Rosario empezó a despedir a los cinco amigos que murieron el 31 de octubre en el atentado terrorista de Nueva York, luego de que sus restos arribaran ayer por la mañana a la ciudad, junto con tres de los sobrevivientes del ataque y familiares que habían viajado a Estados Unidos para tramitar la repatriación. La escena se concentró en la sala fúnebre de Córdoba 2900, donde se velaron a cuatro de los cinco -el sepelio de Ariel Erlij se realizó en el cementerio privado de Pérez- y desde donde partió el primer cortejo, el de Diego Angelini. El resto será inhumado esta mañana.
Los cinco féretros fueron trasladados desde Nueva York hasta el aeropuerto internacional de Ezeiza en un vuelo de Aerolíneas Argentinas. Y en la madrugada partió la caravana por la autopista Aramburu con una custodia de la policía bonaerense, primero, y de la santafesina después. En tanto, algunos deudos que habían gestionado la repatriación y los sobrevivientes Iván Brajkovic, Juan Pablo Trevisán y Ariel Benvenuto, llegaron por vía aérea en dos vuelos al aeropuerto de Fisherton. Los recibieron familiares y allegados en medio de previsibles muestras de congoja. De la recepción también participaron la intendenta Mónica Fein y el secretario general del municipio, Pablo Javkin. Por pedido de las familias, todo transcurrió con la prensa -llegaron medios porteños y también extranjeros- a distancia.
El coche fúnebre que trasladó los restos de Erlij se desvió hasta el cementerio El Prado, en la ruta 33, en Pérez. Allí transcurrió una ceremonia íntima con familiares y allegados al ingeniero y empresario de 48 años. Al atardecer lo sepultaron.
Los cuerpos de Diego Angelini, Hernán Ferrucci, Alejandro Pagnucco y Hernán Mendoza fueron instalados en dos salas del tercer piso de la cochería Caramuto. En el segundo piso se habilitó un living para albergar a la numerosa concurrencia que fluyó a lo largo de la tarde. Pero los deudos habían pedido que las primeras horas del velatorio transcurriera en la mayor intimidad, y recién a partir de las 14 se habilitó el acceso de amigos y allegados. En la calle, con media calzada vallada para el trabajo de la prensa, las cámaras registraron el constante y silencioso trajinar de quienes llevaron sus condolencias a los deudos.
El sepelio de Angelini se realizó en el Cementerio de Disidentes. El resto será inhumado hoy: Los restos de Ferruchi y de Mendoza serán trasladados a Villa Constitución para su cremación; mientras que el cuerpo de Pagnucco será sepultado también por la mañana en el cementerio de La Piedad.
La intendenta Fein y Javkin pasaron por la sala velatoria. Dijo la jefa municipal: "Rosario está recibiendo a cinco de sus ciudadanos con mucho dolor, están aquí los amigos del club y de la escuela, toda la ciudad está involucrada, ha estado tres días de luto y seguirá lamentando esta pérdida. Vinimos a saludar a la familia, a los amigos, a ponernos a disposición, por supuesto a acompañarlos en el dolor que es el dolor de toda la ciudad". También pasó por la sala de Córdoba al 2900 el ministro de Gobierno, Pablo Farías, quien señaló que los familiares "están con mucho dolor y mucha bronca por lo sucedido pero más allá de eso, están bien, con mucha entereza pasando este momento". El gobernador Miguel Lifschitz, en tanto, participó en Nueva York del homenaje que brindó el presidente Mauricio Macri.
Como se sabe, el grupo había viajado a Estados Unidos para celebrar los 30 años transcurridos desde su graduación como alumnos del Instituto Politécnico Superior. Por eso ayer, en esa escuela dependiente de la Universidad Nacional de Rosario, se interrumpieron las actividades al mediodía y su vicedirectoria, Alicia Oliva, asistió al velatorio para "honrar la amistad y el afecto que ellos tenían". "Es un día que nunca hubiéramos querido vivir. El Politécnico siempre se conoció por otras cosas, nunca por una tragedia de esta naturaleza", lamentó, y reveló que la hija de una de las víctimas -no dijo de cual- es alumna hoy de la institución.