La empresa china BYD se está convirtiendo en el mayor fabricante de autos eléctricos del mundo y avanza a paso firme para dejar chiquito a su principal competidor de occidente Tesla. El fabricante chino empieza a ganar participación de mercado en distintos continentes, produce autos de alta complejidad con costos accesibles y los inversores celebran su plan de expansión global. La acción de BYD se opera a 230 dólares, cuando en 2020 cotizaba a 50.
La historia de la automotriz china parece salir de un guión cinematográfico. Wang Chuanfu fundó junto a su primo BYD en 1995. En ese momento, Wang era un investigador de 29 años con formación en química que había nacido de una familia de agricultores de arroz de Wuwei. Obtuvo una beca universitaria y se mudó a Shenzhen para iniciar su nueva compañía.
Según cuenta el portal Business Insider, el negocio original de la empresa no eran los automóviles sino las baterías de teléfonos móviles. BYD desafió a los proveedores japoneses establecidos Toyota y Sony al ofrecer una alternativa más barata. En 2002, empresas como Motorola, Nokia, Sony Ericsson y Samsung utilizaban baterías BYD.
Con el paso de los años, BYD decidió adquirir un fabricante de automóviles llamado Xi'an Tsinchuan y en 2005 lanzó su primer rodado al mercado. Se lanzó con un valor que estaba debajo de los 6000 dólares. A partir de las políticas de apoyo e incentivos estratégicos del Estado chino, la empresa pudo lanzar en 2010 su primer vehículo 100 por ciento eléctrico.
Una de las paradojas de esta historia es que en ese momento el dueño de Tesla, Elon Musk aseguraba en entrevistas públicas que BYD no era un rival digno: "¿Vieron su coche? No creo que sean un buen producto. No es particularmente atractivo. La tecnología no es sólida".
Sin embargo, hubo otros inversores de los Estados Unidos que apostaron por la empresa. Por ejemplo, Warren Buffet había desembolsado más de 200 millones de dólares a cambio del 10 por ciento de las acciones de BYD en 2008, o sea unos cuantos años antes de que se convierta en el gigante actual.
El ritmo de crecimiento de la automotriz fue vertiginoso en la última década, en una economía como la de China que consiguió hacerse de una participación excepcional en la producción de vehículos eléctricos. El Foro Mundial estimó que el Gigante asiático representó en 2022 el 64 por ciento de la producción y el 59 por ciento de las ventas mundiales de este tipo de rodados.
Estas cifras no ocurrieron por azar sino que son resultado de la planificación de China en sectores estratégicos. En los vehículos eléctricos el costo de las baterías puede representar cerca del 50 por ciento de los costos totales. China cuenta con una ventaja competitiva impactante en este punto.
El país es uno de los mayores productores de baterías LFP (litio, hierro y fosfato) con las que funcionan buena parte de los vehículos eléctricos. La firma china CATL se transformó en el mayor fabricante del mundo de estas baterías, superó a los competidores de Corea del Sur, Estados Unidos y Europa. En uno de cada tres vehículos eléctricos del mundo se usan sus baterías.
Con tecnología robusta, un producto vistoso y un mercado ultra probado en China, BYD decidió hace poco dar un nuevo paso para enfocarse en su plan de expansión global. Por ejemplo, envió los primeros utilitarios a Australia a mediados de 2002 y actualmente empieza a ganar pista en distintos continentes.
La automotriz comienza a enviar grandes cargamentos de autos a países de América latina como Brasil e incluso en Argentina la marca empieza a ser analizado por algunos sectores como un proveedor estratégico de vehículos de nueva generación con costos accesibles.
Una de las novedades que llamó la atención en la industria automotriz fue el arribo reciente de una embarcación con más de 5000 vehículos de la marca BYD al puerto brasileño de Suape, en Pernambuco.
La flota venía cargada con vehículos híbridos y 100 por ciento eléctricos, entre los cuáles había un sedán llamado BYD King que empezará a comercializarse por primera vez en las concesionarias de Brasil y competirá directamente contra otros rodados de prestigio como el Toyota Corolla Hybrid.
En Argentina, se destacó en las últimas semanas que la Federación de Conductores de Taxi presentó el primer auto eléctrico diseñado específicamente para la actividad de transporte de pasajeros, con el objetivo de empezar a renovar el parque automotor que en promedio cuenta con 14 años.
El vehículo presentado fue el modelo D1 de BYD, que se encuentra equipado con un motor de 130 caballos de potencia y una batería de casi 35 kWh que permite un nivel de autonomía cercano a los 400 kilómetros.