Mauricio Kartun (dramaturgo, director y docente): "Se nos fue Tito Cossa. Nuestro Tito. Nuestro, porque cada autor de por acá lleva en sus textos algo suyo. Fue autor faro. Ese de las obras que te marcan la costa. Ese del rumbo cuando estás perdido. Un ser cooperativo. Pensaba en común. Todo lo hizo en grupo. Dimos clases a dúo en Teatro Abierto, escribimos juntos una obra, trabajamos en SOMI, compartimos viajes. Tito siempre tractor. Todos los que compartimos con él lo sabíamos. Te metía en los terrenos más aventurados. Más insólitos. Pero con Tito ibas confiado: estaba Tito. Tractor de estéticas, Tractor de proyectos. Tractor de ideas. Talentoso, generoso y ético. Modelo en ese rol que toda comunidad precisa. Chau Tito y gracias".

Roberto Perinelli (dramaturgo, docente y miembro de Fundación Somigliana): "Hoy escribí unas líneas para publicar en las redes de la Fundación y lo hice llorando. Ahora estoy a punto de llorar de nuevo. Trabajé con él desde el año 90 así que se imaginarán que tenemos muchas cosas en común. Sospecho que contribuimos bastante a la consolidación del autor argentino. Lo importante de Tito es que salió al encuentro de las crisis y las resolvió siempre. Doy dos ejemplos: uno fue en los 90 cuando junto a él y ocho autores y autoras más creamos la Fundación Carlos Somigliana en un momento muy desacomodado de los autores argentinos que, de alguna manera, habíamos quedado relegados; en lugar de textos parecía que habíamos escrito pretextos. Esa Fundación es la que se hizo cargo del Teatro del Pueblo, recuperó el teatro histórico y cuando nos tuvimos que ir de la sede de Diagonal Norte construimos un teatro nuevo, algo que no es poco. Para el momento de la creación de SOMI, Cossa ya era un autor consagrado con cuatro o cinco obras maestras que van a integrar la historia del teatro argentino de aquí para siempre, obras imposibles de ignorar. Y también fue clave su rol en Argentores. En un momento de crisis de una entidad centenaria que tenía muchos problemas (más personales que de otra índole), él se hizo cargo con su gran capacidad y su sentido de la rectitud, del honor, del compromiso y del no venderse. Tito consiguió encarrilar las cosas y se convirtió en el ejemplo que todos queríamos seguir; gracias a eso Argentores es hoy una entidad que funciona bien. Sin embargo, nada de eso tiene que ocultar su condición de dramaturgo inmenso: él está en la cúspide del canon y, a mi criterio, comparte con Florencio Sánchez y Armando Discépolo el gran trono del teatro argentino o, al menos, de la dramaturgia argentina si queremos ser más modestos. Cossa tuvo una carrera intachable. ¿Es posible pensar el teatro argentino sin pensar en La Nona? Una obra de una capacidad metafórica inabarcable que resume la condición humana de una manera genial. Además, fue uno de los grandes constructores de Teatro Abierto en un momento donde el compromiso era peligroso".

Javier Daulte (dramaturgo y director): "Tito es mucho más que un dramaturgo, es una persona comprometida con el teatro argentino y con el teatro independiente desde que tengo uso de razón, alguien que peleó por la Ley del Teatro, creador de la Fundación SOMI. Cuando en el independiente se estrenaban obras mayormente extranjeras, el Teatro del Pueblo era el único espacio donde se apostaba a obras de autores nacionales, había una defensa del autor nacional y esa fue una lucha permanente de Tito. Hoy estamos acostumbrados a eso, pero en aquella época las salas estaban abarrotadas de textos extranjeros. Él luchó por la Ley Nacional del Teatro, pergeñó lo que hoy es el Instituto Nacional del Teatro y siempre fue una persona abierta a todo tipo de diálogo y debate. Como espectador tengo recuerdos imborrables como ver Gris de ausencia en el Picadero antes de que la dictadura atentara contra ese teatro o El viejo criado en el Payró. Creo que fue la única vez que se animó a dirigir y lo hizo muy bien, una obra realmente hermosa. Tuve la suerte de conocerlo y tuve la suerte de pelearme con él. Junto con el grupo Caraja-ji protagonizamos una pelea que se hizo bastante pública. Lo digo con una sonrisa porque eso no impidió que tuviéramos una relación de muchísimo respeto, pero él no daba el brazo a torcer. Recuerdo que una vez me trajo una obra suya para tener mi opinión, respetaba mucho mi mirada. Es un referente no solo por su dramaturgia sino también por su gran sentido de la comedia, su compromiso con el teatro, siempre mostrando que se puede luchar en la coyuntura para lograr que el camino de la cultura, y especialmente del teatro, esté allanado y garantice un futuro saludable. Cada vez que uno se encuentra en dificultades respecto de la situación cultural argentina, pienso en Tito, en su historia y en todos los obstáculos que atravesó. Tuvo una actitud combativa pero siempre constructiva, nunca dejó de producir teatro y esa es la mejor manera de defender nuestra cultura teatral".

Adriana Tursi (dramaturga, guionista y miembro de Fundación Somigliana): "A nosotros hoy se nos fue nuestro capitán, un hombre que marcó el rumbo durante mucho tiempo en el Teatro del Pueblo, un hombre que nos enseñó y con quien aprendimos a hacer gestión, con quien construimos el nuevo teatro en Lavalle 3636 con una gran felicidad. Que el Teatro del Pueblo tenga hoy su casa definitiva tiene mucho que ver con Tito, le debemos a él esa enorme posibilidad. Fue quien se puso adelante de esa pelea a la hora de salir a buscar los fondos necesarios para llevar adelante esa obra inmensa. A nosotros nos queda su legado, el compromiso de llevar adelante un teatro que él soñó para todos los autores y las autoras: así lo estamos haciendo y lo seguiremos haciendo en memoria de él. Por temas de salud ya no podía estar cerca de la Fundación, pero para nosotros siempre fue y será un referente enorme, el tipo que marcó el norte a seguir. Despedimos al gran Quijote del teatro argentino y del Teatro del Pueblo; para nosotros es una pérdida enorme pero también es una alegría haberlo tenido, haber podido disfrutar y compartir con él la experiencia de la gestión. Todas las experiencias con Tito eran fuertes porque era un hombre sincero, entonces te obligaba a esa sinceridad, te ponía en esa condición. Sin esa impronta y esa manera de vincularnos, no hubiesen sido posibles los SOMIS y la construcción que hoy tenemos".

Daniel Fanego (actor): "Tito es un militante desde siempre. Su posición con Teatro Abierto es una posición política fundante. Yo veo que hay una continuidad de Teatro Abierto con el teatro independiente y Teatro x la Identidad. Creo que ese tipo de innovaciones van a seguir apareciendo, sobre todo de la mano del movimiento feminista que también trae al teatro, al pensamiento nacional y a la política vientos nuevos. Por supuesto que TxI es heredero de Teatro Abierto, es la continuidad de un teatro que se opone a una dictadura, a un statu quo que pretende que esos niñxs no aparezcan y queden en la nebulosa de sus identidades cambiadas. Él simboliza un enraizamiento, es la base de un árbol que florece, la raíz. Tito Cossa, Agustín Alezzo, Francisco Javier son fundadores de una línea de teatro independiente que constituye lo que es el teatro independiente en Argentina, una expresión que se contrapone al teatro comercial. No es para vituperar al comercial ni mucho menos porque es necesario que exista y en buena hora que venda entradas y que tenga la repercusión que tiene, pero la existencia del circuito independiente es fundamental a la hora de constituir un teatro que produzca sentidos, contenidos y generaciones de actores, directores, dramaturgos. Tito Cossa se nos va pero también se nos queda. Yo tengo miedo de decir 'se nos va'; creo que 'se nos queda' porque también es una forma de afirmarlo en nuestros corazones, en nuestro conocimiento y en nuestra memoria para que siga produciendo sentidos que van a alimentar nuevas formas de pensamiento. Él permanecerá en todos nosotros como un faro y una guía".

Rubens Correa (director): "Tito fue un amigo entrañable, tuvimos muchos proyectos juntos. En un momento, con un grupo de gente donde estaban Osvaldo Dragún, Raúl Serrano, Pepe Bove, Tito y yo, tomamos el Teatro de la Campana (en realidad era el Teatro del Pueblo pero las herederas no querían que usáramos el nombre entonces lo llamamos De la Campana por la biografía de Barletta que hace Raúl Larra, donde lo llama 'el hombre de la campana'). Siempre fuimos muy amigos, encaramos varios proyectos como estos de modo compartido y dirigí varias cosas de él así que para mí fue, más que nada, un amigo. Es un autor fundamental del teatro argentino porque tenía una dosis de delirio que le permitió salir de esas primeras obras más realistas. Por otra parte, tenía mucho humor, era capaz de tomarse las cosas en broma, con todo hizo chistes y era muy agradable ver el teatro de Cossa porque, aunque fuera una obra muy seria en sus contenidos, las risas siempre estaban en cada uno de sus espectáculos. Creo que Teatro Abierto fue un momento de plenitud de todos los que participamos en aquel evento y quedó en la historia del teatro argentino como una gesta valiosa e importante que no hubiera sido posible sin la existencia del teatro independiente. Fue en plena dictadura y tuvo una gran trascendencia porque pusieron una bomba en el teatro con tan poco tacto que lo convirtieron en un fenómeno más importante de lo que era en ese momento. Sin dudas Cossa fue un autor insoslayable".

Osvaldo "Cacho" Santoro (actor y escritor): "Nunca pude transitar el laberinto de tus palabras que en su final describían la realidad, mejor que la realidad misma. Apenas vislumbré con cierto asomo infantil el misterio de la creación de tus personas que no son personas, pero que parecen personas. Le gritaste al viento las verdades de tus escritos en papeles que chocaron paredes y que por eso perduran.Y ahora deambularás envuelto en volutas de humo que te presentizarán rondando extrañas bibliotecas, pequeños cafés nocturnos o utópicas reuniones de revolución. Porque entérate Tito, no has muerto".

Alejandra Darín (actriz): "Tito no solo es parte fundamental de nuestra historia reciente y de nuestro teatro por el inmenso aporte de su talento y su dramaturgia, sino también por sus valores humanos y su compromiso permanente con la democracia, la verdad y la justicia. Nos deja un montón y se va con otro montón de claridades. Lo vamos a extrañar mucho".

Manuel Callau (actor): "Tito Cossa es un gran autor con el que compartí buenos y malos momentos. Lo despido con afecto por todas las buenas cosas que hicimos. Nos queda su recuerdo y sus magníficas obras de teatro".