En abril de este año, el gobernador Ricardo Quintela, tras la decisión del presidente Javier Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo, de incrementar significativamente la tarifa de energía eléctrica, tomó la decisión política de anular la medida mediante un decreto, dejando sin efecto el aumento en la boleta de la luz en toda la provincia.

Esto fue posible gracias a un esfuerzo considerable por parte de la Provincia, necesario para evitar agravar la situación de la población y los sectores económicos. La medida benefició tanto a usuarios residenciales como a industrias y comercios, ya que los aumentos eran exorbitantes y habrían golpeado fuertemente los bolsillos de los riojanos.

El nuevo cuadro tarifario de comienzo de año, establecido a través de la resolución 07/2024 del gobierno nacional, mostró incrementos significativos en el primer cuadro estacional del año, con aumentos de entre 400% y 700% según las categorías. En algunas variables como potencia y transporte, los incrementos fueron de entre 1.700% y 3.500%. Esto encareció considerablemente la tarifa que los usuarios debían abonar en todo el territorio nacional, ya que estos valores se refieren a la energía activa, potencia, transporte y generación del sistema interconectado nacional.

Desde el cuadro tarifario vigente en noviembre y diciembre de 2023 y enero de 2024, se produjo un gran salto en los valores de energía, donde el valor de referencia de 20.000 pesos por mega pasó a 44.000 pesos. Esto acompañó la política inflacionaria del gobierno de Javier Milei, que devaluó la moneda y aumentó los precios de manera escalonada. La energía no fue la excepción, y con la eliminación de subsidios comenzó la reducción de estos en las distintas categorías de usuarios.

Es preciso recalcar que el gobernador Quintela adoptó una medida similar durante la pandemia, congelando las tarifas de servicios y evitando cortes de energía a usuarios que no podían pagar. En cuanto a las categorías residenciales N1, N2 y N3, el grupo más afectado por el primer aumento dispuesto por el gobierno nacional fue la categoría N1, "sin subsidio", con un incremento del 800%.

El valor pasó de 20.000 a 44.401 pesos, afectando tanto a usuarios generales como industriales, comercios y pequeñas industrias. Esto también se reflejó en organismos públicos y alumbrado público, donde, al comparar la resolución 884/2023 con la primera 007/2024, los incrementos tuvieron gran incidencia en el usuario general.

Cabe destacar que el gobernador Quintela decidió revertir las tarifas energéticas en la provincia para apoyar a los afectados por la eliminación del subsidio nacional. La solicitud principal provino de productores provinciales que utilizan la energía eléctrica para extraer agua y regar cultivos, además de otros grupos afectados por la eliminación de subsidios.

La resolución vigente en el último trimestre del año pasado y la de este año, que abarcó febrero, marzo y abril, mostró incrementos muy leves en las categorías N2 y N3, manteniendo los valores de subsidio. Para los residenciales N2, los menos pudientes, se estableció un valor de aproximadamente 2.900 pesos por mega sin límite de consumo. 

A partir del 1 de junio, no solo se produjo un nuevo incremento, sino también una reducción de los subsidios a los usuarios de las categorías residenciales N2 y N3.La resolución 90/2024 determinó una reducción del subsidio en la categoría N2, que antes no tenía límite de consumo, estableciendo ahora un límite de consumo para zonas cálidas y frías. En La Rioja, esto significó una doble afectación, no solo por el incremento del valor de energía debido a la limitación del subsidio, sino porque la provincia se encuentra en una zona cálida, donde el consumo subsidiado se reduce a la mitad en comparación con las zonas frías.

En las zonas frías, el subsidio es de hasta 700 kilowatts, mientras que en la región cálida es de 350 kilowatts. Esto implica que la categoría de menor ingreso ya no está exenta del consumo, sino que tiene 350 kilowatts a un valor de 16.055 pesos por mega, un incremento del 440%. Hasta 2023, no había límite sobre el excedente en esta categoría, pero ahora el excedente pasó de 2.900 a 57.214 pesos, lo que implica un incremento del 1.820%.

En la categoría N3, el consumo subsidiado se redujo a 400 kilowatts, cuyo valor se ubicó en 3.700 pesos, y el excedente se paga a 20.460 pesos por mega. Esta es la tarifa plana o sin subsidio.

La última categoría de residenciales, que es la de ingresos intermedios, gozaba de hasta 400 kilowatts con un precio diferenciado de 3.750 pesos dentro de esa franja subsidiada. Ahora, esa categoría tiene un valor de 25.200 pesos por mega y el límite de consumo se redujo a 250 kilowatts. La franja subsidiada disminuyó y el excedente para los usuarios N3, de ingresos intermedios, es de 57.214 pesos, el mismo valor que para N2. Los incrementos se observan trimestre a trimestre.

En 2024, la resolución de la Secretaría de Energía estableció estos valores para junio y julio, con otro incremento previsto para agosto, septiembre y octubre, llegando a 78.000 pesos en promedio. La tendencia indica que, para el trimestre de verano, es probable que no haya ningún tipo de subsidio para ninguna categoría de usuarios.