Sin dejar lugar a suspicacias, Facundo Manes avanza con su trabajo en la provincia de Buenos Aires. El tiempo pasa, y los gestos inciales ya se transformaron acciones concretas. Así, tras su buen desempeño en 2021, el neurocirujano vuelve a la carga electoral mirando el 2025, cuando terminará su mandato en la Cámara Baja. Con esa premisa, su tropa se reunió y está organizando un “kilómetro cero” para esta nueva etapa a fines de junio con una actividad que contará con el cierre del diputado nacional. 

Hace uno diez días hubo una cena en La Rural. Allí, el espacio que responde a Manes quedó oficializado bajo una premisa: salir del método de la táctica y la especulación para pasar a acciones que fortalezcan la identidad de la UCR. No quieren que se hable de un lanzamiento, sino que definen el encuentro como el puntapié incial para encontrar definiciones a una pregunta que suele atravesar a toda la política: "¿Qué hacemos?"

En este sentido, los objetivos concretos que se trazaron apuntan a cambiar la conducción del Comité Provincia y tener candidatos propios a gobernador y a Presidente en las elecciones de 2027. Esto último marca una diferencia con lo hecho desde 2015 a la fecha por el radicalismo. No hablan de poner vices. Tampoco se trata, dicen, de una de batalla por cargos partidarios. 

Sí quieren dejar en claro que lo hecho en esta última etapa en la provincia de Buenos Aires no sirvió. Además, no deja de ser la provincia con el 40 por ciento del padrón. Por eso advierten que "sin proyecto provincial no hay proyecto nacional"

Pero piden un cambio de actitud en el Comité Provincia. Advierten que ahí reside el principal componente que da respuesta al qué hacemos. “Raúl Alfonsín fue el único que no estuvo de acuerdo cuando se lanzó la guerra por las Islas Malvinas y se comió el costo, pero a los cuatro meses le venían a decir que tuvo razón”, repara una de las voces que participó del encuentro al que asistieron más de cuarenta dirigentes. 

La alusión se rige por un desafío: “Hay que animarse a perder”.

El norte identitario

Lo que sucede es que, para uno de los legisladores que asistió a la comida, la UCR bonaerense perdió el norte identitario y se ancló como furgón de cola de las decisiones del PRO. Eso, asume, no es lo peor. “Esos mismo nos quieren llevar a una alianza con Diego Santilli o Guillermo Montenegro que después van a terminar adentro de La Libertad Avanza”, expone.

En este sentido, la charla en la que no participó Manes, tuvo como eje plasmar una postura opositora a Javier Milei en la Nación y a Axel Kicillof en la provincia. Consecuentemente, los frutos de esta decisión tienen que materializarse en la construcción de listas propias en 2025 y 2027 que no resignen lugares por aliarse con otras fuerzas políticas. Hoy, remarcan, la UCR debe liderar, algo que no se hizo con Daniel Salvador ni con Maximiliano Abad.

Entre los más de cuarenta manesistas que se dieron cita, se destacaron el diputado nacional y ladero de Manes, Pablo Juliano, y el presidente de la Convención Nacional de la UCR, Gastón Manes. Ambos brindaron el discurso de bienvenida.

También dieron el presente el bloque de diputados provinciales que comanda Claudio Frangul y algunos intendentes bonaerenses.

Según pudo reconstruir Buenos Aires/12, una frase que se repitió durante la comida que "no es tiempo de especulaciones”. La frase tiende a volverse bandera. Por eso un legislador que cenó en La Rural resalta la postura del titular del Comité Provincia, Martín Lousteau, que se “inmoló” contra las políticas del Gobierno nacional. El su último acto, acaba de presentar un dictamen alternativo para la votación de la Ley de Bases que se tratará esta semana en el Senado. Por eso, también, pone en valor el rol de Manes, que en todo momento mostró distancia con el líder libertario que en reiteradas ocasiones insultó al radicalismo.

Sobre esas especulaciones, este medio consultó sobre las posibilidades de que Manes juegue por fuera del partido si no se cumplen sus pedidos, tal como lo acusan desde el espacio de Abad, presidente del Comité Provincia. “Si el radicalismo va a un proyecto con Milei, unos cuantos no vamos a estar, es inevitable, porque nosotros entendemos que lo que viene es con un proyecto de centro que lidere la UCR”, contestaron.

A esta lectura se le agrega un análisis que corre entre varios de los que estuvieron presentes en La Rural: “Este es un gobierno que está encaminado a ser el peor gobierno de la democracia, peor que el de Alberto Fernández”.

Allí comienza a tejerse otro circuito de críticas a Abad. En las filas de Manes sostienen que realizó un cierre de listas en 2023 que no robusteció al radicalismo bonaerense. Enumeran que hoy tienen menos intendentes que en 2019, menos concejales, que sólo tuvieron candidatos a jefes comunales en un distrito del conurbano y ninguno en las ciudades cabeceras del interior y que se quedaron con menos bancas a nivel provincial.

“Sólo sumamos un senador nacional”, dice un diputado provincia. El senador es Abad.

"Manes no es la casta"

Además, la distancia con el abadismo se amplía a partir de cómo se sostiene el vínculo con el PRO, particularmente en la Legislatura. Desde la vereda de Manes sostienen que ya no cuenta con un valor en sí mismo y consideran que se empezó dilucidar la sustancia de los dirigentes amarillos con la reciente ruptura del bloque. 

Sucede que pocos días atrás, cinco de los diecisiete diputados del PRO constituyeron una nueva bancada que denominaron PRO Libertad con una clara referencia en Patricia Bullrich. 

Precisamente, Bullrich fue la candidata a la Presidencia del ex Juntos por el Cambio. “Maxi nos vendía que Patricia ganaba 7 a 1 en todos lados”, relata con enojo un legislador del interior bonaerense. Y no sólo pone el resultado electoral sobre la mesa, sino que pide a sus correligionarios que adviertan que la última candidata a Presidenta que militó la UCR tiene ideas muy cercanas a Milei y hoy terminó siendo su ministra de Seguridad.

Por eso, desde el equipo de Manes, consideran que tienen al candidato. Un hombre que no es producto de la política y que encarna una característica que, aseguran, prevalecerá en el ideario de la sociedad por un par de elecciones más: no es la casta. Entienden que el neurocirujano ostenta un rol de outsider pero con conocimiento político, lo que le permitirá establecer gobernabilidad, alianzas y un proyecto con futuro.

En ese entramado de relaciones, no descartan a nadie. “Tiene que estar el peronismo, el socialismo y distintos sectores que entiendan que no se puede estar en los extremos del kirchnerismo y lo que propone Milei”, apunta un diputado.

Para él, Milei ocasiona un desgaste en la sociedad a partir de su violencia que no tendrá retorno. Vaticina un escenario de fragmentación para el 2025. Ante este marco, no considera que la UCR deba construir alianzas con el mero fin de sumar uno o dos legisladores más. “Si hay que sacar 15 puntos en la provincia que sean 15 puntos, pero que sean del radicalismo y sea el piso desde donde crecer”, indica.

Aquí cobra vuelo la idea de aprender a perder.

La grieta propia

Este medio escribió varias veces sobre el distanciamiento que atraviesan estas dos grandes facciones del radicalismo provincial. Desde el cimbronazo que significó el voto negativo de Manes a la ex ley ómnibus, pasando por la reconfiguración en la conducción del Foro de Intendentes Radicales y las distintas votaciones en la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires. 

En diciembre, el bloque radical se rompió. La puja por la presidencia llevó a que aquellos que ya no ocultaban sus diferencias con el abadismo decidieran tener su propio espacio. Luego se trasladó la disputa al terreno de los intendentes, donde la mayoría consideró que no podía haber un Foro conducido por el Comité. Que debía tener autonomía. Eso se votó y ya no son pocos los que traducen la idea de autonomía en identidad, tal cual lo que propone Manes.

A esta altura, los ruidos entre ambas partes son constantes. Hace pocos días se despertó una nueva confrontación. Si bien desde el Ministerio de Justicia de la provincia negaron que hoy esté en carpeta comenzar las conversaciones para nombrar las vacantes de la Suprema Corte bonaerense, en el manesismo ya marcaron distancia con la idea que tendría Abad de proponer como candidata de la UCR a Marina Sanchez Herrero.

Sanchez Herrero es concejala marplatense y presidenta del bloque oficialista en el Concejo Deliberante de General Pueyrredón. Allí manda Montenegro. De ahí es Abad. Sanchez Herrero es la esposa de Abad.

Al día de hoy, una docena de jefes comunales integran la tropa del neurocirujano. Miguel Ángel Lunghi de Tandil, Salvador Serenal de Lincoln o Esteban Santoro de Madariaga, que estuvo presente en la cena, ya no ocultan su militancia por el diputado nacional. A los espacios del interior provincial se le suman dirigentes del conurbano, como la diputada provincial Nazarena Mesías de Lanús o el propio Juliano de La Plata.

Este colectivo está organizando un acto que, se presume, será en Capital Federal o en provincia el próximo 23 o 24 de junio. "No será un acto tradicional", anuncian. La idea es poder desarrollar una serie de charlas durante el día donde se analice el primer semestre de la gestión de Milei. “Que cierre Facundo”, apuntan como idea. Al día de hoy, sigue en puja la sede, pero corre con fuerza que sea en un distrito del conurbano.

Con este mapa, la posibilidad de la unidad en el radicalismo pinta difícil. Desde las filas de Manes afirman que Abad es “el as de la rosca”. Lo dicen como cumplido y sin chicana. Al respecto, consideran que si desde el manesismo le dan musculatura a su espacio y se vuelven lo suficientemente competitivos “Maxi tenderá puentes”. “Ahí habrá que ver qué hacemos nosotros”, suelta un diputado que confía en el futuro del radicalismo.