En la víspera del tratamiento en el Senado de la Ley Bases y el Paquete Fiscal, las negociaciones se empantanaron para la Casa Rosada. El Gobierno confiaba contar con 37 o 38 senadores garantizados para el quórum, y luego para la votación en general, pero los santacruceños José Carambia y Natalia Gadano denunciaron a través de un video que el oficialismo desconoció a último momento los acuerdos a los que habían llegado para firmar el dictamen, y sorpresivamente llamaron a no bajar al recinto. El mensaje descolocó al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que se enteró por la prensa que estaba a punto de perder dos votos clave. Sin embargo, La Libertad Avanza podrá sesionar igual este miércoles, porque el radical Martín Lousteau, que estaba en duda, confirmó luego de reunirse con Victoria Villarruel que se sentará en su banca. "Mañana voy a estar sesionando porque debemos discutir leyes que son muy importantes para el futuro de los argentinos", se justificó. Más allá del quórum, el resultado final sigue abierto. La moneda está en el aire: Javier Milei podría finalmente festejar este miércoles un día de gloria en el Congreso o sumar una nueva frustración política.
El poroteo marca que para la votación en general habría 33 votos en contra —de Unión por la Patria— y los 36 a favor que habría logrado juntar el oficialismo. En duda estaban los dos senadores de Santa Cruz, que con el video de este martes están más cerca de ser negativos, y el de Lousteau, que firmó un dictamen propio. Si ellos tres votan por la negativa desempatarían (según la hora que se vote) Victoria Villarruel o el presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala (cuyo voto valdría doble). Sucede que, después de las 22.30, Milei estará viajando para una nueva gira fuera del país y Villarruel tendrá que hacerse cargo del Poder Ejecutivo.
Luego del video de los santacruceños, sin embargo, hay varios senadores —que estarían en la lista de los 36 positivos— que también tienen las alarmas encendidas y entraron en deliberación. No son pocos los que tienen miedo que el oficialismo no respete los acuerdos alcanzados en las negociaciones de estas semanas y que en Diputados se vuelva a la ley original. Algunos de los que presentaron reparos cuando llegó el proyecto al Senado fueron los dos de Juntos Somos Río Negro, los dos del Frente Renovador de la Concordia Social y algunos radicales como el fueguino Pablo Blanco. También habrá que ver qué hace la neuquina Lucila Crexell, que habría ofrecido su voto a cambio de un puesto de embajadora argentina ante la Unesco, tal como trascendió este martes.
Para la votación en particular, en tanto, hay varios puntos más complicados para el Gobierno y que aún siguen en debate. En la Ley bases están en duda las facultades delegadas, las empresas a privatizar —centralmente Aerolíneas Argentinas— y algunos puntos del RIGI; mientras que en el paquete fiscal corren riesgo el Impuesto a las ganancias, el blanqueo de capitales y Bienes Personales.
El video de los santacruceños
"Les pedimos a los senadores que no demos quórum para que en el Gobierno entiendan que primero se tiene que tratar el paquete fiscal junto al tema de los jubilados —y ser ratificados los cambios del primero en Diputados— y después la ley bases", habían expresado en el video los senadores de Santa Cruz. Francos, en crisis porque el quórum del miércoles dependía de que se sienten en sus bancas los radicales Martín Lousteau (que escribió un dictamen propio) o Maximiliano Abad (que hace una semana no tiene diálogo con el Gobierno), salió a decir que "es una novedad que haya un llamado a no dar quórum. No sé de dónde salió. No me guío por rumores". El jefe de los ministros ignoró que los santacruceños dejaron asentada su postura en una serie de videos. Sin embargo, tras una reunión con Villarruel, Lousteau volvió a llevar calma a la Casa Rosada.
Por la tarde del martes, en Balcarce 50 se mostraban confiados y creían tener 37 o 38 votos a favor asegurados. Decían que Carambia "seguro acompañaba" y que Gadano "había que ver", sin embargo, al caer el sol, los santacruceños dieron el golpe. "Hay una gran trampa legislativa en la ley bases y el paquete fiscal y, en un eventual caso de que tenga una aprobación en general, por más cambios que hagamos en algunos articulados —como por ejemplo que no se privatice Aerolíneas Argentinas o el Correo— el proyecto va a volver a Diputados y Diputados puede ratificar el texto original", dijeron frente a la cámara y argumentaron que, si eso pasa, "todos los cambios serán en vano".
Los senadores contaron que hace una semana firmaron el dictamen oficialista en disidencia "a cambio que se incorpore un artículo que le permita a las provincias cobrar más regalías mineras", y agregaron: "Hoy, lamentablemente, desde el Ejecutivo no cumplir con lo que habíamos pactado". Por último, denunciaron "presiones del gobierno nacional", y también "el lobby minero". Carambia y Gadano opinaron que la Ley Bases "no es prioritaria", como sí lo sería que el Senado apruebe la ley que propone una nueva fórmula de movilidad jubilatoria —que cuenta con media sanción de Diputados— y también el paquete fiscal. "Entendemos que primero debemos tratar el tema de los jubilados y el paquete fiscal", explicaron. Otros sectores de la oposición estarían de acuerdo con la idea de sumar presión para que se trate primero la nueva fórmula jubilatoria.
El oficialismo también cambió una parte en el texto vinculada a la privatización de YCRT en la que, en lugar de decir que la empresa tendrá que tener —más allá del ingreso de capital privado— participación mayoritaria del Estado, para decir que solo estará obligado a quedarse con el 20 por ciento. Desde Santa Cruz se mostraron indignados: "No podemos votar eso", repetían.
La calma que antecede al huracán
La tarde del martes el Gobierno se entusiasmaba con poder tener este miércoles la aprobación en la cámara Alta de las dos primeras leyes de su gestión que, de todas formas, deberán volver a pasar por la Cámara de Diputados. Los senadores votarán en un contexto complejo para el gobierno por la crisis social que va en aumento producto de la recesión económica —durante la sesión afuera del palacio legislativo habrá una gran movilización—, y también por el sinfín de escándalos que las últimas semanas sacudieron al gabinete nacional.
Durante todo el día previo a la votación, el gobierno negoció a contrarreloj para buscar voto por voto tanto con llamados y conversaciones desde la Casa Rosada, que fueron encabezadas por el jefe de gabinete, y también desde el Congreso, donde Francos envió a José Rolandi, su segundo, para cerrar varios puntos que aún quedan pendientes y reunirse con Victoria Villarruel y senadores de los distintos bloques dialoguistas.
El Presidente, mientras los teléfonos ardían y las reuniones no daban descanso, encabezó temprano una reunión de gabinete en la que dejó entender que para él no es tan importante la ley Bases, que piensa avanzar igual con las reformas que considera pertinentes más allá de las definiciones del Congreso, y, por último, terminó de ultimar los detalles para el viaje que emprenderá el miércoles por la noche a Italia, para participar al G7. En su entorno también confirmaron que finalmente, tras el llamado de "importantes autoridades del gobierno de Ucrania", participará de la cumbre de la paz en Suiza.
Bailando por un cargo
En medio de las negociaciones que la Casa Rosada llevaba adelante —y antes del video de los santacruceños— se filtró una nota interna de Cancillería, que era el borrador del pliego para votar la designación de la senadora Crexell como embajadora ante la Unesco. Justo se trató de la filtración de un documento de la Cancillería, que conduce Diana Mondino, desgastada por el Presidente y su hermana al dejarla abajo del G7 y también al sacarle un área importante de su cartera el día anterior. Crexell, lejos de desmentir la información, confirmó que el Gobierno le ofreció el puesto, aunque dijo que "no tiene nada que ver con la negociación de la Ley Bases".