Un encuentro musical de dos jóvenes artistas rosarinos por adopción se producirá el sábado, a las 21, en el Gran Salón de Plataforma Lavardén (Mendoza 1085, 5° piso). Por un lado, Musgo presenta "techno, identidad marrón, mística ancestral y un presente decidido a religarse con la historia no contada proclaman reverencia en una misa pagana que lleva por nombre Tupinambá, su nuevo trabajo plástico-sonoro". En la misma fecha, y con Musgo como invitado en alguna canción, Neyen Morra hará la primera presentación en vivo de su flamante disco, Música y distancia.
Musgo es creador sonoro, compositor y docente vinculado a las corporalidades sonoras de la voz humana, es también director artístico y puestista en escena. Lo que promete para este concierto es "una hibridación entre elementos orgánicos y otros programados, que orbitan alrededor de una teatralidad sonora entre planos digitales y acústicos, dando luz a un repertorio explosivo de versatilidades, como así también el empleo performático de la voz humana y animal". Participarán como invitados Mariana Pissano, Kun Aguirre, Nehurotic, y Julieta Masuelli.
Tupinambá abre con una canción que trae la voz de Nélida Argentina Zenón. “Saben, quienes acuden a los aullidos del tiempo, que estas manos han de escarbar entre los nervios de la tierra el bosque que se engendra entre el fósforo y la memoria” son palabras que florecen en la voz chamánica de la embajadora cultural del chamamé y pieza fundamental del patrimonio guaraní.
La música de Musgo planta sus raíces en la geografía y la historia de su pueblo. "Tiene que ver con los lugares que uno frecuenta o visita de chico, por ejemplo, una playa con piedras y a medida que vas creciendo, te vas dando cuenta de que esa piedra proviene de una erupción volcánica del momento en que se separa América de África y es la misma en la que estás sentado tomando mate. Sabés que ahí encontraron flechas, lo que da indicios de que era un lugar de intercambio, porque estaban hechas con un material de otro lugar del mundo. Entonces, te lleva a decir que existo en un lugar que tiene una historia mucho más grande de la que uno se imagina. Ahí encontramos la inspiración, porque en la canción no dejamos de hablar de amor, de decepción, de violencia, de la necesidad de la contención", cuenta Musgo, oriundo de Concordia pero afincado hace años en Rosario.
Neyen llegó a Rosario hace 15 años, desde Chaco. Comenzó a urdir su disco Música y distancia en pandemia, y el 31 de mayo pudo publicarlo. La producción invita a "un viaje a través del corazón, un testimonio del poder de la música para unir, para sentir cerca a los afectos sin importar las distancia en la que se encuentren. Cada canción es una ventana a una nueva tierra de emociones pintadas con las tonalidades variables del amor, la nostalgia y la esperanza". Con composiciones propias, de colegas amigos y de grandes influencias que marcaron su historia y su camino musical, la presentación contará con Gastón Hermier en guitarra, Pablo Juarez en piano y Juancho Perone en percusión.
Neyen y Musgo comparten la música desde hace años. Primero, Musgo conocía y admiraba a Neyen. "Me parece hasta el día de hoy una de las mejores trovadoras, es una compositora extraordinaria y en vivo es un artista muy conmovedora", dice Musgo y agrega: "Ella es una cancionista hecha y derecha. A mí me gusta más explorar en lo sonoro, en la poesía del sonido". Neyen lo conoció en 2018, y a partir de entonces, se invitaron a compartir música en distintas fechas. "Se generaba algo tan lindo entre las voces que se iban uniendo, también fue lindo coincidir en un repertorio, y desde ahí creció una amistad hermosa". El sábado, cada quien presentará sus propios temas, pero habrá tiempo para que Neyen invite a Musgo en alguna canción.
Las entradas están a la venta en entradaslavarden.com y en la boletería del teatro.