La Sala 3 del Tribunal de Juicio condenó a seis meses de prisión de ejecución condicional al exconcejal Ricardo Colque Domínguez por el delito de lesiones leves agravadas por la relación de pareja y por violencia de género.
En agosto de 2022 la fiscalía, que en el juicio fue representada por la fiscal penal de Violencia Familiar y de Género Liliana Jorge, actuó de oficio después de que tomaran estado público hechos de violencia de género que involucraron al entonces edil y su pareja.
Aunque no realizó una denuncia formal, la pareja de Domínguez relató ante la policía que el 13 de agosto de 2022, tras cargar su tarjeta SEATA en el barrio Casino, tomó un camino alternativo de regreso a su casa. Al llegar, el hombre la acusó de infidelidad, revisó su celular y la obligó a bajarse los pantalones en la vía pública para verificar sus sospechas. Ella se negó e intentó resolver la situación en casa, pero él continuó agrediéndola, por lo que escapó y llamó al servicio de emergencias 911 para pedir ayuda mientras Domínguez la perseguía.
Ya antes, el 13 de julio de 2022, durante una discusión el exedil la tomó por el cuello, la empuó contra la pared y la golpeó en el rostro, las piernas y la cabeza. En ese caso vecinos alertaron a la policía, pero el hombre intentó evadir la intervención policial no respondiendo al llamado a la puerta de la vivienda y luego, cuando fue contactado telefónicamente, dijo que no se encontraba en el domicilio. Sin embargo, una consigna policial quedó fuera de la vivienda y cuando el hombre intentó retirarse solicitó entrevistarse con la mujer, quien manifestó que estaba bien.
La mujer dijo que no había denunciado a su pareja por temor a perjudicarlo, ya que él se desempeñaba como concejal. La víctima también relató que, en ocasiones anteriores, su pareja la golpeaba en el cuerpo y después se volvió más cauteloso, y la golpeaba en la cabeza, lo que le causaba constantes dolores, además de dejarle hematomas.
La fiscalía estableció un espacio de concientización con la damnificada sobre la violencia de género, y pese a que la mujer dijo que no quería que se dictaran medidas cautelares, el equipo interdisciplinario evaluó que eran necesarias para protegerla de posible violencia psicológica.
La fiscal Liliana Jorge consideró que el ahora condenado causó daño físico y emocional a la víctima. Afirmó que la situación se agrava por el hecho de que el agresor es su pareja, y añadió que su comportamiento violento y progresivo generó temor no solo en la víctima, sino también en los vecinos.
El juez Pablo Farah impuso además a Domínguez reglas de conducta que deberá cumplir durante dos años. Entre ellas, fijar domicilio y someterse al control del Programa de Reinserción Social de Presos y Liberados de la Provincia de Salta; abstenerse del consumo de estupefacientes y del abuso de bebidas alcohólicas. También le prohibió acercarse a un radio no inferior a los 300 metros, de contacto "a través de cualquier medio y del ejercicio de violencia física, psíquica y/o verbal, respecto de la víctima y su grupo familiar". Y deberá realizar tratamiento psicológico.