El lunes último la sede del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires amaneció rodeada de policías tras el anuncio de su presidente, Daniel Afione, de que le había llegado el turno del achique estatal al organismo que conduce y que por lo tanto, a fin de mes llegarían decenas de despidos y la clausura de las unidades de extensión en todo el interior del país.
La Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo decidió cerrar todas las sedes provinciales que no tengan laboratorio, una medida que implica despidos de trabajadores contratados, la apertura de retiros voluntarios, relocalizaciones y pases a disponibilidad. La decisión, además, significa la desaparición de 25 sedes, entre ellas, la de Catamarca y en Salta, una oficina en la que el INTI desarrollaba tareas en conjunto con la provincia de Salta y el municipio de Vaqueros.
Así lo confirmó a Salta/12 el director de Industrias Emergentes del INTI para el NOA, Guillermo Baudino. En Catamarca son 10 técnicos que en principio deberían trasladarse a otra jurisdicción a cientos de kilómetros de donde viven, o pedir el retiro voluntario. Mientras que los ocho que prestan servicios en el HUB Tecnológico de Vaqueros deberán ser reacomodados en el Parque Industrial, donde funciona la delegación Salta.
Esa última oficina se logró mediante un convenio entre el municipio de Vaqueros y la provincia a través de la Universidad Provincial de la Administración, Tecnología y Oficios (UPATECO), en donde el INTI colabora para desarrollar el proyecto de robótica y automatización. "Pero allí también se trabaja en energías renovables con valorización de residuos de poda y con economía circular, agregado de valor a fracciones de los residuos urbanos. Tecnologías de acceso al agua y tecnologías de gestión", contó Baudino, quien dijo no entender la decisión "porque ese espacio no le significaba un peso al gobierno nacional".
En el NOA son 104 las personas contratadas, entre Salta, Jujuy, Catamarca, Tucumán y Santiago del Estero, de las cuales al menos cuatro son monotributistas (de las 300 en todo el país), que perderían su trabajo a fin de junio. Otras 16 tienen contratos en planta temporaria y quedarán sujetas a los resultados de los retiros voluntarios y las futuras decisiones que tomen desde la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo hasta lograr el objetivo deseado por el gobierno nacional, reducir la planta en un 30%.
"Habíamos armado un grupo que labura un montón con el desarrollo de proveedores locales para la minería", se lamentó Baudino hablando puntualmente de los avances en la materia en Catamarca, Salta y Jujuy.
En el Senado también se defiende
Hace unas semanas, cuando el proyecto de la Ley Bases ingresó al Senado, Baudino fue invitado como orador por la senadora salteña Nora Giménez, allí expuso el riesgo que significaba para los institutos como los que él integra que la normativa avance, no solo por las pérdidas laborales sino principalmente por el desarrollo local y tecnológico conseguido.
En unos 20 minutos, el geólogo explicó que el INTI contribuye en todo el país de manera federal al desarrollo de la industria. Además "es quien resguarda todos los pesos y medidas en el país", para que cada parte de cualquier equipo electrónico o autoparte, por ejemplo, sean ensambladas como corresponde. Realiza el control de balanzas, pesos, medidas de velocidad y de cantidades; así como otorga las garantías de calidad.
Baudino explicó que en el Noroeste Argentino "se trabaja para mejorar la agroindustria con el agregado de valor", y contó la experiencia del poroto blanco, o aluvia, que en su 90% se exporta.
Uno de los proyectos fue para aprovechar el poroto no exportable por alguna característica (que no baja su calidad pero sí su aspecto) fabricando harina y enriqueciendo la de trigo para agregarle proteínas, pero también para producir harinas sin TACC. "Es un ejemplo de agregado de valor y de integración matricial", explicó.
El técnico contó que se trabajó en conjunto con empresarios Pymes de Salta, y que el resultado fue la creación de harinas para celíacos que ya se comercializan en Buenos Aires y gran parte del país.
A su vez, en la minería se realizan trabajos conjuntos con la exploración y explotación de litio y cobre "mejorando las condiciones de trabajo y conocimiento de los proveedores locales" a través del programa de desarrollo de proveedores de la Puna. El mismo programa se creó en Salta, Catamarca y Jujuy "para que el desarrollo minero derrame sus beneficios en la zona". Y junto con el CONICET y la Universidad Nacional llevan adelante un estudio de balance hídrico de la cuenca Wayatayok Salinas Grandes "con tecnología de punta", añadió el experto.
Baudino recordó que hoy pesa sobre las provincias de Salta y Jujuy una prohibición por parte de la Corte Suprema de Justicia de la Nación para otorgar nuevos permisos de exploración en esa cuenca "hasta tanto no se realice un estudio de la disponibilidad de agua para la actividad minera". Por lo que, de no avanzar, no se podrán establecer nuevos desarrollos mineros.
El INTI también realizó un gran aporte en energías renovables, no solo a través de la energía solar, sino aprovechando la "biomasa" que genera "la ceja de selva tucumano-oranense con sus cañaverales, que son utilizados para la generación de biocombustibles, subsanar el déficit energético y pelearle al cambio climático". Pero sobre todo, destacó Baudino, "generar de un residuo, que es un pasivo ambiental, energía y oportunidades de negocios".
El INTI posee en Tucumán un laboratorio que certifica biocombustibles sólidos a través de su norma IRAM. "De cualquier desecho de la industria agroforestal sobrante, se puede hacer un combustible", detalló, pero para ello es fundamental la certificación "porque además así se puede exportar". Y contó con orgullo que ya partió el primer embarque hacia Chile, de poda de olivo de La Rioja "hecho en Tucumán".
"Son algunos simples ejemplos de agregado de valor para poder cerrar la ecuación económica" de costo beneficio, prosiguió el director de Industrias Emergentes para el Noroeste Argentino del INTI en defensa del organismo ante la motosierra del gobierno.
Para cerrar su alocución, compartió con las y los senadores una carta de apoyo de la Unión Industrial de Tucumán, "que los senadores de Tucumán deben conocer", expresó con una sonrisa apuntando a los legisladores que por orden de su gobernador, Osvaldo Jaldo acompañan las iniciativas del presidente Javier Milei. Y destacó el lema de esa asociación de industriales del norte del país, "sin industria no hay Nación".