Un grupo de 23 comedores comunitarios, merenderos, organizaciones sociales y grupos religiosos enviarán una nota al arzobispo de Rosario Eduardo Martin y a todas las autoridades de la Iglesia Católica Argentina para solicitar información sobre la distribución de los alimentos que llegaron a Rosario de parte del gobierno nacional, destinados a la Fundación Camino -asociada con Conin-, y que no fueron entregados a ninguna otra organización de la ciudad. Solicitan "información oficial por parte de vuestra institución, sobre la distribución de alimentos dispuesta por el Estado Nacional a la Fundación Conin, entendiendo que es parte de la amplia red asistencial y educativa que orbita en torno a la Iglesia", dice la nota que se entregará este lunes.

Después del anuncio del gobierno nacional que -tras una decisión judicial- decidió entregar toneladas de alimentos por vencer únicamente a la Fundación Camino, asociada con Conin, cuya cara visible es el médico Abel Albino; anteayer, distintas organizaciones sociales se acercaron a la sede de la Fundación Camino, de Polledo 2815, para conocer cómo se haría el reparto de los 10 mil kilos de leche en polvo que llegaron a Rosario. Las concentraciones también se dieron en las sedes que la Fundación tiene en Fisherton y en Cabín 9, pero en ninguno de los tres lugares hubo respuestas: las persianas permanecieron cerradas durante toda la jornada y todavía no hay certezas de qué pasará con el cargamento. 

"Ha resultado sumamente confusa la comunicación oficial sobre el tema, habiendo circulado declaraciones contradictorias entre los funcionarios actuantes, sumada a la desinformación mediática, pudiéndose establecer, finalmente, que se hizo efectivo sólo el envío de leche en polvo a los centros Conin", dice la nota firmada por los centros comunitarios Descamisados de Villa Banana, La Esperanza del Norte, Vía Honda, Construyendo Esperanza, la Unidad Básica Envar el Kadri, de Las Flores, el Centro juvenil Saladillo, el Centro de atención al vecino la Patria es el otro, de Empalme Graneros, el Centro de Capacitación 17 de Agosto, el Centro comunitario Corazones Contentos de La Sexta, como así también los merenderos de San Francisquito, barrio Triángulo, barrio Itati y los comedores comunitarios de Nuevo Alberdi, Los Obreros, de villa Banana, Las pibas de barrio Ludueña, así como el Maciel Bochin Club, la Copa de leche El Redentor, las Iglesias Maranatha, Ludueña, Remanente Fiel, Elim, Ventana al cielo.

"Entendemos que esta decisión discrimina a las personas que recurren en pos de asistencia alimentaria a otros espacios comunitarios e institucionales de la ciudad, algunos de los cuales representamos", dice la nota que entregarán a Martín el próximo lunes, y que se acompañará con una masiva movilización el martes. 

"Como militantes sociales que desde hace muchos años llevamos adelante diferentes trabajos comunitarios, nos preocupa que desde el Estado se le niegue acceso a las políticas alimentarias de asistencia directa a un amplio sector de la población, haciéndoles víctimas de una discriminación político-ideológica, e incumpliendo el deber ético y legal de funcionarios públicos frente a población en riesgo alimentario", dice la nota que ya fue elaborada. 

Por eso, estos referentes sociales de diferentes barrios consideran "de sumo interés conocer" si "habiendo hecho depositaria a la fundación Conin, de los alimentos destinados a la asistencia de población vulnerable, se procederá a establecer algún método y/o planificación en virtud de los cuales las organizaciones sociales y comunitarias que suscribimos, podamos acceder a la oportuna distribución de estos alimentos y los que en el futuro se asignen bajo este nuevo mecanismo establecido por el Estado Nacional". 

Ayer se hizo pública la situación de la ONG Centro de Desarrollo Infantil y Promoción Familiar (CeDIPF), ubicado en el barrio La Sexta (Pasaje Puerto Belgrano al 146 bis), que se encuentra en una situación de urgencia y desde el Ministerio de Capital Humano ni siquiera les contestan el teléfono. Al jardín asisten unos 32 chicos por la mañana y casi 40 por la tarde, que reciben un almuerzo y un desayuno o merienda, según el turno. Además del comedor, allí funciona un espacio de primera infancia, donde trabajan con niños y niñas de uno a tres años.

A principios de febrero, desde Capital Humano difundieron un mail para que los comedores que necesitaban ayuda alimentaria se inscriban. No obstante, a pesar de haber enviado toda la documentación requerida dos veces, desde el Ministerio tienen cortadas todas las vías de comunicación.

Soledad Pérez Mazza, integrante de CeDIPF, contó a Radio Sí que desde el primer momento en que enviaron todo lo requerido no obtuvieron respuesta, hasta que se volvieron a comunicar pero para avisarles que debían mandar todo de nuevo porque habían cambiado los equipos. “Eso volvimos a hacer, y ahora directamente no atienden el teléfono. Hasta no sabemos si nos bloquearon de WhatsApp, pero tampoco reciben los mensajes. Así que estamos esperando”, señaló Pérez Mazza.

Mientras no reciben ningún tipo de respuesta, la situación se torna cada vez más crítica. Y es que no solamente se trata de los casi 100 chicos con los que trabajan diariamente, sino que también acompañan y brindan ayuda a las familias que se acercan, por lo que se habla de una “situación de urgencia”.

Al mismo tiempo, y a contramano de la pretendida ausencia de intermediación pregonada por el Ministerio de Capital Humano y el presidente Javier Milei, ya en 2018 una investigación de la periodista Soledad Vallejos había develado, en Página/12, cuáles son los requisitos de Conin para brindar asistencia alimentaria. Las personas que reciben la asistencia que entrega el Estado para ser distribuida por la Fundación Conin deben asistir a talleres de “Planificación Familiar Natural”, donde enseñan “a las mujeres a controlar su fertilidad a través de la enseñanza de un método acorde con el ideario religioso de la Fundación, el Método de Ovulación Billings” –un método de antinconcepción “natural” basado en el recuento de días fértiles del ciclo–. También por eso quienes allí trabajan enseñan a las beneficiarias que las mujeres son "más femeninas” y los varones “son más concretos”. O que “la familia está compuesta por la madre, el padre y los hijos”, porque “la relación sexual es pene y vagina. Eso es lo normal. Si hay otra conducta sexual no es normal”.  Y que “la vida empieza desde la concepción”. Estos requisitos para recibir asistencia alimentaria en la red que tiene sólo 100 centros en 18 provincias fueron relevados por la socióloga Camila Stimbaum en un trabajo de investigación realizado durante más de un año, entre fines de 2015 y de 2016, en uno de los centros Conin, el de Los Hornos.