Un tribunal de apelaciones de Ecuador rechazó en segunda instancia el recurso de habeas corpus que solicitaba la liberación inmediata de Jorge Glas, exvicepresidente de Rafael Correa, y revocó el fallo original que calificaba de ilegal y arbitraria su detención dentro de la Embajada de México en Quito, cuando el Gobierno de este país le había concedido asilo.

La apelación

La Sala Especializada de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional de Justicia consideró que la detención de Glas, ocurrida el 5 de abril en una invasión policial a la sede diplomática de México condenada casi de manera unánime por la comunidad internacional, fue legal, legítima y no es arbitraria, según informaron los abogados del exvicepresidente.

El tribunal de primera instancia que revisó el habeas corpus presentado en favor de Glas había determinado inicialmente que la detención fue ilegal y arbitraria por no haberse respetado el protocolo de allanamientos a delegaciones diplomáticas extranjeras contemplado en Ecuador, pero mantuvo al exvicepresidente en prisión al tener pendiente de terminar por cumplir una pena de ocho años de cárcel por sendas condenas (cohecho y asociación ilícita) en casos de corrupción.

El tribunal de apelaciones acogió los argumentos del Gobierno, que sostiene que el ingreso sin permiso en la Embajada de México en Quito buscaba evitar la fuga de un procesado sobre el que pesaba una orden de captura y que tenía aún condenas vigentes. El habeas corpus, promovido por el abogado Francisco Hidalgo, solicitaba a la Justicia ecuatoriana que ordenase la liberación de Glas y lo entregase a México o a un tercer país dispuesto a respetar el asilo que le dio el Ejecutivo mexicano.

El tribunal también ordenó al Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI), la agencia penitenciaria del Estado, que garantice y tutele los derechos de Glas, en especial el derecho a la vida, a la salud e integridad, en consideración al contexto penitenciario actual.

El camino de Glas

Glas, que cuenta también con ciudadanía alemana, fue uno de los hombres fuertes del Gobierno de Correa (2007-2017), y entre 2013 y 2017 ocupó el cargo de vicepresidente, así como también durante los primeros meses del mandato presidencial de Lenín Moreno (2017-2021), hasta que comenzaron las investigaciones en su contra.

El exvicepresidente, que rechaza los cargos en su contra y se declara un perseguido político, había ingresado a la sede diplomática de México el 17 de diciembre de 2023 para solicitar asilo, cuando la Fiscalía se disponía a procesarlo por presunto peculado --es decir, malversación de fondos públicos-- en las obras de reconstrucción tras el terremoto ocurrido en 2016.

El Gobierno mexicano otorgó el asilo a Glas en medio de una crisis diplomática con Ecuador, cuyo mandatario, Daniel Noboa, había expulsado a la embajadora Raquel Serur después de que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, relacionase en unas declaraciones el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio con el triunfo electoral del empresario. México y Ecuador se demandaron mutuamente ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por los hechos ocurridos el 5 de abril, con acusaciones de haber transgredido convenios y normas internacionales.

Tras su captura, Glas fue recluido en La Roca, la cárcel de máxima seguridad de Ecuador que forma parte del complejo penitenciario de Guayaquil, un conjunto de cinco prisiones que desde el 1 de junio tiene suspendido el servicio de alimentación por parte de la empresa proveedora.

"Disparate"

Al conocer el fallo, el expresidente Correa señaló en una publicación en redes sociales: "Tribunal de apelación revierte decisión de juez de primera instancia y califica detención de Jorge Glas como legal, legítima y no arbitraria, cuando es público y notorio lo contrario". Y explicó: "Se justifican en que hay estado de excepción y no rige la inviolabilidad del domicilio (¡embajada!) y que ellos tienen que basarse en el derecho nacional y no en el internacional, pese a que lo hecho es hasta un delito claramente tipificado en art. 11 y 125 del COIP (Código Orgánico Integral Penal)".

"Nunca notificaron la composición del tribunal de apelación, jamás abocaron conocimiento. Ni siquiera se dignaron en mencionar a quienes presentaron los amicus curiae. No realizaron audiencia, que era lo deseable aunque no obligatorio", lamentó el exmandatario. "Entre gallos y medianoche notifican este disparate, ¿Habrá todavía alguna reserva moral en la patria?", agregó.

Entre los amicus curiae (persona física o jurídica que sin estar legitimada como parte o como tercero en un litigio interviene voluntariamente ante un tribunal) que se habían unido a la apelación para aportar argumentos en favor de la petición de Glas estaba el Grupo de Puebla, el Observatorio de Lawfare, el jurista argentino Eugenio Zaffaroni y el exembajador de Bolivia ante la ONU Sacha Llorenti. "Todo el mundo sabe y ha visto que se hizo pulverizando el derecho internacional y el derecho ecuatoriano. No dejaremos de denunciar este caso hasta lograr su libertad", señaló Llorenti en una publicación en redes sociales.