Desde Roma

No se puede decir con exactitud qué sucederá después de las elecciones europeas que se realizarán del 6 al 9 de junio. Pero los resultados de las encuestas preelectorales no son demasiado optimistas y presuponen un avance de la derecha en casi toda la Unión Europea (UE).

Las investigaciones realizadas por varias empresas, entre ellas Ipsos (un grupo internacional de investigaciones basado en París) a pedido del canal televisivo Euronews, se basan en los resultados de encuestas realizadas en distintos países que ofrecen un panorama de la situación.

El Parlamento Europeo se renueva cada cinco años y es la única asamblea parlamentaria multinacional del mundo elegida por voto directo. Los 720 eurodiputados que serán elegidos (15 más que en 2019) , representarán a 450 millones de personas, y son los encargados de ir marcando el camino de la UE, decidiendo sobre nuevas leyes que influirán a nivel económico, político y social como sobre la pobreza, el cambio climático, las migraciones, sólo por dar algunos ejemplos. Los europarlamentarios eligen asimismo al presidente de la Comisión Europea, es decir, el poder ejecutivo de la UE, y a sus miembros.

Según un análisis de Cidob, un centro investigación de asuntos internacionales de Barcelona, de los 27 países miembros de la UE, actualmente tres tienen gobiernos de derecha (Italia, Hungría y Croacia), nueve de centroderecha (Irlanda, Grecia, Finlandia, Holanda, Portugal, Rep. Checa, Lituania, Luxemburgo, Suecia), siete de centro (Bélgica, Francia, Polonia, Austria, Chipre, Estonia, Letonia), cuatro de centroizquierda (Alemania, Eslovaquia, Eslovenia y Malta), uno de izquierda (España) y tres liderados por coaliciones (Rumania, Bulgaria, Dinamarca).

En estas elecciones cada país puede votar uno o más de los cuatro días disponibles para las elecciones y los resultados muy probablemente se conocerán a partir del 10. En Italia se vota el 8 y 9 de junio.

Cada país tiene en el Europarlamento un número de diputados proporcional a su población. Todos los países, además, tienen que usar un sistema electoral proporcional, es decir que a cada lista de candidatos es asignado un número de puestos en el Parlamento en proporción a los votos recibidos.

La defensa ante la amenaza rusa y la guerra de Ucrania, el conflicto entre Israel y Palestina, la posición de la UE frente a las guerras existentes en otros lugares del mundo, la inflación y la recuperación económica, el descontento en las zonas rurales, el cambio climático y la transición verde y la digital, los efectos de la inteligencia artificial, las migraciones y las relaciones exteriores con gigantes como Estados Unidos o China, serán temas fundamentales en los próximos cinco años de legislatura.

Italia

Italia permite votar hasta tres candidatos de una misma lista, que deben ser de distinto sexo. En este contexto, curiosamente, este año algunos partidos italianos han decidido poner al frente de las propias listas a sus líderes, que si ya ocupan un lugar en el Parlamento italiano deberán renunciar si son elegidos en Europa porque no se puede ser parlamentario local y europeo. Entre los candidatos, la actual primera ministra, Giorgia Meloni, del partido de ultraderecha Fratelli d’Italia (FDI), la líder del Partido Democrático (PD, centroizquierda) Elly Schlein y Antonio Tajani, actual ministro del Exterior y conductor del partido fundado por Silvio Berlusconi, Forza Italia (FI, centroderecha).

Los tres candidatos son diputados del Parlamento italiano en este momento. Posiblemente los líderes partidarios se han propuesto como candidatos sólo para ganar más votos pero una vez concluido el proceso electoral renunciarán al cargo europeo dejando el lugar a otro candidato.

Según las encuestas dadas a conocer en torno al 20 de mayo y llevadas a cabo por varias empresas que hacen análisis sociopolíticos como Ipsos (para el canal) Euronews, Supermedia (para el diario Corriere della Sera) y SWG (para la televisión La7 ), las intenciones de los votantes italianos en estas elecciones europeas favorecerán a FDI que llegaría en esta ocasión a obtener en torno al 27% de los votos (encuestas anteriores hablaban de casi el 29%), superando de todas maneras a los demás partidos. Lo sigue el PD que conseguiría en torno el 22,5% (antes se habló del 21%). El Movimiento 5 Estrellas (centro, M5S) conseguiría cerca del 16% mientras en la derecha, se confirma que los dos partidos que también forman parte del gobierno, Forza Italia (FI) y la Liga de Matteo Salvini, conseguirían en torno al 8,3-8,7% de los votos.

Dos sorpresas han influido en la campaña electoral de Meloni, que esperaba obtener una victoria estrepitosa en las elecciones europeas, según Maurizio Molinari, director del diario romano La Repubblica. La primera sorpresa fue el arresto por presunta corrupción del gobernador de la región Liguria (la región del poderoso puerto de Génova), Giovanni Toti, que tiene raíces en la centroderecha. La segunda sorpresa se refiere a las previsiones electorales. Al parecer el Partido Popular europeo (PP) resultará mayoritario por lo cual Meloni deberá evaluar si aliarse con la derechista francesa Marine Le Pen, líder de PP o correr por su cuenta. FI nunca entró en el PP y Meloni quiere formar una nueva alianza de derecha en la UE, "Conservadores y Reformistas”, para lo cual ha estrechado relaciones con otros partidos derecha como Vox de España y Fidesz de Hungría, guiado por el primer ministro húngaro Viktor Orban.

Y en el intento de conseguir más votos, la premier Meloni cerró la campaña electoral el sábado en Roma acusando a los opositores de centroizquierda. “Ustedes proporcionan pretextos a los extremistas para envenenar nuestra democracia con el odio, y se presentan como personas responsables...Es vergonzoso que se usen estos temas para lograr votos”, dijo refiriéndose a críticas de parte de la Líder del PD, Elly Schlein, y de socialistas de la UE. “Si no soy un líder democrático ¿qué soy? ¿un dictador? Y si soy un dictador ¿qué se hace? La lucha armada para derrocarme?”, dijo, hablando de sí misma en masculino como hace siempre.

El resto de Europa

En España, las elecciones europeas pondrán a prueba la batalla entre el PSOE (partido socialista obrero español), el Partido Popular (PP, centroderecha) y la ultraderecha de Vox. Como parte de su campaña electoral europea Vox hizo recientemente una cumbre internacional en Madrid, al que asistió el presidente argentino Javier Milei y la primera ministra italiana lo hizo por Internet. Según encuestas ordenadas por el diario El País y la Cadena Ser, el PP se presentaría como la primera fuerza de España con un 33,5% de los votos y 23 diputados. El PSOE bajaría pero no tanto. Perdería un diputado de los 20 que tenía hasta ahora. Vox que en las pasadas elecciones de 2019 se colocó en el quinto lugar, ahora ocuparía el tercer puesto consiguiendo el 12,6% de los votos y 8 lugares en el Parlamento. Y esto demuestra, según los analistas, que España también ha empezado a contribuir a la expansión de la extrema derecha.

En Alemania, el actual gobierno de centroizquierda liderado por Olaf Scholz, se podría ver obstaculizado si la derecha avanza en Europa, según encuestas de Euronews. Los resultados de estos sondeos indicaron que las intenciones de voto de los alemanes en abril pasado, cuando se hicieron las encuestas, premiaban sobre todo a tres grandes partidos de derecha: CDU (Unión Cristiano-Democrática) y CSU (Unión Cristiana Social de Baviera) -ambos partidos aliados al PP en el Parlamento Europeo) y la extrema derecha de AfD (Alternativa para Alemania).

En Francia el avance de la extrema derecha preocupa al presidente centrista Emmanuel Macron. Según las encuestas de Euronews, la Rassemblement National (Agrupación Nacional) el partido de extrema derecha liderado por Marine Le Pen, ocupa el primer lugar en las encuestas por las intenciones de voto (con casi el 32%) , seguido por Renaissance (Renacimiento) el partido de Macron con el 17% y luego por el Partido Socialista con el 14%. Si se confirman estos datos, la alianza de partidos de ultra derecha en el Europarlamento, “Identidad y democracia”, del que forman parte el PP y La Liga de Salvini entre otros, se perfilaría como predominante.

En Portugal, casi once millones de ciudadanos votarán para elegir a 21 eurodiputados. Según las encuestas el Partido Socialista parte como favorito pero la ultraderecha del partido Chega ha ido avanzando (actualmente cuenta con casi el 20% de las preferencias).

En Irlanda los dos países dominantes son el partido independientista Sinn Fein y el de centro-derecha Fine Gael, el primero conseguiría el 23% de los votos, el segundo el 20%.

En Polonia se presentaría casi un empate entre el partido liberal europeista Coalición Cívica (31,2%) y PIS (derecho y justicia) de extrema derecha (32, 3%).

En Hungría, hoy gobernada por el ultraderechista Viktor Orban, el panorama parece presentar una imagen diferente. Al partido de Orban, Fidesz, se le atribuye el 45% de los consensos, un 8% menos que en las elecciones de 2019. Y al parecer lo que está provocando estos números es la campaña lanzada por Péter Magyar, un exaliado de Orban que ahora le está haciendo una suerte de guerra. Tisza, el nuevo partido de Magyar, podría conseguir en torno al 25% de los votos.

En los demás países de la UE existe también una tendencia de voto hacia la derecha, por ejemplo en Bélgica y Grecia, aunque las derechas han perdido consenso. En Holanda, en cambio podrían ganar los socialdemocráticos.

Aunque todo hace pensar que el resultado final podría encaminarse hacia la derecha, hay que tener claro que todas estas cifras proporcionadas por las encuestas son sólo aproximativas.

Los jóvenes y la afluencia a las urnas

Otro tema importante es la afluencia a las urnas que en los años precedentes se ha demostrado en disminución permanente. Este año son 375 millones los que tienen derecho a votar en la UE. Estas elecciones además se presentan como una oportunidad para los jóvenes, ya que para muchos de ellos será la primera vez que votan. En efecto, en Austria y Malta los jóvenes pueden votar a 16 años mientras en Grecia a los 17 y en los restantes países europeos en general a los 18.

En Italia, donde el voto no es obligatorio, ha habido en general bastante desinterés de los votantes en los últimos años, hecho que se atribuye en parte a los efectos de la pandemia. Pero últimamente, como se ha demostrado durante el gobierno de Meloni, los jóvenes universitarios salen a la calle para protestar y para defender sus intereses, principalmente concentrados en la guerra en Gaza, el cambio climático, en la igualdad y en la seguridad, lo que hace suponer que participarán al voto. La investigación de Ipsos realizada en 18 países europeos, en efecto, ha revelado que el 53% de los jóvenes europeos entre 18 y 29 años consideran al clima la prioridad absoluta mientras el 83% lo considera un tema importante.