El segundo juicio por el encubrimiento del crimen de Lucas González, el chico asesinado en noviembre de 2021 por efectivos de la Policía porteña, ya tiene fecha definida. Se desarrollará durante el mes de agosto y sólo juzgará al oficial Facundo Torres, acusado de aportar la pistola de juguete con que los efectivos ya condenados en el primer juicio intentaron instalar la falsa versión de un enfrentamiento armado para justificar el crimen. El ex jefe de la Policía porteña, Gabriel Berard, fue sobreseído y no formará parte del juicio ni siquiera en calidad de testigo.
Los jueces Luis María Rizzi, Juan Ramos Padilla y Guillermo Enrique Friele, del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°29, fijaron para los días 19, 27 y 29 de agosto las tres audiencias en las que se desarrollará el juicio a Torres. El proceso se llevará a cabo en la sala de audiencias del propio tribunal, con sede en el edificio de Paraguay al 1500, barrio de Recoleta, lugar en el que también se realizó el primer juicio de la causa entre marzo y julio del año pasado, aunque en esa ocasión estuvo a cargo del TOC N°25.
En principio, los testigos que pasarán por el juicio a dar testimonio serán 15. Los primeros citados son Cintia López y Héctor González, los padres de Lucas, mientras que luego aparecerán Julián Salas, Joaquín Zuñiga y Niven Huanca, los tres amigos de la víctima que viajaban con él en el auto el día en que fue asesinado por Gabriel Isassi, Fabián López y Juan José Nieva, los oficiales ya condenados a perpetua por el crimen. Los cuatro chicos salían de entrenar de un predio de Barracas Central y fueron interceptados por el auto de civil de los agentes, que abrieron fuego contra ellos.
En el segundo juicio también declarará el oficial principal Héctor Cuevas, uno de los ya condenados por el encubrimiento del crimen. Precisamente el principal fue quien, en el marco del primer juicio, se quebró y señaló a Torres como el oficial que ayudó a Isassi a plantar el arma con que los agentes quisieron instalar la versión del enfrentamiento. Cuevas dijo que Torres llevó en su moto a Isassi hasta la comisaría, que allí le entregó el arma de juguete y que luego lo acercó hasta la escena del crimen, donde Isassi plantó la pistola en el auto de los chicos, por entonces ya detenidos. Todo esto con el aval de los comisarios y subcomisarios condenados por encubrimiento en el primer juicio.
Fue tras esa declaración de Cuevas que Torres quedó detenido, luego procesado y ahora elevado a juicio. En su descargo en declaración indagatoria, el oficial negó las acusaciones y aseguró que llevó a Isassi con su moto sólo para buscar cinta de peligro para la escena del crimen. Además de Cuevas, durante el nuevo juicio también declararán otros agentes porteños que conocían o estaban a cargo del trabajo de Torres.
Quien no estará presente en el segundo juicio es Gabriel Berard, jefe de la Policía porteña al momento del crimen. Aunque su nombre también apareció en el primer juicio en boca de uno de los agentes finalmente absueltos, el TOC decidió que no declarará esta vez. En aquella ocasión, el oficial Ángel Arévalos y su hermana y abogada, Natalia Arévalos, habían asegurado que Berard estuvo al tanto de lo ocurrido esa mañana del 21 de noviembre de 2021 y que, dos meses después, incluso se reunió con las familias de los acusados para decirles que los consideraba "inocentes", pero que no podían hacer nada "porque esto es un tema político y no queremos que lleguen a nosotros", según las palabras de la abogada.
Tras eso se abrió una investigación sobre el ex jefe policial que terminó cerrada más rápido que tarde. En marzo de este año la jueza Vanesa Peluffo dio por finalizada la imputación a Berard y dictó su sobreseimiento. Días después Berard declaró en calidad de testigo para desentenderse de sus posibles responsabilidades. Ahora, la querella encabezada por el abogado Gregorio Dalbón pidió que se lo citara a declarar también en el marco del juicio, pero el tribunal no hizo lugar a esa solicitud.
Tampoco estarán presentes los otros trece agentes policiales y civiles que el fiscal Leonel Gómez Barbella investigó durante toda la instrucción y para los que, pese a numerosos pedidos de detención o indagatoria, no consiguió que llegaran a juicio. Se trata de oficiales, comisarios, responsables jerárquicos de la operación de la Comuna N°4 y hasta abogadas del Ministerio de Seguridad porteño que estuvieron en el lugar del encubrimiento ese 21 de noviembre. Al igual que Berard, todos ellos fueron sobreseídos.
Por su parte, los hermanos Arévalos, junto con los policías absueltos tras el primer juicio y otros testigos del hecho, fueron rechazados para brindar testimonial en el proceso que comenzará en agosto "por no guardar vinculación directa con los hechos que son motivo de este debate". "Si durante el debate surgiera la necesidad de convocarlos, podrá evaluarse nuevamente su procedencia", aclararon los jueces.
Además de Isassi, López y Nieva, en el primer juicio fueron condenados a penas de entre cuatro y ocho años de prisión otros seis agentes de distintas jerarquías: los comisarios Rodolfo Ozán, de la 4A de Parque Patricios, Fabián Du Santos, de la 4D de Barracas, y Juan Romero, de la División Brigadas, el subcomisario Roberto Inca, el principal Cuevas, y el oficial Sebastián Baidón.