De manera felizmente sostenida en el tiempo, la tercera edición de El Otro Festival: Artes Escénicas y Salud Mental se realizará del 4 al 8 de junio. Originario de la ciudad de Barcelona y conocido como L'Altre Festival, la versión local es llevada adelante por un colectivo de gestores culturales con trayectoria teatral y profesionales de salud. Espectáculos, talleres, charlas y música, a cargo de compañías y grupos de Rosario, CABA y España, compartirán los espacios y escenarios de Refi Comunidad, Centro de Expresiones Contemporáneas, Centro Cultural Parque de España, el Laboratorio Sonoro de la FCPyRRII, y el Mercado del Patio. La actividad cuenta con el apoyo del C.C. Parque de España, el Ministerio de Cultura de Santa Fe, la Municipalidad de Rosario, la UNR, el colegio de Psicólogos y Casa del Paraná.
La función inaugural, con la puesta teatral de Breve Enciclopedia sobre la Amistad (Cía. BESA - CABA) será el próximo jueves a las 20 en el Teatro del Parque de España; y tanto la programación como los talleres -y su modalidad de inscripción- pueden consultarse en redes a través de IG en @elotrofestivalrosario. “Nos llena de orgullo pensar que desde distintos espacios se reconozca el trabajo del festival, y que sea esperado como un lugar de encuentro; ese había sido inicialmente el objetivo, cuando decidimos traerlo a Rosario, porque sentíamos que la ciudad reunía las condiciones necesarias para un espacio así”, comenta Paola Cocconi a Rosario/12.
-Dado el contexto, ¿qué lecturas les promueve esta edición?
-El encuentro y la posibilidad de generar mínimas condiciones para seguir produciendo, es una manera de resistir a eso que viene desde otro lugar, desvalorizando, no dándole importancia, y considerando que es poco productivo. Parece que acá todo se termina midiendo en términos económicos. Sin desconocer que las necesidades materiales para vivir tienen que estar saldadas y contempladas, también sabemos que las personas necesitamos de otras cosas. Más allá de que el contexto a veces hace que uno se desanime y le parezca que va a ser imposible encontrar los recursos, hemos podido armar un programa interesante, apostando a la producción local y también a producciones de otros lugares. Además, este año hemos tomado intencionalmente una palabra para el festival, que es “amistad”. Cuando empezamos a pensar la edición de este año, nos decíamos que lo que termina siendo un lugar de refugio y de resistencia es el encuentro, y que la amistad podía resumir la importancia de lazos sociales que sean saludables, que funcionen como un contrasentido en relación a la violencia que podemos estar viviendo, tanto en esta ciudad como discursivamente, en relación a quienes consideran que la cultura no es importante, mientras desfinancian espacios de tanta trayectoria como los institutos nacionales. En el encuentro amoroso con el otro encontramos un gran refugio, y por eso nos pareció que “amistad” es la palabra que de alguna manera nuclea o resume esto; pero no en un sentido romántico o naif, sino en un sentido político. La palabra amistad es también soportar la diferencia con el otro, y no el aniquilamiento por el pensamiento o la posición diferentes; la amistad implica un diálogo en función de esa diferencia, un respeto.
-La colaboración de tantos organismos como instituciones, dice también sobre la importancia de apoyar la actividad, más aún en estos tiempos.
-En la búsqueda de poder llevar adelante una actividad que se reconoce como un festival de la ciudad, pero que es autónomo y puede tomar definiciones y decisiones, fuimos a cada uno de los organismos públicos con los que venimos trabajando, cuyo aporte es más que necesario. Hemos encontrado obviamente algunos apoyos, el gobierno local y el gobierno provincial están aportando, incluso con algo a veces muy sencillo y que no es solo el financiamiento a través de un subsidio, sino en el uso del espacio y la disponibilidad de sus recursos humanos. Por otra parte, es el primer año que el festival no puede presentarse al Instituto Nacional de Teatro para su financiamiento, porque esa línea ya no existe. Allí se ve claramente la anulación de una posibilidad.
-¿Qué elegís destacar de la programación?
-El martes arrancamos con un laboratorio de conversación, y la programación teatral empieza el miércoles. Algunos talleres son con inscripción previa, y serán en el horario de la mañana o a la tarde temprano, para después dar lugar a las funciones. Este año pudimos sumar un espacio cultural independiente, que es Refi Comunidad, un espacio nuevo, que convoca mucho a jóvenes. Ahí tenemos tres obras, con distintos grupos, algunos de Rosario, para terminar con La fragilidad de la memoria (Cía. Tallarín con Banana), una obra local muy conocida. El jueves tenemos una Varieté en el CEC, con distintos grupos y los Gauchos Reversibles como grupo maestro de ceremonia. A las 17 se podrá ver Apurate, hermoso traidor (de Paula Luraschi); luego habrá una charla realizada en conjunto con la Facultad de Psicología; y a las 20 será la función inaugural en el Parque de España con Breve Enciclopedia sobre la Amistad. El viernes hay un par de talleres y funciones en el Parque de España, a las 20 y a las 21, con Por eso las curitas (Cía. Silaluna, de España y Argentina) y Glosario Posamoroso (Cía. Las Chicas Materiales), orientada a una convocatoria más juvenil, pensando también en ampliar el público. El sábado tenemos una intervención artística en el Mercado del Patio durante la tarde, con muchos invitados, y terminamos con Carnaval toda la vida, a cargo del Instituto Isabel Taboga. A la noche cerramos en Parque de España con Apocalipsis Rosario, una obra que se va a estrenar y no estuvo todavía en cartelera, realizada por artistas conocidos de la ciudad: Judith Ganón, Leandro Maseroni y Ricardo Arias. Y cerramos a las 21 con La canción final de Freud, a cargo de Dr. Chinasky y Los Bardos, para tener un final un poco más festivo y musical. El lazo amoroso, para nosotros, sigue siendo una manera de cuidarnos y de cuidar a otros; en ese sentido es que pensamos la salud mental.