El presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró que sus tropas tomaron 47 ciudades y pueblos ucranianos desde inicios de 2024, lo que representan unos 880 kilómetros cuadrados. En los últimos meses, el ejército ruso registró varios avances en la región de Donbás, en el este de Ucrania, y el pasado 10 de mayo lanzó una ofensiva un poco más al norte, en la región de Járkov, pero hasta el momento no logró progresos decisivos. "Estamos expulsando gradualmente al enemigo del territorio de Donbás y de otros territorios adyacentes", afirmó y agregó que todos los objetivos de Rusia en el país vecino se cumplirán.
Putin indicó que desde enero de 2024 más de 160.000 personas se alistaron en el ejército ruso de forma voluntaria para combatir en el frente ucraniano, remarcando que no hubo necesidad de incentivar una movilización obligatoria. En tanto, las tropas ucranianas están desgastadas tras más de dos años de conflicto, que comenzó en febrero de 2022, y sufren el retraso en la entrega de las armas prometidas por las potencias occidentales y la falta de efectivos.
"No tenemos ambiciones imperiales"
Las declaraciones del presidente ruso se produjeron dos días después de que brindara una conferencia de prensa para medios extranjeros en la que dijo que iba a entregar armas de largo alcance en zonas donde las potencias occidentales podrían ser blanco de ataques, si estas proporcionaran ese tipo de armamento a Ucrania.
"Si alguien piensa que es posible suministrar esas armas a una zona de guerra para atacar nuestro territorio (...) ¿por qué no tenemos derecho a enviar armas del mismo tipo a regiones del mundo donde se golpearán instalaciones sensibles de países que actúan contra Rusia?", preguntó Putin. "Es decir, la respuesta puede ser asimétrica. Lo pensaremos", declaró ante los periodistas presentes.
En ese marco, tachó de tonterías las alegaciones de que Moscú tiene entre sus planes atacar a los integrantes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). "No busquen nuestras ambiciones imperiales. No existen", subrayó el jefe del Kremlin. "Entregar armas a una zona de guerra siempre está mal. Más aún si quienes lo hacen no sólo entregan armas, sino que también las controlan. Esto es un paso muy serio y muy peligroso", añadió.
Armas nucleares
Por otra parte el mandatario ruso no descartó este viernes cambios en la doctrina militar que contempla la utilización de armas nucleares solamente en el caso de que se vea amenazada la soberanía e integridad territorial del país, al tiempo que señaló que el ejército ruso tomó 47 ciudades y pueblos ucranianos desde comienzos de 2024.
"La doctrina es un instrumento vivo y nosotros seguimos atentamente lo que ocurre en el mundo, a nuestro alrededor. Y no descartamos introducir algún cambio en esta doctrina", dijo el mandatario durante el plenario del Foro Económico Internacional en San Petersburgo, al referirse a la autorización occidental a Ucrania para que emplee el armamento que le suministraron los países de la OTAN contra objetivos en territorio ruso.
Putin subrayó que la doctrina contempla el uso de armas nucleares sólo en casos extraordinarios, es decir, que esté amenazada la soberanía e integridad territorial de Rusia. "No considero que nos encontremos en esa situación. No existe tal necesidad", afirmó en el evento al que asistieron empresarios rusos y algunos invitados extranjeros, como por ejemplo el presidente de Bolivia, Luis Arce.
El problema es que, según la Constitución, el territorio de la Federación Rusia también incluye a la península de Crimea y las otras cuatro regiones anexionadas por Moscú en el este y sur de Ucrania, por lo que cualquier ataque con armamento de precisión y largo alcance podría provocar una respuesta nuclear en caso de que se modifique la doctrina.
Putin también destacó que Moscú retiró recientemente su ratificación del tratado que prohíbe los ensayos nucleares y recordó que Estados Unidos nunca llegó a ratificar dicho documento. "Si es necesario, efectuaremos un ensayo, pero por ahora tampoco existe esa necesidad", mencionó.
También dijo que duda que Washington se involucre a nivel estratégico en un hipotético intercambio de ataques nucleares entre Rusia y Europa, por lo que llamó a los países del continente a pensárselo dos veces antes de especular con un desafío nuclear.