El formato dúo encuentra en Bruma una propuesta tan sólida como sensible, en su predilección por la música popular y sus diversos géneros, a través de composiciones propias y de otros autores. Integrado por la violinista Ariadna Bruschini y la violonchelista Regina Manfredi, Bruma presenta su primer disco, Hasta que sea, mañana a las 21 en La Casa del Tango (Illia 1750), con entrada gratuita, en un concierto que contará con la participación especial de la cantante Ana Paula Berardo.

“Lo que queremos es invitar a hacer un recorrido por distintas músicas del folclore argentino, y desde una perspectiva muy íntima. Más allá de que el formato dúo sea muy común, aquí no hay un instrumento armónico sino dos instrumentos melódicos, dialogando. Es también una búsqueda un poco ingeniosa, donde no tiene que sentirse que esté faltando algo”, comenta Ariadna Bruschini a Rosario/12.

-¿Cómo es el recorrido de música y de amistad que las une?

Ariadna Bruschini: -Nos conocimos en la Universidad de San Martín, en la Licenciatura en Música Argentina. Como los padres de Regina son de Chañar Ladeado y tiene familia en Rosario, y yo soy rosarina y mis padres son santafesinos; a partir de allí comenzó nuestra amistad y empezamos a compartir proyectos. Eso fue generando un entramado, y Bruma apareció un poco a partir de juntarnos a tocar, también para tener estos diálogos que ya teníamos, pero desde lo musical. En 2021 nos comenzamos a encontrar con algunas músicas, y en 2022 ya tomamos forma con nuestro primer concierto. Por ser un formato tan íntimo, es todo un desafío y una apuesta.

Regina Manfredi: -Viajar a Rosario a presentar un disco, además de haber sido grabado allí, me inspira una profunda emoción, porque en esa ciudad de río encuentro un segundo hogar. Creo que no es común para la mayoría de los grupos de Buenos Aires tener este tipo de experiencias, pero en nuestro caso, Santa Fe nos convoca como territorio familiar a ambas, y estoy muy contenta de que eso ocurra con un proyecto que se nutre de esas raíces, territoriales y biográficas.

-¿Cómo encaran los arreglos y el proceso de trabajo?

Manfredi: -Hablamos mucho de música y de intérpretes que nos resuenan, sean de la infancia o del presente. “Tal zamba me gusta mucho y la cantaba”, “Tal tango siento que puede ser para la cuerda”, “Este carnavalito me hace pensar que podríamos cantarlo y le quedaría muy bien a los instrumentos”. Surge así, de ese tipo de conversaciones, que son nuestro disparador, y que luego nos lleva a sentarnos a escribir el arreglo, donde nos encontramos con los desafíos de hacerlo sonar como lo imaginamos, como nos inspiró. Generalmente, cada una impulsa un nuevo tema, ya sea compuesto o adaptado para el dúo, y a partir de eso, Bruma se lleva puesto todo y comienza a modificarlo, para así liberarnos en la interpretación, que es nuestro pilar fundamental. Muchas veces, bromeamos con que las partituras tienen tantas anotaciones y comentarios escritos que solo nosotras podríamos entender de qué se trata lo que después suena.

Bruschini: -Por lo general, hacemos temas nuestros y obras de otros autores. En ese sentido, a mí me sirve mucho escuchar versiones que sean, justamente, más íntimas; como una versión de guitarra sola u otra de bandoneón. Pero también, y es raro, otras versiones más orquestales. El trabajo tiene que ver con ir imaginando cómo será, así como lo hace el pinto ante el lienzo en blanco. En mi caso, pienso en cómo lo podremos decir, pero siendo menos; y así nos vamos encontrando, y también encastrando, en la música. Por otro lado, siempre me sirvió, al menos para arreglar, escuchar muchos formatos de cámara.

-El tango, el folclore, son elecciones nada casuales en el dúo, ¿por qué?

Manfredi: -Aun dedicándome a hacer música instrumental, encuentro que la mayoría de las músicas que elegimos tienen en su origen una narrativa que la acompaña, en sentido, carácter, ritmo, articulación; y el desafío es lograr eso con instrumentos que de alguna manera fueron diseñados para otra música. Me atrae lo que mueve la música popular, lo que genera y lo que sensibiliza, a quienes la hacen o la eligen para acompañar sus momentos. Me dedico a intentar lograrlo con el cello, y para eso cuento con Ariadna, una compañera que lo complementa desde su propia experiencia.

Bruschini: -Tocamos mucho tango, algo que cada una ha hecho desde su recorrido personal. Pero más allá de eso, a mí el folclore siempre me conmovió. Por otro lado, hay una decisión artística de que sea música argentina, que sean músicas populares, las que forman parte de Bruma. Y esa decisión tiene que ver con movernos, como te decía, a partir de lo que nos va conmoviendo.