A través de un comunicado, la Cancillería ecuatoriana convocó el próximo lunes al encargado de negocios de la Argentina en Ecuador, Carlos Enrique Catella, para reafirmar el reclamo transmitido a su homólogo argentino el 27 de octubre, oportunidad en que Quito manifestó “su enfático rechazo y su disgusto” por las declaraciones del cordobés. Tras cumplir funciones de fiscal de la alianza gobernante durante las elecciones, Juez justificó su llegada tarde al búnker de Cambiemos alegando que se había ido a su casa a cambiar la camisa "porque no quiero que me digan que éste mugriento agarró los hábitos ecuatorianos”.
Como en aquella oportunidad, la Cancillería destacó que la conducta de Juez “no es compatible con el respeto y las mutuas consideraciones” que tradicionalmente han mantenido ambos Estados. “El pedido es consecuencia de las expresiones ofensivas y segregacionistas proferidas en contra del pueblo otavaleño y de todos los ecuatorianos, las mismas que han causado profundo malestar y decepción por provenir del más alto representante diplomático de un país amigo, como es Argentina”, puntualizaron los ecuatorianos en Twitter.
Juez, que desempeña funciones en Ecuador desde el 29 de enero de 2016, había intentado aclarar por Twitter sus dichos alegando que habían sido sacados de contexto. “Solamente con mala fe y una malicia infinita se puede descontextualizar mis dichos intentando hacerme quedar mal con un pueblo al que amo”, manifestó y agregó que los habitantes del pueblo Otavalo “se visten a la mañana del sábado y están todo el fin de semana con la misma ropa. Me refería a eso, para no estar todo el día con el mismo atuendo pasé por casa a cambiarme".