Un operario murió aplastado por un ascensor mientras trabajaba en el mantenimiento de una escuela pública en el barrio porteño de Barracas. Docentes presentes en el momento del accidente denunciaron que no se cumplieron las medidas mínimas de seguridad ni para los trabajadores ni para los estudiantes y maestros.
La tragedia ocurrió cuando los alumnos y docentes se encontraban en el recreo, por lo que todos presenciaron el accidente. No era la primera vez que los trabajadores de mantenimiento se hacían en simultáneo a la jornada escolar, exponiendo a los niños a situaciones de riesgo.
Jorge Arellano, docente de la institución, explicó en declaraciones a la radio 750 que los alumnos del jardín de infantes deben que pasar por el pasillo que linda con el ascensor, cuya puerta se encontraba abierta de par en par porque estaban trabajando en el hueco y exponiéndolos a una tragedia aún más grande.
“Esta situación que viene ocurriendo, el trabajo de la gente terciarizada, que trabaja mientras los docentes y estudiantes estamos presentes", dijo. De parte del Gobierno de la Ciudad, la respuesta fue tirar la pelota afuera: "(Los funcionarios que vinieron nos dijeron que que la responsabilidad era de la empresa contrada, pero a la empresa la contrata el Gobierno”.
De hecho, el Ministerio de Educación de la Ciudad se presentó en la escuela, y se comprometió a la realización del peritaje, su informe, y a llevar adelante una reunión con el personal de la institución.
En tanto, legisladores del Frente de Izquierda y los Trabajadores anticiparon que solicitarán un pedido de informes para conocer si la empresa terciarizada presta sus servicios en otros colegios porteños, en qué estado se encuentran y por qué esta en especial se realizaba en pleno horario escolar.