La sonda espacial china Chang’e 6 alunizó exitosamente este domingo en la cara oculta de la Luna para recoger muestras de suelo y rocas, que podrían aportar información sobre las diferencias entre esta región menos explorada y la cara más conocida del satélite natural.

La Administración Espacial Nacional de China (CNSA) informó que el módulo aterrizó este 2 de junio a las 6:23 am, hora de Beijing, dentro del cráter Apollo en la gigantesca cuenca Aitken del Polo Sur lunar. Esta es la sexta misión robótica no tripulada del programa de exploración lunar Chang’e y la segunda diseñada para aterrizar y traer muestras. El programa Chang’e --en honor a una diosa china que se cree vive en la Luna-- comenzó con el lanzamiento de una primera sonda en 2007. En 2020 Chang’e 5 alunizó, recolectó 1.73 kg de regolito de la cara visible de la Luna y volvió.

Un acotencimienteo histórico

Lo histórico del acontecimiento de este domingo se debe a que la llegada al lado oscuro de la Luna representa un desafío mayor: requiere de un satélite de retransmisión para mantener las comunicaciones porque la comunicación con la Tierra no puede ser directa, además de ser el terreno más accidentado y con menos zonas llanas para aterrizar. Si todo se da como el país espera, el retorno de la nave brindaría a los investigadores su primera mirada de cerca al material de esta parte del satélite.

"La misión Chang'e-6 es la primera misión de muestreo y retorno humano desde la cara oculta de la Luna", dijeron funcionarios de la CNSA y agregaron que esta "implica muchas innovaciones de ingeniería, altos riesgos y grandes dificultades".

“Las cargas útiles transportadas por el módulo de aterrizaje Chang’e-6 funcionarán según lo previsto y llevarán a cabo misiones de exploración científica”, afirmó la ANEC. La sonda, cuyo viaje de ida y vuelta se prolongará durante unos 53 días tiene cuatro componentes: un orbitador, un alunizador, un ascensor y un módulo de reentrada.

La Administración Nacional del Espacio de China informó que la sonda, despegada el 3 de mayo, ejecutó con éxito la maniobra de alunizaje. El sistema combinado de aterrizaje-ascenso inició el descenso propulsado a las 6:09 hora local, cuando se encendió el motor principal de empuje variable. La combinación ajustó rápidamente su orientación acercándose gradualmente a la superficie lunar. Durante el descenso se utilizó un sistema autónomo para evitar obstáculos. Una cámara de luz visible seleccionó una zona de aterrizaje comparativamente segura, basándose en la claridad y oscuridad de la superficie lunar.

La toma de muestras

Luego del aterrizaje, la sonda tiene previsto completar la toma de muestras en un plazo de dos días con un taladro para obtener elementos del subsuelo y un brazo robótico.

El programa lunar forma parte de una creciente rivalidad con EE.UU. y Japón e India. China puso en órbita su propia estación espacial y envía regularmente tripulaciones. Su expectativa es llegar a poner una persona en la Luna antes de 2030, lo que la convertirá en la segunda nación en lograrlo. EEUU tendría previsto volver a enviar astronautas a la Luna, aunque la NASA ha retrasado la fecha.