Con el reciente número, la revista Topía llegó al número 100. Desde abril de 1991 ha salido ininterrumpidamente tres veces por año. Una publicación de psicoanálisis, sociedad y cultura que atravesó muchos tiempos difíciles, tal como el actual.
¿Cómo surgióTopía en 1991? Venimos de una tradición de psicoanalistas que pusieron el psicoanálisis no al servicio de preservar instituciones psicoanalíticas, sino un psicoanálisis al servicio de la sociedad. Muchos de ellos habitan las páginas de Topía desde los inicios.
El primer editorial escrito por Enrique Carpintero, director desde entonces, es claro: “Topía --una palabra que encontré para definir un posicionamiento-- alude a un lugar en el que el inconsciente es social y lo social se hace inconsciente, permitiendo encontrar el hilo de Ariadna de nuestros deseos. ... De esta manera, Topía revista se propone como un espacio de reflexión donde el psicoanálisis, al no pretender transformarse en una cosmovisión, se pueda encontrar en un dialogo fecundo con otros saberes y con los movimientos sociales y ecológicos...”
En ese mismo primer número, Fernando Ulloa (miembro del Consejo de Asesores y colaborador habitual de nuestra revista) sostenía que “Topía se acerca bastante a un concepto que utilizo en mi práctica institucional como psicoanalista. En cierta forma, es una redefinición 'moderna' de la Utopía. Porque la utopía redefinida así, modernamente, no es un no lugar, sino que es lo contrario de la renegación. La renegación es negar una realidad social en la que se está inmerso, o negar las características de esta realidad social, y negar que se niega. Esto tiene un ejemplo exaltado y paradigmático en toda la época de la represión integral donde precisamente lo que se buscaba era que la gente negara las situaciones siniestras que estaban aconteciendo”.
A lo largo de estos años, fuimos expandiendo nuestros territorios de pensamiento crítico. Hemos trabajado y hecho trabajar a diferentes autores para abordar las diferentes temáticas de nuestro dossier. Desde León Rozitchner a J.-B. Pontalis, pasando por Silvia Bleichmar, Eduardo Pavlovsky, Gilou García Reinoso, Robert Castel, Vicente Zito Lema, Roberto Harari y tantos más, en un listado que por la brevedad es injusto. Los desarrollos en el cruce del psicoanálisis, sociedad y cultura se iluminaron puntos ciegos de los cambios de la subjetividad a lo largo de estos años. También impulsaron a crear nuestro sitio web, que es uno de los más visitados en español, y a la constitución de nuestra editorial, que ha publicado más de 200 títulos.
Para estas 100 ediciones tenemos un número especial en su versión de papel y digital. Y seguimos avanzando. Nos encontraremos en una Jornada sobre “El psicoanálisis en el fin de una época. Construyendo pensamiento crítico contra la derecha neofascista”. Allí, el 28 y 29 de junio trabajaremos distintas temáticas sobre las formas de subjetivación (y desubjetivación) y los abordajes en estos tiempos.
Topía es un lugar, un espacio de encuentro y producción. Una propuesta de construir colectivamente nuevos territorios de pensamiento crítico. Hoy, para forjar herramientas de intervención en tiempos del ascenso del neofascismo. Estos 100 números son ladrillos de esta construcción de territorios de pensamiento crítico. Herramientas para poder pensar y articular nuestra actualidad con la historia y la memoria. Nos sobran los motivos para intercambiar y seguir construyendo estas Topías.
Enrique Carpintero y Alejandro Vainer son psicoanalistas. Director y Coordinador General de Revista Topía.