El sostén de ingresos proveniente de las retenciones a las exportaciones y el impuesto PAIS y un brutal ajuste sobre jubilaciones, transferencias a las provincias y obra pública son las claves por detrás de los números fiscales del Gobierno.
Así, en los primeros cinco meses del año la Administración Nacional obtuvo un superávit financiero de 2,2 billones de pesos, en contraste con un déficit de 2,3 billones de pesos obtenido en igual período de 2023. En tanto, el resultado primario acumulado, es decir, sin tener en cuenta el pago de intereses de la deuda, se ubicó en 6,4 billones de pesos, en contraposición al déficit primario de 1,1 billón de pesos de un año atrás. El resultado primario del mes de mayo fue superavitario en 2,5 billones y el resultado financiero, en 1,3 billones, según la Oficina de Presupuesto del Congreso.
Devaluación y después
Entre enero y mayo, la recaudación total de impuestos nacionales registró una contracción en términos reales del 5,5 por ciento. Sin embargo, las distintas fuentes de ingresos tuvieron desempeños bien dispares. Por un lado, los recursos vinculados al tipo de cambio crecieron 36,7 por ciento interanual, mientras que el resto de los impuestos, asociados a la marcha del mercado interno, se contrajeron 16,3 por ciento. Dentro del grupo de tributos vinculados al tipo de cambio, el mayor crecimiento correspondió al Impuesto PAIS.
En mayo, tuvo una incidencia puntual la recaudación del Impuesto a las Ganancias, con una suba real de 80,4 por ciento, debido a que ingresó el saldo del impuesto por el período fiscal 2023 para sociedades con cierre de balance en diciembre. "Esto implica que todo el incremento de la ganancia impositiva producida por la aceleración de los precios en 2023 y por el salto cambiario de diciembre impactó de manera directa en el saldo a ingresar en ese mes, y seguirá impactando en los meses sucesivos a través de planes de facilidades de pago y de los anticipos por el período fiscal 2024 (son calculados sobre la base del impuesto determinado de 2023)", explica el informe.
En el caso del IVA, la contracción acumulada en la recaudación es del 6,3 por ciento, mientras que los recursos de la Seguridad Social se contraen 20,1 por ciento por la reducción del empleo y la caída del salario real.
Motosierra y licuadora
Durante los primeros cinco meses de 2024, los gastos totales del Estado Nacional acumularon una caída de 27,6 por ciento en términos reales. En realidad, la caída del gasto público es del 31,3 por ciento, compensada con un alza del 1,5 por ciento en los recursos destinados al pago de la deuda pública, que es lo único que sube.
"Las jubilaciones y pensiones y los gastos de capital fueron los rubros que más incidieron en la reducción de los gastos totales en el acumulado de cinco meses, explicando 9 puntos porcentuales y 4,9 puntos, respectivamente, de la caída total, seguidos por los subsidios energéticos (2,7 puntos), programas sociales (2,6 puntos) y transferencias a provincias (2,1 puntos)", indica el citado informe.
"Con relación a las jubilaciones y pensiones, en los últimos dos meses se advierte una caída más moderada que la observada en el primer trimestre del año. Cabe recordar que en abril comenzó a regir para las jubilaciones y pensiones del SIPA el período de transición entre la fórmula prevista por la Ley 27.609 (de actualización trimestral, en base a la variación de los recursos de ANSES y de los salarios) y la aprobada por DNU 274/24 (de actualización mensual, por IPC) , lo cual contribuyó a atenuar la pérdida de poder de compra de los haberes jubilatorios y, en consecuencia, la baja del gasto en jubilaciones y pensiones en términos reales", aclara la Oficina del Congreso.
Por su parte, los gastos de capital reflejan en cinco meses una retracción del 82,3 por ciento en términos reales. Estas erogaciones se destinan a transferencias de capital destinadas a provincias y municipios (caída del 98,4 por ciento real), a fondos fiduciarios (-72,1 por ciento real), empresas públicas (-63,8 por ciento real), inversión real directa, fundamentalmente destinada a proyectos viales (-87,7 por ciento real) y a equipamiento en el sector educativo (-97,4 por ciento real).
En el capítulo energético, los subsidios energéticos presentan una variación de negativa de 33,2 por ciento, en buena medida por la acumulación de deuda del Estado frente a las empresas generadoras. En mayo, en cambio, las transferencias a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA) subieron un 64 por ciento real.