La Policía bonaerense detuvo a dos personas, de 24 y 16 años, acusadas del robo y crimen de Carlos Enrique Sánchez Paredes (22), el estudiante universitario que fue asesinado este sábado por la mañana en Bernal mientras esperaba el colectivo para ir a la facultad.

Los sospechosos fueron capturados por efectivos policiales luego de un operativo de la seccional Quilmes Segunda. Debido a la existencia de un menor de edad involucrado en el caso, el organismo interventor fue el Fuero de Responsabilidad Penal y Juvenil, que trabajará de forma articulada con la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 2 del Departamento Judicial Quilmes, a cargo del fiscal Walter Bruno.

En tanto, la Justicia dispuso la aprehensión de ambos sospechosos por el delito de homicidio y se espera que avance la investigación para concluir si efectivamente son los autores del asesinato.

Los hechos

Carlos Enrique Sánchez Paredes estudiaba ingeniería en la Universidad Nacional de La Plata. Para llegar hasta allá desde su casa en Bernal, se tomaba el colectivo en la intersección de Misiones y Falucho. El sábado se levantó temprano e hizo el camino de siempre hacia la parada, porque tenía que ir a rendir un examen. 

Esa mañana, cuando salió por la puerta, su mamá lo siguió con la vista desde el porche de la casa hasta que dobló la esquina en la calle Misiones. La mujer recuerda en ese momento haber visto a dos personas que pasaron corriendo. Luego de que Carlos no respondiera los mensajes y las llamadas, su madre decidió ir hasta el lugar y allí se encontró al joven tirado en la calle mientras agonizaba con una herida en la cabeza. 

Inmediatamente la madre llamó a su hija Andrea, la hermana de Carlos, que se encontraba en su casa, para avisarle lo que había pasado. Una vez en el lugar la joven pidió ayuda y, a pesar de que un vecino se prestó para trasladarlo al hospital de Wilde, los médicos confirmaron que Paredes había fallecido por un golpe en la cabeza propinado con un caño.

"Ayer enterré a mi hermano. Todavía no lo puedo creer. Él era muy bueno. Ahora estamos pidiendo una colaboración para los gastos del velatorio. Nosotros no somos gente rica, somos todos trabajadores", comentó Andrea este martes durante una entrevista para un noticiero. 

Ante el conocimiento del hecho, compañeros, familiares y vecinos lo despidieron en redes sociales y pidieron justicia: "Una noticia muy triste. Carlitos, como lo conocíamos la mayoría, con 22 años, estudiaba y trabajaba. Buen compañero, siempre predispuesto en el trabajo, amable, sencillo. QEPD. Justicia para él".