La Cámara de Apelaciones de San Isidro hizo lugar al pedido de excarcelación solicitado por la defensa del financista Alejandro Muszak y otros detenidos por la causa que investiga las supuestas estafas de la financiera Wenance. De acuerdo al fallo, que lleva la firma de los jueces Luis Cayuela y Leonardo Pitlevnik, y la secretaria Viviana Vega, Muszak podría aguardar el juicio en libertad.

Se espera la apelación del fiscal que instruyó la causa, Alejandro Guevara, que debe presentarse dentro de los próximos tres días hábiles. En tanto desde el estudio de Marcela De Leonardis, que representa a los querellantes, explica que por ser un dictamen de cámara, no tiene recurso en esta instancia.

El pedido de prisión preventiva, que data de principios de mayo y lleva la firma de Guevara, tiene más de 300 fojas, a lo largo de las cuales detalla tanto la capacidad de entorpecer la investigación como de profugarse de Muszak, a quien sindica como "jefe de una asociación ilícita" que cometió al menos veintitrés estafas.

La excarcelación, en cambio, tiene apenas 25 hojas y descarta el riesgo de fuga por dos motivos al menos curiosos. Uno, que Muszak está a cargo de su hija, pero esta es mayor de edad ya que tiene 21 años. Dos, que es accionista mayoritario y presidente de Wenance, empresa en cuya quiebra fraudulenta radica la estafa.

Para la excarcelación de los reos, se fijó una fianza de 980 millones de pesos. Consultada por Buenos Aires/12, De Leonardis afirma que “es baja para el patrimonio mal habido que suponemos que tiene, pero es alta para los cánones habituales de la justicia”.

A la vez, y considerando que en su acuerdo de divorcio de febrero pasado no declaró dinero en efectivo, la letrada sostiene que “primero, hay que ver qué pasa con la apelación, pero después, hay que ver de dónde saca la plata para pagar la caución, porque puede incurrir en actos auto incriminatorios”.

La abogada, que venía anticipando que habría novedades importantes en la causa una semana antes de la detención de Muszak, afirma también que “hace unos días vinieron a ofrecer planes de pagos para los que retiraran la demanda penal, pero dijimos que no”.

“Leonardo Cositorto sigue en cana por la causa de Generación Zeo. Eugenio Curatola se comió ocho años en cana y Enrique Blacksley se comió cinco por lo de Hope Funds. Todos esas causas son menos de esto, si este pibe sale es el fin de la justicia”, dijo uno de los abogados.

Desconfianza

Las últimas declaraciones de De Leonardis vienen a contener cierta desconfianza y prevenciones respecto de su actuación, especialmente entre los querellantes que tienen su denuncia radicada en el juzgado 43 de la ciudad, a cargo de la Dra. Paula González.

Los estafados, en sus grupos de chat, subrayan la amistad de De Leonardis con Fernanda Nuevo, la camarista que autorizó a Wenance el concurso preventivo en el fuero civil y comercial de San Isidro, rechazado por la jueza de primera instancia, Gabriela Padín.

La mirada está puesta sobre la camarista porque Muszak, que decidió de manera unilateral dejar de cumplir todas sus obligaciones con inversores, proveedores y empleados el 3 de julio del año pasado, cambió su domicilio comercial de la Ciudad de Buenos Aires a San Isidro pocos días antes de consumar la maniobra que dio origen a la causa, en lo que varios abogados con acceso a la causa califican como "forum shopping".

Antecedentes

Wenance prestaba dinero por internet a sectores no bancarizados con altas tasas de interés. “Les damos la oportunidad a esos sectores de regresar al sistema, de reconstruir su scoring, y eso obviamente tiene un precio”, decía Muszak en 2017 y 2018, cuando explicaba su negocio en foros sectoriales.

En julio de 2023, abrió un nuevo frente de conflicto con los inversores que colocaban su dinero para que Wenance lo prestara, en un caso evidente de intermediación financiera sin licencia del BCRA. En julio, el financista alegó un “aumento de la mora por la crisis económica” y entró en cesación de pagos, aunque en el expediente hay elementos suficientes para acreditar una quiebra fraudulenta.

Las operaciones de Abuntia comenzaron en 2021 y crecieron durante 2022. La explicación era sencilla: Muszak les ofrecía a sus inversores de Wenance “una plaza más segura y estable que la Argentina”. Muchos compraron el argumento.

Cuando el financista decidió dejar de cumplir sus compromisos con inversores, proveedores y empleados, también lo hizo con los “españoles”, que eran en realidad argentinos, muchos de ellos residentes fuera del país. 

En agosto del año pasado, Abuntia anunció a sus inversores el inicio de un proceso de auditoría externa, paso previo para elaborar un plan de reestructuración de deuda. Pero tres empresas de auditoría renunciaron, en disconformidad con la injerencia de Muszak en el proceso. En la actualidad, además de los procesos en Uruguay y España, enfrenta una causa en la justicia federal por lavado de dinero, que recayó en el juzgado de Daniel Rafecas.