La rectora de la Universidad Nacional de las Madres, Cristina Caamaño, denunció este lunes por la 750 que, en seis meses de gestión, el Gobierno de Javier Milei no pasó ni un solo peso del presupuesto a la entidad educativa con más de 24 años de historia.

No es una novedad. La tendencia de fuerte desinversión a nivel general por parte del Gobierno queda a la vista en todos los sectores. Y, más todavía, en aquellos que tienen que ver con los Derechos Humanos.

Así lo explicó Caamaño, para quien hay un interés particular detrás de este durísimo ajuste: “Este Gobierno reaccionario, negacionista, no nos tiene en cuenta. Dice que no existimos. Dice que no tenemos estudiantes”.

Como contraposición, los datos: Caamaño recordó que la universidad tiene más de 24 años de historia –empezaron allá lejos en el 2000 como una Universidad Popular– más de 2.300 alumnos, 250 docentes y 75 no docentes.

Pero no tiene plata para pagar sueldos, ni mantener el edificio, y hasta tuvieron que cortar el servicio de internet. Muchísimos menos tienen la posibilidad de dar becas para que muchísimas personas puedan acceder a educación de calidad.

“El Gobierno no nos ha pasado el presupuesto nacional que, como todos sabemos, es una ley y tiene que ser ejecutado. A pesar de que lo hizo mínimamente con el resto de las universidades, para la Universidad Nacional Madres de Plaza de Mayo no hubo ni un peso de ejecución del presupuesto”, denunció.