Un fin de semana con el piano al frente. Así se prepara Prez, el activo reducto jazzero de Anchorena 1347. Para el viernes, la casa anuncia al pianista cordobés Eduardo Elia. El sábado propone a Marcos Sanguinetti, a las 20.30, y a las 22.45 a otro de los pianistas destacados de esta época: Nataniel Edelman, que junto a Santiago Lamisovski en contrabajo y Sergio Verdinelli en batería presentará la música de Perecedero, su nuevo disco, editado por el sello rosarino BlueArt. Matizando tanto piano, el viernes a las 22.45 el notable guitarrista Darío Íscaro presentará música propia, en trío con Nicolás Blaumberg, en contrabajo y Chris Mollard en batería.

Desde distintos lugares, pero con la misma solvencia, Elia y Edelman formulan sus propuestas desde el tradicional trío de jazz, con bajo y batería. Edelman publicó recientemente Perecedero, un disco en muchos sentidos trascendental, en el que, al frente de un trío que respira con él, elabora una música personal, abierta a las distintas tradiciones del jazz. 

“Siento que el trío permite una circulación amplia y a la vez concentrada. Posibilita una dinámica de la cercanía, se puede desdoblar en dúos, solos, quintetos”, dice Edelman a Página/12. “Por eso, elegir mis compañeros de música es para mí una decisión tan importante como cualquier otra elección en la composición. Como elegir un ritmo, una armonía. En la elección de los músicos se termina de definir lo que no está expresado en la partitura y es determinante en un contexto como el del jazz, con un grado alto de improvisación”, continua el pianista, cultor del detalle y aliado del contrapunto libre, que el año pasado sorprendió con Un ruido de agua, disco distinto, con un trío distinto, entonces integrado por Michael Formanek en contrabajo y Michael Attias en saxo.

Nataniel Edelman.

En Perecedero, entre el malambo imaginario de “Mudanzas”, el respiro coral de “Brizna” y “Niz No”, y los vapores pop del tema que da nombre al disco, la música de Edelman se apropia con originalidad de los lenguajes propios del jazz, desde formas de la balada y actualizaciones de hard bop. Edelman recuerda que la música de este disco se terminó de armar entre ensayos y conciertos. “Algunos temas necesitaron más elaboración que otros, el aporte de Sergio Verdinelli y Santi Lamisovski fue muy importante, porque además de que se tocan todo, ambos también componen y tienen ideas poderosas. Con esa dinámica construimos un paisaje con identidad y color, para que cada vez que tocamos podamos improvisar y crear algo nuevo”, sostiene el pianista. "Lo efímero del instante, a esa cualidad perecedera, irrepetible de la música”, es lo que busca capturar y define el título de su disco.

Mientras trabaja en otros proyectos de música original, Elia, que el año pasado editó el excelente Una pregunta, tres respuestas, propondrá en Prez músicas de Thelonious Monk y Wayne Shorter. “Son dos músicos que me influyeron mucho, por la forma de abordar la música, de componer, de improvisar, de tocar, que representan. En el caso de Shorter, escribí además unos arreglos”, cuenta. “Y también vamos a tocar standards, cosa que siempre trato de hacer. Es un desafío tocar esos temas que tantos músicos han tocado durante tanto tiempo, y a la vez encontrar una manera personal de hacerlo”.

La gimnasia del estándar y la disciplina del trío son para Elia una excelente oportunidad de profundizar sobre lo conocido. “El trío permite un grado de interacción que no ofrecen orgánicos más grandes, y eso hace que la improvisación se dé de una manera más natural. En mi caso, me interesa explorar la relación de la tradición con formas más libres de abordar el trío, y para eso contar con músicos que conocen tanto de esta música y que son tan versátiles como Jerónimo y Eloy, que es inmejorable", concluye Elia.