Desde un sector del Frente Unidos que gobierna Santa Fe, le tiran flores a La Libertad Avanza por la misma razón que los libertarios rechazan sonoramente las lisonjas. El gobernador Maximiliano Pullaro, la vice Gisela Scaglia y el senador provincial y presidente del Comité Provincial de la UCR, Felipe Michlig, coquetearon con la banda del León de cara a las elecciones del año próximo. Los socialistas pusieron un freno en el encuentro frentista de hace dos semanas en Santa Fe, donde el diputado provincial y ex gobernador Antonio Bonfatti sintetizó con la frase de Hermes Binner “hay sumas que restan”. Desde el peronismo se cortó solo el ambicioso intendente de Funes, Rolly Santacrocce, que no descartó unirse a una entente amplia el año que viene, que incluya a LLA, porque sostiene que no se siente “representado por el actual Partido Justicialista de Santa Fe”. Rejunte variopinto que se normalizó en los papeles en estos días.
Pura especulación electoral, pero demostración efectiva de que la dirigencia política ve que el presidente mantiene expectativas en una amplia base social a pesar de la profundidad del ajuste y el desagradable discurso de crueldad con el que se ejecuta. “Los libertarios van a tener que armar en toda la provincia y para eso nos van a necesitar más que nosotros a ellos. Pero (Javier) Milei no va a ceder ni un lugar en la lista de diputados nacionales que va a terminar armando Karina”, dijo un experimentado dirigente de Unidos.
Pero del otro lado, el diputado ultracatólico de la Libertad Avanza, Nicolás Mayoraz, trazó límites bien definidos y criticó a Pullaro porque “no hizo el ajuste en la política de Santa Fe” y tampoco “la municipalidad de Rosario”. Sostuvo que la provincia sigue gastando en “pavadas” como “las políticas de género” a las que llamó “caprichos ideológicos”. Y se inclinó porque la plata de los subsidios al transporte que el presidente Javier Milei cortó de cuajo para el interior del país, la tienen que poner “la provincia y la municipalidad”.
Verborrágico, el diputado Mayoraz habló de todo menos de lo que la mayoría quería que explique: Por qué la fundación de su esposa quedó como encargada exclusiva de la distribución de la leche en polvo retenida junto a toneladas de alimentos en los galpones de la nación. Por qué esa leche aún no se distribuyó en Rosario cuando hay cientos de organizaciones que peregrinaron sin éxito estos días por las tres sedes de la Fundación Camino en la ciudad. Mayoraz y su esposa Cecilia Rouillón se vinculan con el ultramontano doctor Abel Albino de la fundación Conin contratada por el gobierno cuando la justicia obligó al inoperante ministerio de Capital Humano de Sandra Pettovello, a repartir los alimentos que empezaban a vencerse.
Teléfono para monseñor
Pero como el catolicismo es parecido al peronismo -no son todos iguales y los hay de izquierda y de derecha- más de 20 organizaciones sociales de Rosario, incluidos comedores comunitarios parroquiales, le van a pedir por nota al arzobispo de Rosario Eduardo Martín que interceda por una distribución más equitativa e igualitaria de la comida que escasea en los barrios populares por estos días. Ahí se verá si efectivamente es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre al reino de los cielos.
"Ha resultado sumamente confusa la comunicación oficial sobre el tema, habiendo circulado declaraciones contradictorias entre los funcionarios actuantes, sumada a la desinformación mediática, pudiéndose establecer, finalmente, que se hizo efectivo sólo el envío de leche en polvo a los centros Conin", dice la nota firmada por los centros comunitarios Descamisados de Villa Banana, La Esperanza del Norte, Vía Honda, Construyendo Esperanza, la Unidad Básica Envar el Kadri, de Las Flores, el Centro juvenil Saladillo, el Centro de atención al vecino la Patria es el otro, de Empalme Graneros, el Centro de Capacitación 17 de Agosto, el Centro comunitario Corazones Contentos de La Sexta, como así también los merenderos de San Francisquito, barrio Triángulo, barrio Itati y los comedores comunitarios de Nuevo Alberdi, Los Obreros, de villa Banana, Las pibas de barrio Ludueña, así como el Maciel Bochin Club, la Copa de leche El Redentor, las Iglesias Maranatha, Ludueña, Remanente Fiel, Elim, Ventana al cielo.
"Entendemos que esta decisión discrimina a las personas que recurren en pos de asistencia alimentaria a otros espacios comunitarios e institucionales de la ciudad, algunos de los cuales representamos", dice la nota que monseñor Martín tendrá en sus manos desde hoy.
En ese riesgoso vaivén en el que se hamaca permanentemente el gobierno de Pullaro (que a esta altura ya excede la gimnasia propia de una gestión), donde el gobernador corre tras la foto con Milei en Agroactiva para después exacerbar un discurso provincialista y productivista totalmente antagónico con el rumbo de las políticas nacionales; también le tocó el turno a los comedores comunitarios y a las organizaciones sociales.
De la misma manera que se actuó en la dura pelea con los docentes por los salarios y el presentismo, la argumentación para trasladar los tarifazos de luz y agua en la provincia denunciando infundadas irregularidades en las empresas públicas; la ministra de Igualdad y Desarrollo Humano de Santa Fe, Victoria Tejeda, organizó una conferencia de prensa para anunciar la baja de 160 comedores en toda la provincia por diversas “irregularidades”. Y por las “inconsistencias encontradas”, se hicieron más de 10 presentaciones ante la Justicia.
Obviamente, se apuntó a la herencia recibida en el tema. El secretario de Políticas de Inclusión y Abordajes Sociales, Ramon Soques, aseguró que "no fue una caza de brujas" sino "un relevamiento para poder detectar quién trabaja bien y quién estaba haciendo mal las cosas". Y enfatizó que a partir del ahorro de recursos que se logró gracias a la corrección de situaciones irregulares, se pudieron abrir nuevos comedores.
La manera de exposición pública del tema fue demasiado para el ex ministro de Desarrollo Social del gobierno de Omar Perotti. Danilo Capitani aseguró que brindar asistencia desde el Estado a la población más vulnerable “constituye una tarea extremadamente compleja en el aspecto logístico. Por eso mismo la denuncia fácil es una tentación política, pero contraproducente con el objetivo de fondo. Es lo que hizo el gobierno provincial”, disparó el ex funcionario en la red social X.
Capitani aseguró que cuando asumió en su gestión también realizó auditorías y se detectaron irregularidades y se llevaron adelante 61 suspensiones. “¿Armamos una conferencia para hacer un show político con el hambre de la gente? No. Trabajamos”, dijo el ex ministro y disparó: “Cuidado con la tentación del show con el hambre de la gente. Como le ocurrió al gobierno nacional, puede fallar”.