No habían pasado 24 horas desde la renuncia de Silvestre Sívori a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) que ya estaba circulando el nombre de su posible sucesor. Todas las versiones indican que el elegido sería Sergio Darío Neiffert, un hombre cercano al exintendente de Malvinas Argentinas Jesús Cariglino y a quien no se le conocen antecedentes en el mundo de la inteligencia.

La salida de Sívori fue un coletazo de la renuncia de Nicolás Posse a la jefatura de Gabinete –o quizá la causa. Es que en las últimas semanas habían empezado a rodar rumores de que Posse tenía información non-sancta de otros integrantes del gobierno de Javier Milei. Posse era, además, quien había puesto a Sívori en la exSIDE.

Desde el gobierno de La Libertad Avanza (LLA) se ocupan de decir que pretenden que la AFI dependa de ahora en más de la Presidencia. Nunca dejó de hacerlo. Basta leer el decreto que el Presidente firmó en diciembre para extender la intervención de la central de espías y poner a Sívori al frente. Allí queda claro que la AFI es un organismo descentralizado actuante en el ámbito de la Presidencia de la Nación.

Neiffert –prácticamente desconocido para el mundo de la política– es parte del gobierno. El ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo lo designó como representante del Poder Ejecutivo en la Autoridad Cuenca Matanza (ACUMAR). Según lo que trascendió, Neiffert estuvo en el edificio de la calle 25 de mayo, recibió gente en la que será su oficina del quinto piso y habría estado reunido con Santiago Caputo, el hombre de mayor confianza de Milei mientras él y su hermana, Karina Milei, están de viaje en los Estados Unidos.

Página/12 intentó contactarse con Neiffert para confirmar que él será el elegido para conducir la Agencia, pero no obtuvo respuesta. Posiblemente las confirmaciones oficiales se demorarán hasta el regreso de Milei, que partió el lunes a la noche después de aceptarle la renuncia a Posse. El Presidente recién retornará después de una parada en El Salvador. El viernes asume su segundo mandato el ultraderechista Nayib Bukele.

“Las definiciones van a estar cuando el Presidente vuelva de viaje y no antes. Efectivamente va a haber una reestructuración y parte de ello es que vuelva a depender de la Presidencia, como entendemos que debe ser. Cuando el Presidente crea conveniente va a anunciar los cambios y los nombramientos”, dijo en su conferencia de prensa el vocero Manuel Adorni.

El currículum vitae (CV) de Neiffert es escueto, según lo que presentó en ACUMAR al momento de asumir. Se presenta como alguien capacitado en la gestión de recursos y con buen desempeño en comunicación mediática. Es bachiller y técnico mecánico. Desde 2010 despuntó el vicio en los medios de comunicación como productor en radios zonales y en el grupo Magazine. Se dedicó hasta enero de este año al negocio de la cartelería callejera.

Nació el 14 de marzo de 1968. Desde los 28 años trabajó para la Municipalidad de Malvinas Argentinas. Entre 2003 y 2015 fue consejero escolar en ese distrito. En una entrevista se lo escucha despotricar contra el gobernador bonaerense porque no llegaban los fondos para las escuelas. Por la fecha debería estar refiriéndose a Daniel Scioli, actual secretario de Turismo, Ambiente y Deportes del gobierno de LLA.

Neiffert es cercano a Cariglino, exintegrante del Frente Renovador de Sergio Massa que pegó el garrochazo al PRO de Mauricio Macri. Con él está o estuvo asociado a través de distintas firmas, como New Consuld SA y New Francos SA. Ambas tienen objetos amplios, pero llama la atención que New Consuld pueda dedicarse a la compra-venta de jugadores de fútbol. Es una actividad a la que ya se dedicó otro titular de la AFI: Gustavo Arribas, el amigo de Macri más acostumbrado a las trampas.

La Casa Rosada deberá confirmar si Neiffert será efectivamente el elegido para convertirse en el Señor Cinco. No se sabe aún si tendrá un número dos o Señor Ocho. La interventora Cristina Caamaño había eliminado la figura del subdirector para evitar el doble comando y el loteo de la AFI que se había visto durante la gestión de Cambiemos.

Milei dispuso la intervención de la AFI por un plazo de dos años y le dio la facultad al interventor para extender su mandato directamente. En la práctica, eso representa un salto al Senado, donde LLA solo tiene siete bancas y está Victoria Villarruel, a quien el Presidente mira con desconfianza.

En el comunicado que circuló tras su renuncia, Sívori resaltó como “hito” de su gestión el alineamiento automático con Washington, promovido por Posse en su pulseada con Patricia Bullrich, que quiere para sí misma esas terminales. Destacó que los agentes argentinos recibieron capacitación de los estadounidenses y que consiguió que el jefe de la Agencia Central de Inteligencia norteamericana (CIA), William Burns, visitara en marzo el país. 

Otro hito de Sívori fue irse sin rendir cuentas ante la Comisión Bicameral de Inteligencia. El mérito no fue propio sino de Martín Menem, que nunca designó a los diputados que deberían integrar ese cuerpo. Sívori nunca acusó recibo de un pedido de reunión de la Iniciativa Ciudadana para el Control del Sistema de Inteligencia (ICCSI), que reclama prácticas transparentes en el mundo oscurantista de los servicios.