Con gases y palos, el gobierno porteño reprimió a los trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) que se manifestaron sobre la avenida General Paz en rechazo a los despidos y cierre de 25 sedes regionales de ese organismo en distintos punto del país.
La represión estuvo cargo de la Policía de la Ciudad, que avanzó contra la manifestación organizada luego de que la administración de Javier Milei anunciara que el mes próximo no renovará al menos mil contratos y vaciaría oficinas enteras tanto en distintas ciudades como en la sede que el INTI tiene en el límite entre Capital Federal y provincia de Buenos Aires.
“A los que nos vienen a reprimir, en el INTI les certificamos los chalecos antibalas”, reprochó una de las profesionales del organismo en crisis. “A los trabajadores que no estamos armados con la plata del Estado nos vienen a reprimir como si nada. Es una barbaridad lo que están haciendo”, agregó en diálogo con C5N.
En un principio, los empleados agrupados en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) se concentraron en la sede del organismo ubicada sobre General Paz, a 200 metros de avenida Constituyentes. Luego se movilizaron por una de las colectoras en dirección al Riachuelo, a la altura de Villa Maipú.
Durante varios minutos, los trabajadores cortaron esa arteria con gomas y vallas plásticas. En un principio, la Policía de la Ciudad intervino para disuadir el corte, pero a los pocos minutos llegó un pelotón de Gendarmería que se paró cara a cara frente a los trabajadores.
Minutos después y sin aguardar los resultados del diálogo entre el titular de ATE-Capital, Daniel Catalano, con uno de los oficiales a cargo del operativo, el Ministerio de Seguridad porteño a cargo de Waldo Wolff ordenó a la infantería avanzar contra la protesta.
Los agentes empujaron la concentración hacia la colectora, arrojando gas pimienta y golpeando con sus bastones a los manifestantes.
La tensión continuó. Los trabajadores arrojaron piedras contra los efectivos que siguieron rociando con gases hasta que el cordón de manifestantes fue empujado detrás de la colectora.
Wolff celebró la actuación de la Policía. "Como decimos siempre: manifestarse sí, cortar la calle, no", dijo y remarcó que están "aplicando la ley".