El Banco Mundial empeoró su proyección sobre la economía argentina y estimó que este año caerá 3,5%, con lo cual será el país con mayor contracción de la actividad en América Latina. Sin embargo, el organismo mantuvo su proyección de crecimiento del PBI en 2025, del 5 por ciento, por encima del resto de las economías de la región.

En su informe "Perspectiva económica mundial", difundido este martes desde Washington, el Banco Mundial prevé que el crecimiento mundial se mantendrá estable en un 2,6 % este año. Advierte además que "para impulsar el crecimiento a largo plazo, es fundamental adoptar medidas de política que aumenten la productividad, mejoren la eficiencia de la inversión pública, desarrollen capital humano y cierren las brechas de género en el mercado laboral".

En tanto, con respecto a la situación en Argentina destacó que "se espera que las medidas de política fiscal y monetaria necesarias para corregir los desequilibrios crónicos provoquen una contracción temporal". Con relación a la inflación, el informe señaló que "se espera que siga siendo elevada este año, aunque disminuyendo a un ritmo rápido".

En cuanto a América Latina, el Banco Mundial detalló que las previsiones de crecimiento para 2024 se han visto impactadas a la baja desde enero, reflejando en parte el empeoramiento del pronóstico para Argentina, afectando el promedio para el conjunto de la región. En consecuencia, el crecimiento en América Latina y el Caribe se va a desacelerar del 2,2 por ciento en 2023 al 1,8 en 2024, antes de repuntar al 2,7por ciento en 2025.

"Dado que en la mayoría de los países se prevé que la inflación se sitúe este año dentro de los márgenes fijados por los bancos centrales, se espera que continúen las reducciones de las tasas de interés oficiales", consideró el BM.

Sobre este punto, subraya el informe que la Argentina "es la excepción, con una inflación que se mantiene por encima del 200 por ciento interanual, reflejo de la significativa depreciación reciente de la moneda y de los ajustes al alza de los precios regulados".

Perspectiva mundial

A pesar de la mejora del panorama a corto plazo, las perspectivas mundiales siguen siendo moderadas en comparación con los parámetros históricos. En 2024-25, se prevé que el crecimiento será inferior al promedio de la década de 2010 en casi el 60 por ciento de las economías, que comprenden más del 80 % de la población mundial. 

"Predominan los riesgos a la baja, como tensiones geopolíticas, fragmentación del comercio, tasas de interés más altas durante más tiempo y desastres relacionados con el clima. Se necesita la cooperación mundial para salvaguardar el comercio, apoyar las transiciones verde y digital, aliviar la deuda de los países, y mejorar la seguridad alimentaria".

Se anticipa que el crecimiento mundial se mantendrá estable en un 2,6 % durante el año 2024, antes de aumentar poco a poco hasta alcanzar un promedio de 2,7 % en el período de 2025-26. Esta cifra es muy inferior al promedio del 3,1 % de la década anterior a la COVID-19. 

En general, se prevé que las economías en desarrollo aumentarán en promedio un 4 % durante el período de 2024-25, un poco menos que en 2023. Se prevé que el crecimiento en las economías de ingresos bajos se acelere hasta el 5 % en 2024, en comparación con el 3,8 % de 2023. Sin embargo, en las previsiones  para el año 2024, se observa un descenso en la proyección de crecimiento para tres de cada cuatro economías de ingresos bajos, en relación a las proyecciones de enero. En las economías avanzadas, el crecimiento se mantendrá estable en el 1,5 % durante 2024, antes de aumentar al 1,7 % en 2025.

En opinión de Indermit Gill, economista en jefe y vicepresidente sénior del Banco Mundial, "las perspectivas para las economías más pobres del mundo son aún muy preocupantes. Tienen que afrontar niveles muy elevados de servicio de la deuda, posibilidades comerciales limitadas y fenómenos climáticos costosos". 

Debido a que el descenso de la inflación mundial es más lento de lo previsto hace tan solo seis meses, "es probable que las tasas de interés mundiales permanezcan en niveles elevados en comparación con las últimas décadas, con un promedio de alrededor del 4 % durante el período de 2025-26", estima el BM.

Rol de la inversión pública

El informe "Perspectivas económicas mundiales" incluye un capítulo analítico en el que describe cómo se puede utilizar la inversión pública para acelerar la inversión privada y promover el crecimiento económico. Un criterio que suele negar el presidente argentino cuando rechaza todo tipo de intervención del Estado en la actividad económica, y principalmente en la obra pública.

"La inversión pública puede convertirse en un instrumento de política poderoso", afirma sin embargo el Banco Mundial. Para las economías en desarrollo, estima, "aumentar la inversión pública en un 1 % del PIB puede incrementar el nivel de producción hasta en un 1,6 % a mediano plazo".