La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó este miércoles la primera muerte humana causada por la gripe aviar H5N2. Según trascendió, la víctima es un hombre, de 59 años, de nacionalidad mexicana, que murió el 24 de abril después de desarrollar fiebre, dificultad para respirar, diarrea, náuseas y malestar general.
Se trata del primer caso humano confirmado en un laboratorio de una infección con un subtipo de influenza aviar reportado a nivel mundial y la primera infección por el virus H5N2 en una persona reportada en México.
Según la OMS, aunque se han reportado casos de la gripe aviar H5N2 en aves de corral en México, la víctima no tenía antecedentes de exposición a dichos animales.
Además, la organización detalló que el paciente de 59 años tenía múltiples afecciones médicas previas y había estado postrado en cama durante tres semanas por otras razones antes de la aparición de los síntomas agudos.
“El 17 de abril, el paciente desarrolló fiebre, dificultad para respirar, diarrea, náuseas y malestar general. El 24 de abril buscó atención médica, fue hospitalizado en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias “Ismael Cosio Villegas” (INER) y falleció ese mismo día por complicaciones de su padecimiento”, informó la OMS.
El caso sorprendió a la opinión pública puesto que el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) había declarado a México como libre de gripe aviar tipo A en abril pasado, y dijo que el virus había estado ausente por más de 25 años. El último caso corroborado en producción comercial databa del 5 de junio de 1995.
Por su parte, la OMS detalló que este es el único caso detectado en ese país y aclaró que “sobre la base de la información disponible, evalúan como bajo el riesgo actual que representa este virus para la población general”.
De momento, no se reportaron más casos durante la investigación epidemiológica. Tampoco entre los contactos del paciente.
La gripe aviar es una enfermedad viral que afecta tanto a las aves de corral como a las silvestres. Ocasionalmente, puede transmitirse a personas expuestas a las aves contaminadas, pero especialistas aseguran que este fenómeno es poco común.
El contagio "ocurre cuando las secreciones o excretas de aves infectadas son inhaladas o el virus entra en boca, nariz u ojos". En este sentido, es preciso remarcar que el virus no se transmite por la ingesta de alimentos, por lo que el consumo de carne aviar, huevos y sus subproductos no presenta peligro para la población.