La final de Roland Garros de 2024 afrontará dos torbellinos, el de tenis que aporta la polaca Iga Swiatek y el de ilusión desbordante de la italiana Jasmine Paolini, que contra todo pronóstico se clasificó a sus 28 años para la primera final de su vida en un Grand Slam.
En sintonía con el romance que el tenis italiano está teniendo con este Roland Garros, Paolini logró colarse por sorpresa en una final en la que nadie dudaba que estaría Swiatek. "Soñar es lo más importante", dijo la italiana tras superar 6-3 y 6-1 a la rusa Mirra Andreeva, que podría haber firmado esa frase en caso de haberse impuesto, a sus 17 años, en la semifinal.
Pero pudo más la determinación de la toscana que la potencia de la rusa en el duelo de promesas que nadie auguraba a estas alturas del torneo. Paolini no dejó opción a la tenista nacida en los confines de Siberia, criada tenísticamente en Francia y moldeada desde abril pasado por la española Conchita Martínez, una promesa en ciernes que apunta alto en el tenis de los próximos años.
En París superó varias barreras, jugó su primera semifinal de un grande, venció a la número 2, la bielorrusa Arya Sabalenka, pero tendrá que esperar un poco para disputar su primera final.
Ese derecho se lo ganó una tenista de juego potente, de ademán aguerrido, de talla menuda pero una fe inquebrantable que ha tenido que esperar a la madurez para creerse que desde su 1,67 de estatura podía asomarse a las mejores del mundo.
La italiana, por cuyas venas corre sangre polaca y de Ghana, confiesa que saltaba acomplejada por su altura a los partidos más importantes, lo que le había relegado a un circuito secundario donde brilló con luz propia.
En 2019 dio el salto al top 100 y este año al fin rompió su techo, primero alcanzado los octavos en Australia, donde por vez primera encadenó dos triunfos consecutivos en Grand Slam, y ahora sobrepasando cualquier pronóstico en París.
Un día después de haber derrotado a la 4 del mundo, la kazaja Elena Rybakina, avasalló a la adolescente rusa que se interponía en su sueño, no le dio ninguna opción para seguir el romance del tenis italiano en este Roland Garros.
Este viernes podrá, además, clasificarse también para la final de dobles junto a la veterana Sara Errani y dejar casi listo el póker del tenis italiano, que cuenta también con la pareja Simone Bolelli y Andrea Vavassori en el dobles masculino. Jannik Sinner puede poner su granito de arena si derrota al español Carlos Alcaraz.
La "killer" Swiatek
Swiatek se ha transformado en una "killer" de las pistas después de que en segunda ronda la japonesa Naomi Osaka, ex número 1 del mundo, le tuviera contra las cuerdas, con bola de partido. Desde entonces, ha barrido a toda rival que se le ha puesto por delante, incluida la estadounidense Coco Gauff, número 3 del mundo, que sucumbió por 6-2 y 6-4.
La polaca de 23 años será la máxima favorita este sábado, en la estela de los éxitos que viene encadenando: 20 triunfos consecutivos en Roland Garros, donde no pierde desde 2021, y 18 victorias seguidas esta temporada, en la que solo cuenta con una derrota en tierra batida.
Camino de su cuarta corona en París, la tercera consecutiva, Swiatek ha logrado reducir a cenizas todo intento de frenarla y sin Sabalenka en pista, el sueño de Paolini se asemeja a una quimera.
Gauff, que solo le ha ganado una vez de 12 intentos, dejó claro lo difícil que resulta rivalizar con una jugadora tan lanzada.
Semifinales masculinas
En tanto que, en las semifinales masculinas de Roland Garros, el italiano Jannik Sinner (2°) y el español Carlos Alcaraz (3°) se enfrentarán este viernes (cerca de las 9.30) en busca de un lugar en la final. La otra llave la animarán (no antes de las 12.30) el alemán Alexander Zverev (4°) y el noruego Casper Ruud (7°).
Sinner, que a partir del próximo lunes será N°1 del mundo gracias a la baja Novak Djokovic –el serbio ya se operó de la lesión que sufrió en su rodilla derecha y compartió una foto en muletas en redes sociales, mientras que adelantó que intentará volver a las canchas lo antes posible–, llegó a las semifinales teniendo unas muy buenas actuaciones ante Christopher Eubanks, Richard Gasquet, Pável Kótov, Corentin Moutet (el único que pudo ganarle un set) y Grigor Dimitrov.
El italiano viene siendo el mejor jugador del año, en el que ya se quedó con el título en el Abierto de Australia (su primer Grand Slam ganado), el Masters 1000 de Miami y el ATP 500 de Rotterdam.
Del otro lado va a estar Alcaraz –4 a 4 en el historial–, quien viene teniendo meses muy flojos que lo hicieron perder el N°1 del ranking el año pasado e incluso caer a la tercera posición en los últimos meses. Desde su título en Wimbledon, en julio del año pasado, solo pudo levantar el trofeo en Indian Wells. Pero en este Roland Garros viene mostrando un nivel extraordinario, cediendo solo un set en la segunda ronda, lo que le permite ilusionarse con levantar su tercer título de Grand Slam (ya ganó el Abierto de Estados Unidos 2022 y Wimbledon 2023).
En la otra llave, Zverev buscará tomarse revancha de lo ocurrido el año pasado, cuando Ruud –2 a 2 en el historial– le ganó en la misma instancia de este torneo en tres cómodos sets. En aquella ocasión, el noruego llegaba como gran candidato ante un rival que había vuelto hacía pocos meses al circuito luego de romperse los ligamentos de su tobillo derecho.
Esta vez el partido pinta para estar mucho más parejo, ya que Zverev llegó a Roland Garros tras ganar el Masters 1000 de Roma y superando a rivales durísimos en las rondas anteriores, como el español Rafael Nadal (14 veces campeón en París) y el danés Holger Rune.
Esta será el cuarto año consecutivo que juegue las semifinales de Roland Garros, instancia que nunca pudo superar. En 2021 le ganó el griego Stefanos Tsitsipas, en 2022 se retiró por la lesión en su tobillo ante Nadal y el año pasado le ganó su rival de mañana.
Ruud, por su parte, es un jugador que se fortalece mucho en el polvo de ladrillo y sus resultados estas semanas lo avalan: viene de conquistar el torneo más importante de su carrera en Barcelona (su primer ATP 500) y de llegar a la final en el Masters 1000 de Montecarlo.
El noruego quiere sacarse la espina de las ediciones 2022 y 2023 de Roland Garros, en las que cayó en la final ante Rafael Nadal y Novak Djokovic, respectivamente, en tres sets.
Fernández, otra vez finalista
El argentino Gustavo "Lobito" Fernández, que se destaca en el tenis adaptado, clasificó a la final de Roland Garros luego de vencer al británico Alfie Hewett, N°1 del mundo, por 7-5, 6-7 y 6-2. En la final se medirá este sábado con el japonés Tokito Oda, de 18 años y N° 2 del ranking, que en semi venció a su compatriota Takuya Miki por 6-1 y 6-1. El historial entre ambos está 5-2 en favor del asiático que, pese a su juventud, ya tiene tres Grand Slams ganados (Roland Garros y Wimbledon 2023 más Australia de este año), mientras que, el nacido en Río Tercero, Córdoba, irá en busca de su sexto título de Grand Slam a los 30 años, luego de haberse quedado con el Abierto de Australia (2017 y 2019), Roland Garros (2016 y 2019) y Wimbledon (2019).