Francisco Cerúndolo fue de menos a más y logró un triunfo muy importante ante el estadounidense Tommy Paul para meterse en la segunda semana de Roland Garros, instancia a la que no pudo acceder su compatriota Tomás Etcheverry, que se despidió al caer ante el noruego Casper Ruud.
Cerúndolo, cabeza de serie número 23, regresó a los octavos de final de París como el año pasado al derrotar a Paul, 14 cabeza de serie, por 3-6, 6-3, 6-3 y 6-2, en dos horas y 50 minutos. En otra jornada complicada por la lluvia, el bonaerense supo sacar adelante un partido que se le había puesto muy cuesta arriba en el arranque, cuando el norteamericano dominaba y provocaba muchos errores en el juego del argentino.
Luego de perder el set inicial, Cerúndolo comenzó a serenarse, cometió menos equivocaciones y se metió de lleno en el partido, ante un Paul que ya no lucía tan sólido. Fue entonces cuando el argentino encontró sus mejores golpes, pasó de dominado a dominador y cerró el partido con mucha autoridad.
En la próxima ronda, Cerúndolo se cruzará ante el serbio Novak Djokovic, que debió batallar casi cuatro horas y media para vencer en cinco sets al italiano Lorenzo Musetti, que tuvo ventaja de dos sets a uno y parecía que se iba a llevar el triunfo por el cansancio que mostraba el balcánico. Sin embargo, el número uno del mundo no se rindió, cambió el aire, recuperó su juego en el cuarto parcial y aseguró su triunfo por 7-5, 6-7 (6-8), 2-6, 6-2 y 6-0 cuando el reloj en París marcaba las 3:06 de la madrugada. "Fue un partido increíble. Musetti jugó increíble en el segundo y tercer set, así que merece todo el crédito", indicó el serbio.
El duelo ante Djokovic será el primero en el historial para Cerúndolo, que avisó que se siente muy confiado. Del otro lado, el campeón de 24 Grand Slam no quiere dejar nada librado al azar. "Es muy consistente, es argentino, sabe jugar muy bien. Yo tengo que recuperme porque voy a tener que correr mucho contra él", dijo Nole sobre su próximo duelo.
Distinta fue la historia para Etcheverry, que se quedó en la puerta de una gran victoria al caer ante el noruego Casper Ruud, finalista de la edición pasada, que se impuso por 6-4, 1-6, 6-2 y 6-2 en dos horas y 49 minutos.
El encuentro resultó muy parejo en el set inicial, pero el noruego golpeó justo en el décimo game para quebrar y llevarse el parcial. Etcheverry no sintió el impacto y mostró su mejor versión para igualar el marcador al final del segundo parcial. Sin embargo, cuando parecía que el juego podía decantarse para su lado, Ruud salió revitalizado en el tercer set y mostró su clase para asegurar el partido.