La marchista española Laura García-Caro, que participó en los 20 kilómetros marcha del Europeo de Atletismo de Roma, aprendió una lección de vida acaso de manera cruel. Este viernes, por celebrar antes de llegar a la meta, la atleta de marras perdió la posibilidad de llevarse una medalla a su vitrina personal. Es decir, en la puerta del horno, se le quemó el pan.
El asunto fue así: la ibérica estaba en los últimos cinco metros de la carrera y, por festejar antes de cruzar la línea de meta, fue rebasada por la ucraniana Lyudmila Olyanovska, por lo que perdió la oportunidad de ser la tercera y, así, obtener el bronce.
Con 1:28:48, García-Caro firmó el mismo tiempo que Olyanovska, a 40 segundos de Antonella Pamisano y 11 de Valentina Trapletti, las italianas que firmaron un doblete de ensueño para los anfitriones del campeonato.
Las imágenes muestran el rostro de decepción de la atleta española, que tuvo que ver con resignación cómo se le escapó de las manos el podio en esta carrera con final de ribetes impredecibles.