Unas sesenta empresas productoras de calzado ubicadas en territorio santafesino se vieron afectada su producción por la caída en el consumo interno que va entre un 40 y un 70 por ciento. Así lo describió Alberto Serra, presidente de la Cámara de la Industria del Calzado de Santa Fe. “Estamos hablando de industrias pequeñas, medianas y alguna bastante grande que están afectadas principalmente por la baja de consumo. Al igual que otros sectores, como indumentaria, muebles o línea blanca, tenemos el mercado interno como destino principal de nuestros productos. Esta fuerte recesión está afectando a la actividad productiva, complicando mucho la continuidad de las empresas, ni hablar de crecimiento o desarrollo" indicó el referente sectorial.
“La caída en el consumo de calzado de hombre, por un menor hábito de compra, cayó en un porcentaje mayor, ya que se difiere la compra en función de priorizar otros gastos. Debo reconocer que el frío anticipado movió levemente el consumo en algunos comercios, por una cuestión de necesidad, pero ese pequeño alivio no se ve en la fábrica porque hoy se está comercializando el zapato de invierno que se fabricó hasta abril. Hoy tengo la fábrica desarrollando colecciones para verano pero tengo junio y julio y hasta agosto no vuelven a facturar, no vuelven a entregar. Es una situación complicada", explicó Serra sobre la actualidad productiva de las fábricas de la provincia.
Santa Fe es uno de los tres polos productivos del calzado más importantes del país, junto a Córdoba y Amba. Históricamente representa entre un 15% y un 20% de la producción total. Serra apuntó que la provincia tiene una característica muy especial: se produce calzado de buena calidad, con buen diseño, destinado a un mercado de un poder adquisitivo medio.
En la actual coyuntura el nivel de empleo en el sector también cae. “Es el reflejo claro de la situación que estamos pasando, ya a fines del año pasado se podía notar de que si alguna persona renunciaba o se jubilaba no se reponía el puesto de trabajo. Hasta abril hemos detectado una baja aproximadamente del 20% de las dotaciones, y algunas empresas tuvieron una baja importante en números porque ahí tienen muchos trabajadores. Esto ha ocurrido en Rosario, Arroyo Seco y Acebal. En los lugares de mayor desarrollo y mayor empleo está ocurriendo este desgranamiento y no vemos que se corte, que haya habido algún ajuste y se terminó”, subrayó Serra.
Sobre el impacto de la apertura de las importaciones, especialmente del vecino Brasil, y cómo juega la llegada de mercadería extranjera, Serra dijo que aunque el sector siempre se vio amenazado especialmente por los productos que llegaban del vecino país planteó que el problema hoy es que “no se consume ni importado ni nacional". Pero desde la cámara encendieron las luces de alerta respecto de lo que pueda ocurrir en el verano.
“En otras épocas había mucha diferencia de precio y se había priorizado la compra de calzado importado. Hoy la amenaza para la temporada de verano es bastante seria. Hace una semana hubo una exposición importante de calzado en San Pablo y estaba lleno de argentinos comprando. Eso se va a ver con el calzado de verano, ojotas y sandalias de Brasil que son su fuerte. Ahí lo vamos a sentir”, detalló.