Una escultura del artista colombiano Fernando Botero, expuesta en una galería Bartoux, en París, fue robada durante el fin de semana con manso método: el ladrón en cuestión la tomó en brazos y la sacó tranquilamente delante de varios visitantes, sin molestarse por ocultar su rostro y sin que nadie se percatara del hecho. La obra en bronce pesa unos diez kilos y su valor está estimado en 493.000 dólares. Minutos antes de llevársela a upa, el hombre había hecho una especie de ensayo, porque la había recogido, transportado hacia la salida y devuelto a su lugar. Los sagaces encargados de la galería se dieron cuenta del robo cuando llegó la hora de cerrar, el sábado por la noche.