Axel Kicillof reunió a su gabinete en la Gobernación para hacer un balance del primer semestre del año. Los números son pálidos, la perspectiva es oscura, pero el gobernador se mantuvo firme en sostener un modelo de gestión con un Estado “eficiente, austero y creativo”. A pesar de la asfixia financiera de Javier Milei, disipó cualquier duda sobre el pago del aguinaldo y pidió una planificación del próximo semestre.
Para Kicillof, la provincia de Buenos Aires afronta un escenario hostil. “El Gobernador nos manifestó su lectura: el gobierno nacional tiene una expectativa de que la provincia se caiga”, contó a Buenos Aires|12 uno de los ministros presentes. En este sentido, agregó que el Gobernador sostuvo que el deseo de Javier Milei era que el conflicto que vivió con la policía y los docentes la provincia de Misiones se “contagie” en Buenos Aires, algo que no sucedió.
“Ya dijo Milei ayer que Kicillof es su enemigo”, remarcó el funcionario. Esa frase estuvo sobre la mesa donde el gobernador anunció frente a sus ministros y ministras que, más allá de los recortes en los recursos hacia la provincia de Buenos Aires, el pago del medio aguinaldo no corre peligro.
Además, las fuentes consultadas por este medio detallaron que durante las dos horas que Kicillof estuvo con su gabinete, compartió y analizó lo que hoy vive cuando recorre la provincia.
“Nos dijo que el año pasado, cuando inauguraba una escuela o entregaba maquinaria, recibía los aplausos y agradecimientos, pero que hoy al entregar un solo calefactor ya se lo vive con enorme cariño porque la gente valora lo que hace la provincia en relación a cómo se comporta la Nación”, advirtió un de los ministros consultados.
La anécdota no es azarosa. Para Kicillof “en la provincia no se ve la grieta”. Habló de que no se encuentra con mileístas, salvo algún caso esporádico, y que incluso los intendentes opositores abrazan las políticas que implementa el gobierno provincial.
Este punto lo llevó a los últimos números que se conocieron sobre la aprobación al gobierno de Milei. Según reconstruyó este medio, en el encuentro con su gabinete Kicillof expresó que, si bien algunas encuestas arrojan una buena imagen del Presidente, a esta altura del mandato otros presidentes contaban con una mayor aprobación. De todas maneras, el gobernador consideró que “las encuestas no reflejan lo que la gente piensa, porque la gente no suele aceptar tan ráidamente su cambio de opinión".
Uno de los funcionarios presentes aclaró que en ningún momento hubo un tono de soberbia, sino la reafirmación de que en la provincia de Buenos Aires hay un escenario de fuerte apoyo al rol del Estado, que es precisamente el rumbo que el mandatario busca imprimirle a su gestión.
Seguir, a pesar de todo
En el transcurso de las dos horas que duró el encuentro, el ministro de Gobierno, Carlos Bianco, también tomó la palabra. Hubo un número que sintetizó las condiciones económicas que atraviesa la provincia: en los primeros cinco meses del 2023, la provincia realizó alrededor de 250 licitaciones, pero en el mismo período de 2024 no superó las 25.
"La crisis está. La desfinanciación, también", resumieron.
Según expuso el propio Bianco en la última conferencia de prensa, la Nación le debe a la provincia de Buenos Aires cerca de seis billones de pesos. Y eso se comienza a sentirse en el día a día de la gestión. Entre los ministros se cruzaron conversaciones donde uno le decía el otro que no podría acompañar algunas políticas públicas de la misma manera que lo hizo el año anterior.
Para tomar dimensión, la deuda a la que hizo referencia Bianco representa en entre el 10 y el 15 por ciento del presupuesto total de la provincia.
Con esta ruta por delante, el gobernador pidió una planificación presupuestaria de los segundos seis meses del año. Lo hizo, casi, como una obviedad, porque el propio ministro de Economía, Pablo López, se encargó de transmitirles a los integrantes del gabinete que la manera “coordinada” que se viene trabajando es muy buena.
En todo momento se mantuvo un clima propositivo a pesar de la actualidad y del horizonte. Todos los indicadores en materia económica son negativos y el propio López los viene publicando casi diariamente en sus redes. Incluso, Kicillof dejó al pasar que hay una “deuda importante en dólares” que deberá saldarse en septiembre.
De todas maneras, el gobernador volvió a agradecer y pidió que se mantenga el formato de trabajo actual sustentado en la creatividad y “seguir para adelante a pesar de lo que toca atravesar”.
"Más crueldad en la calle"
Semanas atrás, la provincia de Misiones estuvo envuelta en un serio conflicto por los reclamos salariales, principalmente, de las fuerzas policiales. Más de diez días de calles cortadas y duras negociaciones para obtener incrementos en los sueldos tiñeron a Posadas, la capital de la provincia norteña.
Para Kicillof, la expectativa de Milei era que la situación se replique su territorio. Eso no pasó, y el gobernador remarcó ante sus ministros que mes a mes la policía recibe aumentos salariales como el resto de los empleados públicos de la provincia. Incluso, apuntó, se saldó un reclamo histórico de la fuerza para poder cobrar igual que los oficiales de la Policía Federal. Hoy, resaltó, cobra por encima.
Al momento de tomar la palabra, Javier Alonso validó el discurso y aportó un concepto a la mesa: “Hay más crueldad en la calle”. Habló de que hoy en día hay veces que los delincuentes se graban mientras cometen un delito.
También citó el caso de la enfermera del Garrahan que fue desalojada en Lomas de Zamora y la dejaron en la calle junto a su hija de siete años por no querer pagar más de lo estipulado en el contrato de alquiler.
Hubo otras intervenciones menores, pero la voz que unificó la reunión fue la de seguir por el camino del fortalecimiento de políticas públicas y llevar adelante las tareas de cada ministerio a pesar de las trabas del Gobierno nacional. “Nos dijo que las prioridades son el salario, los alimentos y los medicamentos”, detalló un ministro.
Otro punto en el que hizo hincapié uno de los ministros convocados es que la reunión era una demanda que corría entre los propios funcionarios. Varios se la habían pedido a Kicillof porque la anterior había sido en enero. Allí el gobernador vaticinó momentos oscuros. No se equivocó, pero pidió mantener el camino que se votó en la provincia.