinas “ante la usurpación inglesa”.
“¡Feliz Día del Ejército Argentino! Orgullosa hija de un militar que vistió el uniforme de la Patria y la defendió contra los terroristas del ERP en el monte tucumano y en Malvinas ante la usurpación inglesa", posteó. Y agregó en el remate: "A todos los hombres y mujeres que integran el Ejército un abrazo de esta Vicepresidente que les agradece el sacrificio diario. ¡Todo por Argentina!”.
La postura en la que reivindica el exterminio no es una novedad. Lo que parece novedoso es que esta vez reconoció también la intervención de su padre en la represión.
El Operativo Independencia, implementado por decreto 261 de Isabel Perón el 6 de febrero de 1975 ordenó a las Fuerzas Armadas “neutralizar y aniquilar a los elementos subversivos en la provincia de Tucumán”. A partir de el decreto, el Ejército instaló en la provincia un régimen de estado de sitio, con aplicación de técnicas sistemáticas de tortura y secuestros que incluyeron gran cantidad de desapariciones forzadas sobre trabajadores, profesionales y estudiantes y establecimiento de centros clandestinos de detención, donde se produjeron asesinatos y graves violaciones de derechos humanos que han sido reconocidos en los distintos juicios por delitos de lesa humanidad durante ese periodo en la provincia como actos de genocidio. Esto es lo que reivindica con “orgullo” Villarruel de su padre.
Tal vez para la vicepresidenta sea más cómodo hacer mención al rol de su padre en la guerra de Malvinas librada por los militares contra el Reino Unido en medio de la caída de la imagen de la dictadura. Allí, Eduardo Villarruel fue segundo jefe de la Compañía de Comandos 602, detrás de Aldo Rico. Con el regreso de la democracia y como segundo jefe del Regimiento de Infantería 37 con asiento en Río Mayo, Chubut, Villarruel encabezó en mayo de 1987 la rebelión para que los miembros de su compañía se negaran a jurar por la Constitución Nacional, porque lo consideraba una provocación a las Fuerzas Armadas que le “revolvía las tripas”. Otro acto que la vicepresidenta reivindica de su progenitor que “vistió el uniforme de la Patria”.
Además, de las denuncias formuladas por organismos de derechos humanos, que lo vinculan a delitos de lesa humanidad en otros destinos de su recorrido por el Ejército por los cuales nunca llegó a ser juzgado antes de su muerte en 2021.
En el nombre de su padre, Villarruel continuó reivindicando el accionar de las Fuerzas Armadas durante el terrorismo de Estado reclamando “la verdad completa”. Fue así como tejió fuertes vínculos con represores como el dictador Jorge Rafael Videla, el ex comisario Mario Osvaldo Etchecolatz, Norberto Cozzani --mano derecha de Etchecolatz--, y el represor de la ESMA, Alberto González, a quienes visitaba frecuentemente en sus lugares de detención. Encuentros que Villarruel justificó asegurando que eran para un libro que no se publicó.
Petri, otro negacionista
Luis Petri profundizó la misma línea negacionista que Villarruel durante el acto oficial por el Día del Ejército que el ministro de Defensa encabezó en el Cerro de la Gloria, Mendoza. "Nos sentimos orgullosos de la historia de las Fuerzas Armadas", dijo y transmitió: "Traigo un saludo del Presidente Javier Milei, quien tiene un cariño especial por el Ejército y las Fuerzas Armadas". También se leyó un mensaje de Villarruel.
Luego, el ministro unió la gesta sanmartiniana a las ideas libertarias con una más que controvertida definición: "Esa gesta posibilitó la libertad y la vida de todos los argentinos. A algunos desmemoriados les recordamos que la historia de nuestro Ejército está bañada de bronce por más que quieran circunscribirla al 24 de marzo de 1976". El ministro también se refirió al rol que el gobierno libertario quiere asignarle a las FF.AA: “Nosotros queremos involucrar a las Fuerzas Armadas en la lucha contra el narcotráfico como del terrorismo. Para eso necesitamos la modificación de la Ley de Defensa. Por eso necesitamos el apoyo del Congreso”, afirmó.