La prestigiosa artista plástica rosarina Graciela Sacco murió ayer a los 61 años. A lo largo de su vida trabajó principalmente con instalaciones, fotografías y videos, y cosechó reconocimiento como una de las principales creadoras contemporáneas de la ciudad. Aunque pasó algunas temporadas en Europa, vivió casi siempre en Rosario. Su trabajo está marcado por la reflexión en torno a la violencia política y social, con una búsqueda estética centrada en la luz. Su obra formó parte de exposiciones nacionales e internacionales, de las bienales de México, Venecia y Shangai, y se recuerda especialmente "Nada está donde se cree...". Se graduó en 1987 de Licenciatura en Bellas Artes de la Universidad del Rosario, donde también fue profesora.