El exsecretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla, se despidió por la 750 la referenta de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora y gran militante Nora Cortiñas luego de su muerte a los 94 años y reflexionó sobre su legado más que importante en toda la sociedad argentina.

Norita es un símbolo. Ella decía que querían que la recordemos como la que estaba en todos lados. Y representa eso. Una mujer increíble. Que era difícil. Con nosotros, que tenemos una identidad más kirchnerista, Norita tenía una visión más cuestionadora. Eso no quería decir que no te quería”, la recordó Pietragalla.

Luego, añadió: “Era muy cuestionadora. Siempre lo fue. Yo la ponía de ejemplo cuando había sectores más de izquierda que decían que el kirchnerismo había cooptado la lucha de las Madres. A Norita la amamos y, ¿quién la copta? Eran Madres que tenían sus ideas y se las respetaba porque se respeta a todas las Madres”.

De todos modos, el recuerdo más emotivo del exdiputado tiene que ver, precisamente, con el legado de la referenta de la lucha por los Derechos Humanos al decir que “para reemplazar a una Madre o a una Abuela” que ya no está, no alcanza con una persona, sino que hace falta un pueblo entero movilizado.

“Nadie puede seguir el legado. Esto es miles de personas. Es un poco lo que pasa. A veces nos frustramos, pero hay que ir a los 90 cuando no había un centro de estudiantes, espacios que invitaban a militar políticamente. Hoy vemos miles de jóvenes militando, creo que ese es el legado”, señaló.

Y añadió: “Esa juventud que va a dar resistencia y visibilidad a los proyectos que vienen. Y que van a ser una alternativa de Gobierno. Eso no pasa en todos los países. Y eso tiene que ver con el legado de las Madres. Es esa juventud participando políticamente. Y ese es el mejor legado que le podemos dejar a Norita”.