Los precios de los alimentos y bebidas se aceleraron en mayo y se estabilizaron en la primera semana de junio, según las últimas estimaciones privadas. Además se registraron en mayo -por primera vez en mucho tiempo- retrocesos en los precios de algunos alimentos, lo cual se vincula con la creciente recesión y caída del consumo. Los analistas también detectaron que el núcleo de la inflación –es decir, sin precios regulados ni estacionales- permanece en niveles altos, del 6,7 por ciento para el quinto mes.

Luego del pico de aumento de los precios de los alimentos en diciembre de 2023 (cercano al 30 por ciento para las consultoras y en 25,5 por ciento según Indec), los incrementos mermaron hasta 5,6 por ciento en abril según los privados y 8,8 por ciento para el Indec, pero volvieron a tomar fuerza en mayo.

Además, en el caso de los alimentos y bebidas que componen la Canasta Básica relevada en comercios de cercanía por el Centro de Estudios por la Soberanía Popular Mariano Moreno (CesopMM) se observaron en mayo, por primera vez desde octubre de 2023, algunos descensos de precios -leves- en comparación con abril. El relevamiento se realiza en el Amba y arrojó en los casos más notables de alimentos frescos bajas de precios en el kilo de banana (8,92 por ciento), mandarina (7,58 por ciento) y el zapallo (5,37 por ciento). También en productos de almacén como el azúcar (7,76 por ciento) y los caldos (4,68 por ciento), y en menor medida en fideos (0,33 por ciento) y galletitas dulces (0,19 por ciento).

En lugares donde un porcentaje grande de trabajadores y de los sectores populares realizan sus compras cotidianamente –esto es almacenes barriales, verdulerías, carnicerías y pequeños supermercados- notaron que “las bebidas no alcohólicas, los lácteos y la carnicería fueron los rubros que presentaron el mayor nivel de variación, mientras que los condimentos, la verdulería y la fiambrería tuvieron variaciones negativas”.

En comparación, el rubro de bebidas no alcohólicas, que además viene experimentando una fuerte caída en las ventas, experimentó un aumento del 42,65 por ciento respecto a abril. Mientras que los lácteos subieron 12,37 por ciento, los productos de carnicería 12,04 por ciento y de panadería 9,93. Mientras que la creciente recesión y la caída del consumo hicieron mella en el segmento de los fiambres, con una deflación de 4,87 por ciento, verdulería, de 2,94 por ciento, y condimentos, 2,05 por ciento, de acuerdo a este registro.

La Canasta Básica medida por el CesopMM en locales de cercanía, para una familia tipo de cuatro integrantes, llegó a 407,586 pesos en mayo contra 384.862 pesos en abril. Es decir, una variación del 5,6 por ciento: superior a la variación del índice general de precios que analizan otros relevamientos. Es decir que la inflación en alimentos volvió a repuntar en mayo.

La variación del índice de precios de EcoGo en mayo fue 4,9 por ciento, según el último relevamiento, mientras que puntualmente alimentos y bebidas registró una suba del 6,1 por ciento. El informe advierte además que una menor cantidad de productos evidenció variaciones de precio (46,1 por ciento) en comparación con meses previos (60,9 y 49,1 por ciento, en abril y marzo respectivamente). En el tope del ranking se ubicaron el pan fresco con una suba del 16,2 por ciento, las frutas secas y en conserva un 13,4 por ciento y el pollo que aumentó 13 por ciento respecto a abril. En tanto, caldos, bebidas gaseosas y fideos secos también registraron descensos en esta medición (9,2 por ciento, 7,3 y 4,8 respectivamente). La suba en alimentos y bebidas dejó un arrastre de 2 puntos para junio, advirtió la consultora.

Por otro lado, la medición de EcoGo rescata que los precios regulados tuvieron un retroceso del 0,5 por ciento en mayo, explicado fundamentalmente por la disminución de las cuotas de la medicina prepaga, de acuerdo a la sanción de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia. A partir de junio las compañías deberán devolver, en cómodas cuotas, los excesos cobrados a sus afiliados entre enero y mayo.

Por último, aunque no menos importante, el índice “core” de EcoGo, es decir aquella medición que excluye los precios regulados y estacionales, se ubicó en 6,7 por ciento mensual en mayo. Esto es por arriba del promedio general e inclusive de los alimentos, que se aceleraron. Es un indicador de la fuerte inercia que caracteriza al proceso inflacionario del país desde hace tiempo.

La medición más reciente de la consultora LCG para la primera semana de junio marcó una variación del 0% en el rubro de alimentos y bebidas. Esto es poco usual dado que habitualmente las remarcaciones se producen en la primera semana del mes.