Víctor Hugo Morales lanzó duras críticas a la ley Bases que se discute en el Senado, en medio de fuertes críticas y un amplio rechazo de un sector de la oposición. En su editorial, el periodista salió al cruce de la iniciativa.
El editorial de Víctor Hugo Morales
La votación en los tiempos del cólera, para poner un título literario.
Hay un libro del científico Alberto Kornblihtt que se llama "No, no está bien. Está mal". Y lo que están haciendo no está bien.
La senadora neuquina Lucila Crexell es un voto cantado en francés. Olalá, París, je t'aime.
Para los votantes de Milei que avalan a los poderosos, por ahí está bien, pero no está bien, está mal.
O va a París y no vota, o vota y dice je ne peux pas, no puedo hacer eso. Pero los que apañan a Milei lo cuentan como una anécdota, para ellos es una avivada graciosa.
Si lo hicieran otros, la mafia mediática diría corrupción.
Se ponen los libertarios en un lugar en el cual su versión del sentido común avala que nadie puede despreciar doce mil dólares de sueldo para un puesto en la UNESCO.
Es mucha plata y un montón de privilegio, que se va a hacer. Voto y me voy. Torre Eiffel, Sacré-Cœur, Champs-Élysées y anda a cantarle a Édith Piaf.
Y así estamos, esperando el milagro. El prodigio de una votación que alivie a ese sector mortificado ante el "dale que va, sentate a un lao”. Cambalache de medios, de votos truchados, de senadores entreguistas.
Y la bronca del pueblo ahí afuera, meta cantar, siempre soñar, el que no salta votó a Milei y todo eso. Meterle pueblo a un día difícil, sí, no es poca cosa estar ahí.
Verlos pasar a los senadores disimulando que son los choferes, con la solapa levantada, lentes oscuros, esquivando micrófonos.
Es que, entregar al país por 30 años, que después serán siglos, no se puede hacer sacando pecho, a cara descubierta.
O se trabaja para el sistema, o te come el león.
Ahí está Petri, comprando comida rica, rica, rica para la cúpula militar. Pettovello no entregando ni la leche a los pobres. Caputo pidiendo más plata: por favor Fondo Monetario dame más plata Milei en algún lugar del planeta, Francos que no ve pobres, ¿dónde hay pobres, dígame; Venga conmigo a caminar, acá estamos, mire lo que es Recoleta. Libarona que persigue periodistas.
Y detrás todo esto, el monstruoso aparato de una elite con palos y gases, y Bullrich al frente. Y ojalá que no sean balas.
No, no está bien. En serio. Está mal.