El Fondo Monetario Internacional advirtió este jueves sobre los grandes desafíos en materia económica que enfrenta el Gobierno y volvió a hacer eje sobre la protección a los sectores más vulnerables, en plena crisis política por el reparto de alimentos por parte del Ministerio de Desarrollo Social y en medio de una recesión galopante.
Julie Kozack, directora de comunicaciones del FMI, se refirió a la situación de la Argentina, reiteró su apoyo a las políticas económicas que viene llevando adelante el presidente Javier Milei e insistió sobre el costo social del ajuste.
Además, la funcionaria del organismo internacional de crédito hizo hincapié sobre un punto flaco de la gestión anarcolibertaria: "como hemos dicho muchas veces en el pasado, sigue siendo fundamental trabajar para ampliar el apoyo político a la estabilización y reforma macroeconómica".
"Creemos que es importante proteger el valor real de las pensiones, y se han tomado acciones iniciales en este sentido, pero es igualmente importante que cualquier nueva iniciativa para fortalecer la sostenibilidad del sistema de pensiones preserve las metas fiscales bajo el programa", dijo la portavoz del FMI en una rueda de prensa.
La referencia sobre el sistema previsional cae en medio del avance que presentan las iniciativas legislativas por parte de la oposición que apuntan a que los haberes jubilatorios recuperen parte de lo perdido en materia de poder adquisitivo. Todo el arco opositor se abroqueló y se apronta a aprobar en Diputados la reforma.
Sin embargo, el presidente Milei ya advirtió que la decisión sería vetada por el Ejecutivo, lo cual incluso puede no ser suficiente si la oposición logra la mayoría calificada. Es un tema sensible porque toca el nervio del ajuste fiscal que lleva adelante el Gobierno.
“El camino que tiene por delante Argentina sigue siendo desafiante”, advirtió Kozack, y agregó que “aprovechar estos primeros logros significa que las políticas tendrán que evolucionar”. "El FMI sigue de cerca la delicada situación social y es necesario aumentar la asistencia social para apoyar a los pobres y asegurar que la carga del ajuste no recaiga de manera desproporcionada sobre las familias trabajadoras", agregó.
Reformas
Por otro lado, al Fondo le preocupa que la recesión económica no encuentra piso y las promesas del Gobierno que le permitían proyectar una salida, como el ingreso de inversiones y el levantamiento del cepo cambiario, están lejanas. Kozack alentó al equipo económico que lidera Luis Caputo a “dar mayor prioridad a las reformas a nivel micro que puedan desbloquear barreras de entrada que puedan promover el empleo formal en el país y atraer inversión privada”.
De hecho, el FMI mantiene un alto grado de escepticismo respecto del futuro del plan económico de Milei, lo cual se refleja en la negativa a otorgar dinero fresco, como esperaba el oficialismo y a pesar del cumplimiento de las metas del programa. "Este acuerdo refleja la fuerte apropiación y la implementación decisiva por parte de las autoridades. Todos los objetivos clave del programa se cumplieron con amplios márgenes”, afirmó la vocera del FMI cuando hizo referencia a la aprobación de la octava revisión del acuerdo que ya está en manos del board.
Si en un primer momento Caputo especulaba con los 15 mil millones de dólares extra necesarios para abrir inmediatamente el cepo cambiario, las dudas sobre la sostenibilidad del ajuste pero además las peleas del Gobierno con socios importantes del FMI, como España, la distancia respecto de China y el clima preelectoral de los Estados Unidos, terminaron de enterrar dicha fantasía.
En cambio, los directores del Fondo concederán el desembolso previsto en la octava revisión del acuerdo de Facilidades Extendidas, del orden de los 800 millones de dólares. La reunión para destrabar ese pago se realizaría sobre finales de junio.