La paralización total de la obra pública nacional impactó de lleno en los empleos de formales de la construcción y ya son más de 100 mil los despedidos. El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) demostró que los puestos de trabajo registrados de la actividad en el país disminuyeron de 444.024 a 391.637 entre noviembre y marzo, por lo que hay 52.387 empleos menos. Pero Gustavo Weiss, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), informó a BuenosAires/12 que entre marzo y mayo se perdieron 50 mil empleos más.

Los integrantes del sector no pueden definir con exactitud la cantidad exacta de despedidos formales en la provincia de Buenos Aires. Desde el Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos que conduce Gabriel Katopodis indicaron que de los 100 mil despedidos "el 40 por ciento sería de la Provincia", ya que ese es el porcentaje de obras públicas nacionales paralizadas en el territorio bonaerense. 

El cálculo se respalda por los datos que brindó el Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric), que apuntó que la Provincia de Buenos Aires "explicó algo más de 2 de cada 5 puestos de trabajo destruidos durante el mes de marzo". A través de su departamento de estadística el Ieric elabora mensualmente un informe de coyuntura de la industria de la construcción, y luego de afirmar que la Provincia rondaría ese 40 por ciento, indicaron que en diciembre había 111.751 empleos formales de la construcción, mientras que en marzo se redujeron a 98.604. A nivel nacional, además, el Indec agregó que si se compara marzo de 2023 con marzo de 2024, el número total de trabajadores registrados de la construcción se redujo un 15,7 por ciento.

El empleo formal de la construcción se divide en dos realidades. Una es la realidad de la obra pública, que desde que llegó Javier Milei al poder se paralizó totalmente. Y la otra corresponde a las obras privadas, generalmente de gran magnitud, que tiene que ver con edificios, countries, inversión en petróleo, minería, o comunicación, como Edenor o Edesur, "que se mantienen más estable en el tiempo y que hoy son las que sostienen el resto de los empleos", según describe Weiss a este diario.

Durante la última conferencia de prensa semanal, el ministro de Gobierno, Carlos Bianco, expuso que los saldos adeudados por obras públicas comprometidas por el Gobierno nacional en territorio bonaerense superan los 4,4 billones de pesos, y la Provincia ya pidió formalmente el traspaso de "obras claves", como la Autopista Presidente Perón o el Canal Magdalena, con el fin de que la construcción no se detenga. Desde el entorno del jefe de Gabinete nacional, Guillermo Francos, aseguraron a este diario que "el ministro y el Gobierno nacional están a favor del traspaso de obras a las provincias", pero todavía no accionaron al respecto.

Weiss destaca que "las provincias centrales y más solventes como Buenos Aires están manteniendo un nivel de obras públicas con fondos propios", y señala que "el dato es muchísimo más importante por el momento tan difícil que se vive". Dice que espera que "lo puedan seguir haciendo", aunque cree que "dada la magnitud de las obras no sé con cuánta plata contarán las provincias para finalmente ejecutarlas, pero bienvenido sea el traspaso".

Iván Tobar es secretario general de la seccional La Plata de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra), que comprende los partidos de La Plata, Berisso, Ensenada, Brandsen, Magdalena, y Punta Indio. En diálogo con BuenosAires/12, y luego de destacar que son "alrededor de 3 mil los trabajadores de nuestra seccional que se quedaron sin el plato de comida", Tobar destaca el accionar del Estado bonaerense: "Nosotros reconocemos profundamente la iniciativa del Gobierno provincial, porque gracias al gobernador Axel Kicillof se retomará, entre otras cosas, la autopista Presidente Perón, las obras de ABSA en la planta potabilizadora de Ensenada y la Ruta 6 también. El gobernador se está haciendo cargo de eso y gracias a él hay cientos de compañeros que volverán a estar activos".

Tobar, que mientras habla con BuenosAires/12 está junto a sus compañeros que encabezan la remodelación de Plaza San Martín, describe la situación del sector: "Está todo muy complicado y cada vez peor a nivel nacional, a lo largo y a lo ancho del país, es muy grande el golpe que nos dieron. Se siente mucho la decisión del Gobierno nacional, porque uno habla de 100 mil de empleos perdidos de la construcción, pero si abarcamos carpinteros, ferreteros y demás oficios indirectos, estamos hablando de casi 500 mil personas sin laburo". Y agrega: "La necesidad y la desocupación se ve en las calles, no estamos bien. Es feo y es fuerte para los compañeros llegar a casa y no tener para comer".

César Trujillo es secretario general de la seccional Mar del Plata de la Uocra, que representa a los municipios de General Pueyrredón, Madariaga, Pinamar, Villa Gesell, General Alvarado, Balcarce, Maipú y Mar Chiquita. En diálogo con BuenosAires/12, señala: "Nosotros estamos como en una isla, porque acá ya de por sí no había mucha obra pública, y ahora sobrevivimos gracias a la inversión privada, que está sosteniendo los trabajos y no realizó despidos colectivos. Obviamente valoramos lo que hace la Provincia, que está al pie de la situación e hizo la fuerza necesaria para que haya desarrollo y obra pública".

Trujillo, al hablar de la obra pública provincia, cita la construcción de la autovía Ruta 2 Mar Chiquita Villa Gesell. "Las Provincia están queriendo terminar las obras, asique ojalá se destrabe y reine el sentido común porque la obra pública es el empuje y debe mirarse como una inversión, para el desarrollo del país y para todo, pero la ven como un gasto", dice el secretario general de Uocra Mar del Plata, que agrega: "A nivel nacional está todo muy complicado y me parece un desastre que hayan parado las obras públicas como las paró el Presidente de la Nación, que generó que 100 mil compañeros se queden sin trabajo. Es un número muy alto. Él está buscando el déficit cero a toda costa, bajar la inflación a costilla de los laburantes, pero la gente lo eligió y está haciendo lo que dijo en campaña". 

Trujillo señala que Milei, para frenar la obra pública, "dice que son todos delincuentes, pero esas son todas mentiras". "El que es delincuente la tiene a pagar, pero para eso está el Estado. Milei, que da diez pasos para delante y ocho para atrás, tiene la responsabilidad de buscar el país y tiene que cambiar porque faltan más de tres años y así no se puede", sostiene Trujillo, que agrega: "Pueden haber pasado cosas, pero cada situación es particular, nosotros somos trabajadores y no tenemos ni voz ni voto. Para eso está el Estado nacional, que debe tener presencia, porque no se puede tener un país sin Estado". 

Tobar, de La Plata, también apunta a la excusa de la corrupción. "Si hay que ordenar porque los que estaban antes hicieron las cosas mal, está bien, pero no banco que busque algo que no hay para justificar todo esto", dice el referente platense, y agrega: "Y si encuentra los responsables, que vayan en cana, sin vueltas. Porque después se la guardan y carpetean dos meses antes de las elecciones para que no se postulen, y no es así. Que pague el que tenga que pagar, pero tampoco es justo que hagan esto porque sufren los trabajadores argentinos, y encima las ganancias se la llevan los de afuera y al país no le queda nada".

Desde Camarco afirman que "no hay ningún país viable en el mundo sin desarrollo de infraestructura económica y social fuerte". Destacan que los paises más desarrollados del mundo tienen rutas, vías férreas, puertos, ferrocarriles, aeropuertos, una enorme red de agua y cloacas, hospitales, viviendas y escuelas de primer nivel. "Todo eso es industria de la construcción y desarrollo económico social, y los países como los nuestros, en vías de desarrollo, tienen carencias de todo tipo, por eso necesitamos impactar e invertir muchísimo más de lo que se viene invirtiendo", dice Weiss, que al ser consultado sobre el método de Milei, responde que "no sé si había que hacerlo con la profundidad del caso", y dice que "quizás habría que haber ralentizado algunas obras y no se tan tajantes y parar todo". 

Sin embargo, evita profundizar en política económica porque "la variable macroeconómica argentina estaba absolutamente desquiciada". "Habría que hacer un panel de economistas para ver si esta era la forma, pero ajustar había que ajustar y de eso no tengo duda", afirma exponiendo el sinsabor que compara la receta con los resultados. 

Cuando son consultados sobre el futuro de los trabajadores despedidos, los consultados coinciden en "las changas", el empleo en negro y la informalidad como destino común. 

El presidente de Camarco asegura que "eso lo tiene que combatir la AFIP", porque "la informalidad no está en las empresas constructoras, sino en las cuadrillas de changas o de arreglos familiares". Trujillo, de Mar del Plata, dice que "es todo un problema" sobre todo en los distritos menos poblados, lo que lo hace anhelar que "lleguen las soluciones", así los trabajadores no tienen que dejar sus familias. Tobar, de la capital bonaerense, remarca que "los despedidos salen a changuear, pero estamos en invierno y ni siquiera el pasto crece como para cortarlo". "A lo mejor hacen un contrapiso, una vereda, o el que sabe soldar hace una reja, el trabajo particular. Lo único bueno es que nos estamos manteniendo con el trabajo privado, que no aflojó. Sobrevivimos con eso y hay que destacarlo", agrega.

Al hablar sobre el futuro de la coyuntura nacional, Weiss se anima a afirmar que "lo peor ya pasó", porque "más abajo que esto no podemos estar". Asegura que el Indec "muestra una leve recuperación de marzo a abril", y agrega, confiado, que "la salida en cuanto a la obra pública es que el Gobierno empiece a pensar en reactivarla de a poco". 

A Trujillo le gana la duda, y dice que "quiere pensar" como el presidente de Camarco. 

Tobar no coincide con ninguno de los dos: "Honestamente no sé qué será lo peor, porque la estamos pasando muy mal, pero para mí esto sigue mal, y si las provincias no salen a dar la cara como hace Buenos Aires, empeoraremos". 

"Hace dos días estuve en Rafaela con doscientos compañeros y charlando nos dimos cuenta que parece que retrocedimos 20 años", dice el secretario general de Uocra La Plata, que encuentra en la movilización de los trabajadores una herramienta para combatir el presente. "Es el momento de las bases, que somos nosotros y con nuestras manos hacemos grande el país", asegura.