El presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, sufrió el intento de robo de su camioneta oficial el mediodía del jueves, cuando en el Palacio de Tribunales estaban reunidos los titulartes de la Corte Suprema, el procurador de la Nación, jueces federales y representantes de Consejo de la Magistraruta. El hombre que intentó forzar la camioneta de Rosatti fue interrumpido por un custodio de Tribunales y detenido a dos cuadras, tras darse a la fuga. Según trascendió tenía una orden de captura pendiente desde mayo de 2023. 

En el entorno de Rosatti dejaron trascender que descreen que se trate de un simple intento de robo sino, más bien, de una intimidación. La camioneta Toyota SW4 de la Corte que utiliza el supremo quedó secuestrada. Y, por tratarse de un auto oficial, la causa quedó en manos de un juez federal: Ariel Lijo, uno de los candidatos del presidente Javier Milei para cubrir las vacantes del máximo tribunal

El intento de robo no ocurrió cualquier día. El jueves, Rosatti encabezó la audiencia pública del Consejo de la Magistratura; organismo que también preside el santafecino desde mediados de 2022.  El evento en el que estaban los nombres más relevantes del Poder Judicial fue también una celebración del aniversario de la reforma constitucional de 1994, de la que Rosatti fue constituyente. 

El auto oficial de Rosatti estaba en el parque de estacionamiento del Palacio de Tribunales en la calle Uruguay 449. El hombre que intentó abrirlo merodeó la zona identificando los autos estacionados antes de intentarlo. Quien identificó lo que ocurrió fue un custodio, que salió al cruce para identificarlo, pero el sospechoso intentó distraerlo y se dio a la fuga. 

A dos cuadras, el hombre fue detenido y se identificó como Franco Daniel Molina, pero, según el informe de policial su nombre real es Damián Berruet. Argentino, de 42 años, tiene antecedentes penales por robo, lesiones y resistencia a la autoridad; además de una orden de captura pendiente desde mayo de 2023. Junto a él se le secuestró una mochila gris, un destornillador plano, un destornillador tipo “T” y un handy utilizado como “inhibidor”.

La investigación quedó a cargo de Lijo, con la intervención del fiscal Franco Picardi, quien preparaba el llamado a indagatoria.