En un duro editorial, el conductor de La Mañana, Víctor Hugo Morales, pidió no celebrar el Día del periodista. Tras asegurar que “el drama es la crueldad del sistema”, cuestionó el odio que muchos medios sacan a sus portadas todos los días y cómo eso termina siendo el motor de una gran violencia. En este contexto, sentenció: “Para ajustar, el Gobierno necesita del odio que haga comprensible el ajuste”.

El editorial de Víctor Hugo Morales

El drama es la crueldad del sistema. Que Milei diga sus disparates califica como patético, pero también lo son los que lo soportan. Patéticos. Y también los que lo votaron. Patéticos.

Los que se arrepienten o los que no dan el brazo a torcer. Y, por supuesto, también los diarios de la mafia, que hacen como que lo critican, pero bancan todas las barbaridades de este gerente desquiciado.

Para mí el drama es la crueldad. Una palabra que está en la tapa de mi libro. Que se instala muy fuerte. Porque son crueles.

Un hombre que baja de su auto y corre a un chico de 11 años para meterle una puñalada porque algo discutieron en un semáforo en Córdoba muestra la aporofobia, la incomodidad del sistema con los pobres.

Es la saña. Es eso del "hay que matarlos a todos". Es la continuidad del ataque que habla de los que no trabajan y piden y viven de la "mía". "Viven de la mía, ¿qué se piensan". Es la propaganda mafiosa contra los planes, los subsidios, todo aquello que pueda aliviar la estafa del sistema contra esos pobres a los que les meten bala y puñal.

Milei habla (y sirve que lo haga, así se desgasta) para que quede flotando en el aire la acusación a quienes lo votaron sabiendo lo que era y lo que es, un hombre sin chaleco.

Pero el drama es la crueldad. ¿O será acaso casualidad que algunos "nenes bien" de Belgrano se divierten disparando contra los indigentes para practicar tiro al blanco?

No valen nada esas vidas, y lo tienen bien aprendido en sus casas, en los mensajes del Gobierno, en el periodismo mafioso que hoy se desea feliz día.

Entiendo la buena voluntad y la delicadeza del saludo. "Feliz Día del Periodista". Pero los que estén a tiempo, no me lo digan. Permítanme no celebrar nada. No brindo con los que, desde el periodismo, han hecho tanto daño para robarse Telecom, Cablevisión, Papel Prensa, todos los diarios que existen, y monopolizan la información para derrumbar la democracia.

El pibe al que persiguieron con un puñal por pobre o la diversión de los "nenes bien" con su rifle tirándole a los indigentes vienen de hace rato.

Vienen el titular contra el piquete, contra el reclamo, contra la marcha social, contra los planeros, contra los pobres, contra los jubilados, contra las moratorias, contra el Estado, contra la educación de todos: esos son los que lo hacen posible.

Son los que hoy ponen en tapa las exigencias del FMI por las metas fiscales para Milei. Para que no se le afloje el pulso a la hora de seguir ajustando. Y para ajustar necesita del odio que haga comprensible el ajuste.

Discúlpenme, pero no tengo a mano ni copa ni champán para brindar con esa gente por el Día del Periodista.