Tras haber denunciado públicamente a Benoît Jacquot por abuso sexual infantil en su libro autobiográfico Dire vrai (Contar la vedad), publicado hace cuatro semanas, la actriz francesa Isild Le Brasco decidió pasar a la acción judicial y denunció penal contra el reconocido cineasta.
La artista, de 41 años, asegura haber sido violada por el director, de 77 años, cuando ella tenía 16 años y él 52. La denuncia fue presentada ante la brigada de protección de menores de la policía judicial de París y motivó la apertura de una investigación preliminar por un cargo de violación, según Libération.
Al ser consultada sobre el motivo que la llevó a tomar esa decisión, Le Brasco afirmó que lo hacía por una "necesidad moral", y agregó: "con esta denuncia no busco tanto un ataque a Benoît Jacquot, sino mostrar apoyo a las mujeres (que denuncian) y se exponen públicamente de esta manera. Me siento moralmente obligada a hacerlo, aunque no lo habría hecho por mi cuenta".
La intérprete explicó que usa su caso para demostrar que Jacquot actuó con ella "como lo hizo con otras jóvenes", porque forma parte de "un sistema".
En ese sentido, la actriz sostuvo que le "gustaría que cayeran todos los hombres que actúan como depredadores", porque consideraba "injusto que Benoît caiga solo".
"Otros hombres me perjudicaron, y no solo en la industria del cine. Si presento cargos es porque quiero que este sistema de dominación, que no cesa, llegue a su fin".
Para la actriz, cayó en esas redes de abuso siendo adolescente "porque estaba aislada y era pobre", y porque en aquel momento "no había adultos" que la protegieran.
Le Brasco aseguró que no era "optimista" de la denuncia", pero intentó echar algo de luz: "va a ser difícil, pero sé que tengo que hacerlo".
La acción legal contra el director se enmarca en un momento crítico dentro del cine francés, sacudido por acusaciones de haber mantenido durante muchos años un silencio sobre las agresiones sexuales en la industria.
MeToo francés: cada vez son más las denuncias en la industria del cine
Jacquot tiene otra denuncia similar interpuesta por la actriz Judith Godrèche a comienzos de febrero. La actriz y directora trabajó con él siendo adolescente en Les mendiants (1987) y para quien protagonizó La desencantada (1989). Además, Godrèche denunció al director Jacques Doillon, con quien rodó La chica de quince años (1989) de abusos sexuales y violación.
En el último Festival de Cannes se proyectó el cortometraje Moi aussi (Yo también) dirigido por la propia Godrèche, donde habla de sus desagradables experiencias y recopila testimonios similares de compañeras de la industria.
Poco antes de que comience el festival, un centenar de personalidades del mundo del cine, entre ellas numerosas actrices como Isabelle Adjani, Juliette Binoche, Emmanuelle Béart y las mencionadas Godrèche y Le Besco, firmaron en el diario Le Monde una columna en la que exigían una ley integral contra la violencia sexual.
Poco antes se hizo una denuncia pública de varias mujeres contra el productor Alain Sarde por por casos de violación, agresión sexual y acoso sexual, realizados entre los años 80 y 90. En esa época, el productor apoyó los trabajos de Roman Polanski, Jacques Doillon, Jean-Luc Godard o André Téchiné, entre otros.
Asimismo, la industria del cine francés sufrió otro golpe cuando varias actrices denunciaron pública y judicialmente al actor Gérard Depardieu.