Hambrear a les indigentes a pesar de poseer toneladas de comida estatal dejó la fractura expuesta que desnuda los severos límites de la gestión libertaria. “La política miserable” titula el presidente uno de sus dardos digitales. Y, aunque lo dice en contra de quienes denuncian sus entuertos, le salió el tiro por la culata, ya que enunció una definición certera de su propia política. Todavía retumba su cruel e ignorante discurso acerca de que la gente no es tonta y algo va a hac