Motosierra, recorte, adecuación, sinceramiento, cualquiera de los nombres bufos que le pone la política, y también la antipolítica, cuando te quitan algo importante, es decir, cuando te joden la vida.
Concebidos en su nueva y exitosa dimensión con más deportes y más participantes, como una de las mayores y mejores resoluciones estratégicas de la conducción del deporte argentino en las últimas tres décadas. Quizás, la más perdurable y con una relación excepcional entre lo social y lo masivo, con lo federativo, tuvo algunas dificultades y luchas para implementarse y también para profundizarse en búsqueda de una trascendencia decisiva para nuestro deporte.
Sin embargo, con toda su simpleza y falta de desarrollo, y aprovechamiento federativo, constituyó un apoyo importante para los deportes más golpeados por la ola privatizadora de los '90, y el consiguiente cierre de clubes.
También constituyó la última tabla para aferrarse de las disciplinas en extinción, algunas de las cuales revivieron para los Juegos de la Juventud Buenos Aires 2018.
Por tanta simpleza, por tanto por hacer y por tanto hecho por estos Juegos deportivos, es que me causa bronca y náusea, que se vayan o se diluyan así como así.
Ignorados por casi todos. Una vergüenza.
* Ex Director Nacional de Deportes.